A la militancia y a los Colectivos Socialistas-Revolucionarios del PSUV Frente a estas Elecciones Internas para la escogencia de Diputados a la Asamblea Nacional
La Asamblea Nacional o Parlamento, desde el punto de vista de la teoría constitucional clásica, viene a ser el Órgano del Aparato Político-Administrativo del Estado desde donde el pueblo ejercería su soberanía a través de un cuerpo de representantes electos, llamados Diputados, por un período determinado de entre cinco (05) a seis (06) años, y en el marco de lo que se ha dado en denominar el Estado Social de Derecho, esto último tomando como referente las definiciones y conceptos esbozados por el conocido constitucionalista Manuel García Pelayo, entre otros, así como del estudio comparativo de la realidad política de la mayoría de los países que practican la denominada democracia formal, como son el pequeño grupo de países que integran el Centro Dominante del Sistema Capitalista-Imperialista Mundial (EEUU, Reino Unido, Alemania, Holanda, Francia, Italia y Japón) y los de su periferia Dependiente (buena parte de los países restantes).
En el caso Venezolano, el concepto de participación popular en los asuntos públicos y de ejercicio de la soberanía igualmente popular, se planteó en los mismos términos indicados durante el largo período de los 40 años en la denominada Cuarta (IV) República (1958-1998), es decir se planteó en términos de una democracia meramente formal o democracia representativa, donde el proceso participativo de la sociedad estaba limitado al ejercicio del voto cada 5 años y donde la soberanía popular quedaba relegada a la actividad meramente parlamentaria realizada por Diputados y Senadores en el extinto Congreso Nacional, y por el Partidismo Cogollocrático Pro Oligárquico y Pro Imperialista, es decir donde la potestad para decidir sobre los grandes asuntos de interés colectivo en el ámbito interno y externo del país, quedaban limitados a las decisiones que tomara por una parte el cuerpo parlamentario nacional en el ámbito de sus atribuciones constitucionales como efecto de las Decisiones de los Cogollos Adeco-Copeyanos, en el reducido espacio físico donde realizaban sus deliberaciones que es y sigue siendo el hemiciclo parlamentario ubicado en el Capitolio Nacional, y por la otra, las Casas Nacionales de estos partidos conocidos como la Guanábana, decisiones tomadas sobre la base de la autonomía y exclusividad total dada por la constitución respecto al colectivo nacional, en aspectos como a) La formulación, debate y aprobación de Leyes y Acuerdos de efectos generales y particulares sobre los asuntos de interés público, y por tanto de obligatorio cumplimiento por todos, b) El ejercicio del control genérico administrativo sobre las actividades realizadas por el Poder Ejecutivo (Gobierno Nacional) en el ejercicio de sus funciones, como el manejo de las finanzas públicas y la ejecución y control interno del presupuesto nacional, y 3) El mantenimiento el ordenamiento constitucional en general.
Dicho concepto de participación política popular vía representación formal, fue sólo parcialmente superado en el plano teórico y bastante menos en el terreno práctico por la nueva idea de participación y protagonismo popular en los procesos de toma de decisiones sobre los asuntos públicos, con carácter vinculante para los órganos y entes que conforman el entramado político administrativo del Estado Venezolano en todos sus niveles y sectores, nueva idea que sustenta la novedosa doctrina constitucional vertida en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) y que es el eje medular, central y fundamental de la dinámica de relacionamiento socio-estatal (relaciones sociedad-estado) propuesto en la misma: La Participación y El Protagonismo Popular o Estado de Democracia Directa, así como la base y razón de ser esencial del Nuevo Modelo de Estado del mismo carácter.
Como decía, la idea de democracia representativa formal fue sólo parcialmente superada si se observa, la permanencia aún del enorme déficit cultural en materia de participación colectiva como forma de resolución de los asuntos públicos, por parte de las clases subalternas explotadas, y desposeídas de sustrato material, déficit que es comprobable empíricamente al poder observarse el bajo grado de manejo operativo e instrumental de herramientas como la Gestión y la Planificación Estratégica Participativa, el Conocimiento y Aplicación del Modelo de la Visión Sistémica e Integrativa de la Realidad y el Trabajo en Equipo y Colaborativo, a nivel de los participantes en las nuevas estructuras diseñadas para promover la participación, a decir de los Consejos Comunales, así como la todavía apreciable baja participación popular y la ausencia de la práctica de los valores de la cooperación, la integración social y aún hasta de la solidaridad en buena parte de este tipo de organizaciones.
