Quiroz Corradi, siempre cobardón, en su artículo del domingo en El
Nacional lanza un ultimátum al Comandante. El acto imita al que
lanzaría un jefe que rodea una fortaleza y pide su rendición. La
pregunta que cabe es: ¿qué circunstancias apoyan a Quiroz y le insuflan
tanto valor como para abandonar la barrera protectora y lanzarse al
ruedo, él siempre cuidadoso de no correr riesgos? Veamos.
Dice Corradi en su artículo:
“Está demostrado que
el régimen de Chávez no le permite a la ciudadanía el ejercicio de
opciones. No sólo políticas sino culturales en su sentido más amplio,
dado que prevalece en todo los espacios de la vida diaria el
pensamiento único”.
El
primer concepto que asienta es que no hay opciones. Y después de
calificar al gobierno de “comunista y autoritario”, afirma que:
…“este régimen no cambiará de rumbo. Por eso la única opción que tenemos es su sustitución”.
Más adelante se pone audaz y sentencia:
“Ha llegado, pues, el momento de fijarle a Chávez como fecha de entrega del poder diciembre de 2012…o antes”.
Después de parir este ratón, parece que se asusta con el “o antes”, y pretende ocultar lo que está
claro: Quiroz llama a un golpe.
E intenta darle sustento teórico en el siguiente párrafo:
“Es
bueno recordar que el ejercicio de las opciones, dentro de un marco
constitucional establecido, no puede constituir deslealtad y no hay que
confundir lealtad con sumisión al líder. La lealtad es una virtud
invalorable y, por lo tanto, hay que rescatarla de la confusión actual.
Al liderazgo hay que cobrarle la confianza que se le otorga. Pretender
proteger la institución aupando al líder indeseable sólo para
inevitablemente perder la institución y quedarnos con el líder es
inaceptable. Por eso, todos en Venezuela independientemente de su
posición política, tenemos que prepararnos para un cambio de gobierno.”
Y finalmente suelta el ultimátum:
“Chávez ha dicho que
de ganar la oposición (el 2010): “vendrán por mi”. Nada personal. Pero
sí iremos en contra del centralismo, del autoritarismo, de la
corrupción y del liderazgo que requiere, para oír su propia voz, el
silencio de los demás. Si usted señor Presidente, puede vivir con
“eso”, nos volveremos a medir en diciembre 2012. Si no, debe examinar
sus otras legítimas opciones”.
Disimula el ultimátum, pero queda claro lo que esconde: “si ganamos el
2010 tendrá que hacer lo que digamos”, sino golpe… “o antes”.
Se desprenden del artículo varias alertas:
Primero, Quiroz está conspirando, eso lo envalentona, el golpe lo preparan para algún momento entre hoy y el 2012.
Segundo, están susurrando a los militares, eso queda claro en el párrafo referido a la lealtad.
Tercero, los revolucionarios no podemos comportarnos como si viviéramos
en Suiza, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo, como si no
existieran los enemigos.
La
Revolución está en el deber de defenderse, y eso sólo se consigue
profundizando el Socialismo, concientizando al pueblo, dándole razones
sagradas por las cuales valga la pena luchar.
¡Chávez es Socialismo!