Yo milito en el PSUV en la circunscripción 4, mi Parroquia El Recreo corresponde a esta circunscripción, en ella habito y la conozco muy bien. Yo no sé en que parte de esta circunscripción vivirán Miguel Enrique Otero y Marcel Granier o si será que como parroquia tenemos una embajada en La Lagunita para que semejantes escuálidos, como estos dos representantes de la asquerosa oposición mediática, ostenten ser los candidatos de la oposición para las curules de mi circunscripción, pero lo cierto es que veo bien difícil que alguno de ambos dos, tenga cojones como para atreverse a entrar donde los panas de Pinto Salinas, Santa rosa o Chapellín.
La Asamblea sigue siendo un trampolín para los rezagados de la cuarta, como lo es igual para nuestros quintas columnas, que a la zaga de Henri Falcón intentarán infiltrarse por medio de un PSUV demasiado amplio donde el complejo de portaaviones no se logra eliminar todavía. Estos dos representantes de par de antros mediáticos buscan tribunas desde donde poder postularse luego en mejores condiciones para las presidenciales del 2.012. Alberto Ravell si podría decir que pudiera pretender representar a los escuálidos de nuestra circunscripción, pues ese si que vivía metido en Globovisión, pero sus mismos panas le serrucharon el piso y aun no he escuchado nada de cual será su “plataforma” desde donde brincará a las olimpíadas electorales del 26.
En el PSUV podremos hacerlo cualquiera que no sea famoso, cualquiera que no esté contaminado de la burocracia que ronda los pasillos del mausoleo de la esquina de pajaritos, cualquiera de nosotros que venga a dar la cara por el barrio, que venga a hacer lo que hay que hacer y tenga como convocar al pueblo para que aprendamos de una vez a elegirnos a nosotros mismos y romper la costumbre de esperar que el dedo mayor nos imponga el nombre de alguien a quien de vaina habremos visto una que otra vez en la televisión o en algún Aló Presidente. Esta vez se nos da la oportunidad, por ahora, de decidir quien de nosotros, pata en el suelo original, sea a quien designemos para nos represente en los hemiciclos allá, cerquita de la estatua de Bolívar, esa construcción tan fina, que por años estuvo “expropiada” por los oligarcas y a la que hoy si debemos expropiar todos los que venimos a pie en esta marcha gloriosa de la revolución.
Ser parlamentario de a pie, rojo de verdad verdad, no es cosa fácil, no, no lo es. Más jodío lo es una vez que sales electo, allí se le va a poner pelúa la vaina al que tenga el honor, seguir siendo lo que se es cuando se llegó y se ganó, no ser brincatalanquera, que sería lo peor, ni siquiera un media tinta, o un nuevo miembro de la maldita clase de la boliburguesía, eso es jodío camaradas, porque muchos de los que están pensando en exiliarse en tan confortable inmunidad ya llevan por dentro el venenito de la sabrosura que ha sido siempre en Venezuela ser un diputado.
Lo difícil es que sepamos a quien de nosotros les vamos a zumbar enfrente a cualquiera de este par de cachúos imberbes de la oposición. A mi me dará vergüenza si alguno de los dos, quede quien quede, gana en mi circunscripción, eso me da un airecito de tranquilidad porque yo conozco mi ganao y se muy bien que mi gente de la calle, ni porque estén contra Chávez, le van a dar un voto a ninguno de estos dos tremendos escuálidos, a cualquiera de los dos nos los llevamos en los cachos, lo que quiero decirles a todos es que el mayor peligro es a quien es que vamos a elegir nosotros para que sea nuestro candidato, que sea cualquier hijo de vecino y tremendo desconocido eso es bueno, muy bueno, pero que sea tan hijo de nuestras calles que no nos vaya a echar ninguna vaina después. ¡El Recreo se respeta, caballera y caballero!.
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