Gran represa “Hugo Chávez”. Cómo responder a los terremotos naturales y políticos

¡Qué tal, camarada! Siempre ahí, pendiente por analizar y aportar. Y nosotros, humildemente, tratando de contribuir –aunque no nos paren- a consolidar parte, solo una pequeña parte, del gran proceso de cambios revolucionarios que adelantamos.

La gran represa a que me refiero en el título no es para contener inmensos volúmenes de agua, como correspondería dentro de una política hídrica que nos permitiera simplemente almacenar el preciado líquido y no dejar que corra y se haga salobre, a sabiendas de que sólo el 2% del agua del planeta es de la llamada agua dulce. ¿Poquito, verdad?

Es aquella que lleva el nombre del Líder, Hugo Chávez, porque gracias a él –esto no debemos olvidarlo, menos los escuálidos- no se desbordó el pueblo de manera progresiva como se vislumbraba a raíz del “Caracazo”.

Los que tenemos más memoria –transitada o leída- recordamos las voces que expresaban que de pronto los jardines de las grandes mansiones pasarían a ser sitios de campamentos de personas humildes obstinadas de permanecer en el olvido.

Ese hecho, El Caracazo, que la oposición apátrida y estólida (busquen esta palabra, los que no la conocen, por supuesto, que les cuadra mejor que escuálidos) considera como un hecho aislado de saqueos, era una expresión del inicio de una serie de acontecimientos de ese mismo género -que también se apreció en ciudades brasileñas- que producirían una verdadera catástrofe social. Hasta una guerra civil.

Por eso, no olviden homenajear a Hugo Chávez que con su verbo y sus acciones, y su carisma, detuvo, contuvo, el descontento popular. Y así, pulseando, a puro verbo encendido y acciones propias de su creatividad -con alguna ayuda- va adelantando un complejísimo proceso de cambios en la mayor cantidad de paz posible.

¡No lo olviden! Por ello, estólidos, dejen de hablar tantas pendejadas.

Ahora con los terremotos naturales. Antes la información era privilegio de unos cuántos. Hoy día, con tantas fuentes de variada índole, estamos enterados de casi todo. Hasta por demás.

A lo que quiero llegar es que estando el planeta Tierra en proceso permanente de convulsiones, estimo, creo, me parece, que ninguna autoridad debe estar opinando en función de calmar a la población, cuando, por el contrario, recomendar estar en alerta.

Nada es seguro en las entrañas de la tierra, ni fuera de ella. En cualquier momento puede ocurrir un gran, y desastroso, evento de cualquier naturaleza.

Cuando escuché a Chávez que había que pasar a los simulacros, se me vinieron a la mente dos cosas: la primera, que en la era petrolera de la IV hicieron un simulacro de evacuación del edificio sede de Pdvsa –por lo menos en Puerto La Cruz- y agarré tremenda arrechera pensado el por qué sólo ellos serían los privilegiados de estar debidamente preparados para responder ante un terremoto.

Por otra parte, esto ya lo escribí hace algún tiempo, expuse que había elaborado el esquema de un Plan integral de cómo actuar durante y después de un terremoto, o maremoto, a sabiendas de que estamos en un país con gran parte de su territorio propenso a terremotos. Ni se diga la zona nor-oriental.

Lo presenté a Defensa Civil, luego Protección Civil, y como siempre me mencionaron que estaban elaborando uno. Esta respuesta es automática cuando a un funcionario le propones una idea. Es como ofenderlo, ya que es el preparado para tales fines.

Desde Barcelona hasta Cumaná se considera la zona de más alta sismicidad. Al extremo de que hemos participado en foros con especialistas que exponen que algún día desaparecerá Cumaná. ¿Qué les parece? Y todo el mundo tranquilo.

La zona metropolitana norte de Anzoátegui, además, cuenta con instalaciones petroleras, muchas de ellas, según escuché, no cuentan con condiciones antisísmicas ya que las refinerías, inclusive Jose, se construyeron con planos, en inglés, de unas construidas en los países árabes casi sin riesgo sísmico. Ese era el negocio, o parte de él, con algunas trasnacionales.

Se está a la espera de la erupción de un volcán, Kick´em Jenny, en el Caribe que producirá un inmenso tsunami sobre nuestras costas. Todos tranquilotes.

A estas alturas de siglo todavía no contamos con el Plan de Contingencias conveniente y necesario, el que bosquejé en mi propuesta, que incluye, entre tantas variables, los simulacros.

Pero todo lo que se hace es lo que piensa Chávez. Menos mal.

Y del terremoto político, insisto en lo de un artículo anterior, pensé en auto-postularme pero… en definitiva no manejo ningún escenario mediático, menos el más importante, el televisivo. ¡Bien lejos!

Un reciente ejemplo vivido por mí me lo corrobora. En un acto donde fui invitado, Stalin en línea, donde el alcalde de Puerto La Cruz hace un local aló-alcalde, lo acompañaba Frasso. Stalin Fuentes me pidió que interviniera sobre una obra que estoy supervisando. Los presentes en su mayoría, y los usuarios de la radio y TV, primera vez que sabían de mí. Pero Frasso es súper conocido. Además, es invitado regular a Dando y Dando, programa catapulta para cargos ministeriales.

Olvídese, camarada, todavía el ventajismo está en los medios.

Por lo demás, ¡Patria, Socialismo o muerte! porque Patria Socialista no es lo mismo. Patria es ahondar en el concepto más profundo de nuestro vivir territorial. Socialismo es el avance por un camino tortuoso hacia una sociedad más justa, y del que apenas apartamos los primeros gamelotes y espinales, ah, con su estiércol por el piso. Y muerte porque tendremos que morir por nuestra Patria soberana. ¡VENCEREMOS!

¡Viva Chávez, carajo!

edopasev@hotmail.com


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Eduardo Palacios Sevillano

Ingeniero Civil. Escritor y caricaturista. Productor radial y locutor. Miembro de la directiva de la Orquesta Sinfónica del Estado Anzoátegui. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Bolivariana del Edo. Anzoátegui. Coordinador de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Anzoátegui.

 edopasev@hotmail.com

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