No sé si en este caso, la indiferencia es la mejor arma para el grupo de apátridas de la derecha, pichones de políticos que viajó a Yakarta, a solicitar prácticamente una invasión a nuestro pais para derrocar al Presidente más legitimo que ha existido en todo este Continente, en siglos, no sé si debe operar la aplicación severa de la Ley, pues ahí están las pruebas audiovisuales con lo que estos hijos de la canalla fueron a decir allá y además a recibir dinero que no tienen empacho en decir que van a utilizar para salir del líder de esta Revolución.
Lo que hacen es una demostración descarada y desgraciada de la incompetencia que como nuevas generaciones tienen, para enfrentar las ideas con ideas, lo cual desde ya les vislumbra un futuro como fuerza de la derecha, peor al que ahora mismo tienen los quienes fungen como lideres de una oposición amorfa y desfigurada por ilógica e inconsecuente con su propia Patria.
Según lo que trae la noticia, una de la formas que pretenden seguir utilizando son las redes informáticas como Twitter y Facebook, en una presunción de que nosotros los revolucionarios somos mancos o vivimos en la edad de piedra y no tenemos conocimientos para acceder a una computadora, y platearles la batalla, de igual a igual y con ventaja porque somos más, en ese terreno y en el que sea; que sigan creyendo que nosotros nos comunicamos con el resto del mundo con señales de humo: están meando fuera del pote como siempre y es por ello que les va tan mal.
Se agarran de una tabla de salvación cargada de dólares pero carente de mística, de amor por su país, de ideología y principios, bajo el cobijo nada menos y nada más que del peor presidente que ha tenido la potencia imperial, desprestigiado y genocida reconocido y mientras aquí nuestros jóvenes celebran con alborozo y amor patrio, el 19 de abril que hace 200 años inició lo que hoy estamos en el deber de completar, ellos, lo hacen pidiendo a gritos que el imperio venga y les garantice la herencia que no han podido cobrar, ni cobraran jamás, que como legado les dejaron sus antepasados del puntofijismo entreguista.
Es doloroso registrar estos hechos de jóvenes que con su actitud y actuación desdicen de su intrínseca condición de rebeldes, pero rebeldes ante las injusticias y y no ante lo que por gracia de Dios y la Revolución a cuya cabeza está y seguirá estado Chavez, hemos conquistado y nos queda por conquistar.-
Qué broma, para ellos, que desaprovechan la oportunidad de anotarse, con los nuevos aires de libertad que nos trajo el siglo XXI, no sólo aquí sino en toda América, haciendo bueno aquello de que “la espada de Bolívar camina por América Latina”; menos mal que sobran quienes levanten esa espada para envainarla, solo si y si, logramos la libertad plena del yugo imperial.-
Es doloroso y produce náuseas registrar como, mientras aquí miles de jóvenes celebran con el resto del país patriota, con alegría y fervor patrio, los 200 años del inicio de nuestra independencia, un grupo de esa especie de zombis que son la creación de los medios de los enemigos de la Patria, se arrastran ante los demonios de la guerra, para suplicarles ayuda contra el estado de cosas que por la vía pacífica nos hemos dado la mayoría d los venezolanos.
REFLEXIONES QUE NOS DEJA EL INCA VALERO, CON SU PARTIDA
Lo del Inca Valero ha sido una verdadera desgracia, pero a ella se suma la desgracia de una mediática que recoge expresiones de desquiciados, que pretenden relacionar de alguna manera algo estrictamente perteneciente a la mente y decisión de un ser, agobiado por su impotencia ante terribles enemigos como la secuela de los golpes, la droga y el licor, con lo político, especialmente con el Presiente Chávez, como si éste fuese un hombre capaz de influir ante un ser que a pesar de su fortaleza física, demostrada en muchos combates como deportista de los puños, cuándo más necesitaba la otra fortaleza, la del espíritu le falló y con dolor para familiares y quienes le admiraban, vimos como recibió un único nocaut, que no le permitió levantarse más.
Lo que hemos tenido que conocer de este hombre que bien pudo ser un ejemplo para nuestra juventud nos llena de desazón, y si queremos de alguna manera justificar su conducta, sin ser especialistas en la materia, tenemos que decir, que a la suma de miles de golpes recibidos en su carrera, tenemos que sumar lo proferidos por él mismo, todo lo cual seguramente, dañó en su mente la capacidad de raciocinio, afectó la fisiología de su cerebro, lo cual le condujo a cometer actos, que parecen, de entrada, inexplicables.
De todas maneras, nada hacemos con lamentarnos, la película no se puede retroceder y como existe la máxima de que todo hecho tiene su lado bueno, debemos sobre esta desgracia reflexionar, el terrible daño que este deporte le causa a la salud mental y física de quienes lo practican, es un deporte que si en mi estuviesa le quitaría su condición de tal, pues su objetivo es la violencia, su fin la destrucción del otro; ahí tenemos un largo historial de hechos en este deporte que registra casos terribles de boxeadores muertos en el ring, o a poco tiempo de salir de él, casos como el de el inolvidable Casius Clay (Mohamed Alí), con una enfermedad irreversible y degenerativa producto de los golpes, solo por citar uno, pero son muchos y a ellos se suma éste de uno de los nuestros, a quien según algunos medios, se le había diagnosticado un coagulo en el cerebro, que nadie se explica como es que quienes, le tenían como instrumento para producir ganancias, no hicieron nada por revertir tal situación, igual que su adicción al uso de las drogas, y más bien se desvivían por buscar nuevas oportunidades de explotar las dotes del campeón en busca del maldito dinero.
Ojala y esta dolorosa experiencia que enlutó a dos familias y a muchos venezolanos, sirva para que así como existen leyes que castigan la violencia contra los animales y los protegen, con mayor razón, y ahora cuando se puede porque estamos en revolución, a alguien con poder se le ocurra, introducir iniciativas que plasmadas en la ley, impidan que situaciones terribles como ésta se repitan en nuestro país y que obligue, a quienes de alguna manera tienen responsabilidad en el manejo de las vidas de quienes se inclinan por el boxeo, llámese Estado, Asociación de Boxeo, o particulares, a evitar por cualquier medio que tengamos que registrar en el futuro hechos tan lamentables como lo que vivió el Inca Valero, u otra que pueda cegar la vida de un ser humano, dentro o fuera del ring.--
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