El tono político debe crear certidumbre a los venezolanos. Para que, estos puedan asistir a los colegios públicos el próximo mes de septiembre para sufragar por los candidatos que los partidos políticos seleccionarían para figurar en sus listados. Hasta los momentos, existe una sola tregua y una ruta que consolidar, la de la seguridad democrática. Existe un temor en las diversas organizaciones políticas por la carencia de propuestas válidas en los viejos líderes que desean proseguir en el cartel político, a pesar de sus derrotas en los comicios electorales anteriores.
Mientras, los estudiantes montan sus estrategias para generar una matriz de opinión y capitalizar un grupo de electores que le convalide uno o dos diputados para la fecha de los comicios. La mayoría de estos estudiantes, se encuentran comprometidos para una jornada final, que, les traería beneficios ideológicos. El objetivo es arengar en algunas zonas públicas consignas sobre el fracaso del movimiento revolucionario y socialista.
Lo importante, es renovar los cuadros de la Asamblea Nacional por dirigentes más probos que logren reinventar el Estado con leyes accesibles a la realidad geopolítica internacional. Se espera que la oposición rectifique y escuche a los ciudadanos en un debate abierto y en sus respectivas comunas, para no seguir cometiendo errores del pasado y establecer un verdadero consenso interno que permita ponderar la historia y lograr renovar los cuadros políticos a nivel nacional. La idea principal es evitar la dispersión del voto. Todos los cuadros del socialismo y de la oposición deben salir a sufragar en sus respectivos centros de emisión.
Los dirigentes medios que hacen vida proselitista, deben asumir sus decisiones con verdadero sentimiento popular y, algunos deben evitar exponer a las masas a ese cúmulo de gazapos que dañan la pluralidad democrática, sobretodo, a los estudiantes de los colegios privados que desconocen la realidad nacional y lo que en verdad es el significado de ideología.
Algunos grupos políticos, trabajan con dinero proveniente de lugares oscuros para dañar el ejercicio de cambio que necesitamos para modernizar a Venezuela y compararla con el mejor país del mundo en su desarrollo.
Hay que organizar el poder y diagnosticar los enunciados de un proceso dialéctico que busca enmarcarse en una ideología basada en el prácticismo para lograr una realidad sociopolítica, como un movimiento que debe fundamentarse en una realidad.
Hay que abrir brechas, para tratar los temas delicados sobre el mundo financiero, cuyo poder es inmenso y busca dañar el patrimonio económico de nuestras comunidades.
Los trabajadores deben desempeñar su rol de vanguardia en el proceso político que vive el país y luchar vehemente por nuestra patria y sancionar con el voto a quienes atente con nuestro gentilicio.
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