La causa fundamental de este déficit cultural, referido a la falta de disposición a tomar partido por la opción de la participación colectiva como forma de resolución de los asuntos públicos, por parte del proletariado venezolano, es atribuible principalmente -además de la influencia que genera el impacto permanente sobre la psique individual y colectiva de la promoción, estímulo y reforzamiento conductual de comportamientos consumista-compulsivo, competitivo-individualista, violento-reactivo y pasivo-apático-complaciente a cargo del subsistema publicitario-mediático del capitalismo-, como decía este comportamiento político-social generalizado tiene muy lamentablemente como causa principal a la subjetividad que predomina en buena parte de la psique de los actores –aunque de ninguna manera en la mayoría de estos- que vienen asumiendo el rol como operadores políticos en la cúspide de la dirección formal en las estructuras del Poder Constituido y en la Dirección de la Organización que actualmente funge como vanguardia principal del proceso de cambios en marcha, nuestro Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quienes basados en una visión oportunista-pragmática del ejercicio del poder, se han hecho de las mismas prácticas y modos de hacer política burocratistas, clientelares y corruptocráticas de la cuarta, y peor aún en los actuales momentos electorales asumiendo demagógica, declarativa y cínicamente el discurso socialista, como forma facilista y cortina de humo, respectivamente, para erigirse y mantenerse como castas y élites dirigenciales del actual proceso de cambios, prácticas que sólo han conducido al desgaste, la frustración, el desencanto, la inercia y la desmovilización de la propia militancia inscrita y más allá, de importantes nucleamientos de trabajadores asalariados del campo y la ciudad, y en consecuencia mermando y alejándonos con ello de las posibilidades de alcanzar logros y victorias en la consecución del gran objetivo estratégico a ser realizado en el aquí y el ahora, que es la Construcción del Socialismo, el cual es necesario abordar a partir de formas de representatividad participativa popular más directas, que permitan la toma de decisiones efectivas en todas las materias de interés público (Alimentación, Salud, Educación, Vivienda, Transporte, Esparcimiento, Seguridad, Defensa, etc.) y en todas las etapas y fases del Proceso Productivo, como son la Planificación, la Dirección, la Ejecución y el Control previo concomitante y posterior respecto al ¿Qué?, ¿Cuánto?, ¿Cómo? y ¿Para Quién Producir?.
Considerando lo antes expuesto y en síntesis, hago un llamado a los integrantes de los Colectivos Socialistas Revolucionarios que hacen vida en el PSUV, a cerrar filas con relación al contenido de nuestro discurso en torno a cuales son las tareas centrales que debemos cumplir en la AN y desde ésta, así como frente a las manifestaciones ventajistas que podamos observar en los sectores continuistas de raigambre oportunista, las cuales deberán estar referidas a:
· El desmontaje y la desmitificación de esa estructura burguesa que es la Asamblea Nacional y buena parte del entramado institucional del actual Estado, comenzando con medidas como la aprobación de remuneraciones y emolumentos a un nivel sólo ligeramente superior al que accede la mayoría de la población asalariada de nuestro país, que se correspondan con el sentido de la ética y la moral socialistas, considerando que el presupuesto de la AN debe cubrir los gastos de movilización y de eventos que se realizan a fin de dar cumplimiento a las funciones propias de esta instancia.
· El desmontaje y la desmitificación de las demás estructuras del poder constituido, mediante leyes que garanticen y permitan hacer real la autonomía político-organizativa de las clases subalternas, poniendo dichas estructuras al servicio de los Procesos de Tomas de Decisiones Efectivas y de Planificación, Ejecución y Control en lo Político y en lo Económico, orientadas a la Construcción Socialista a Cargo de las Comunidades Organizadas en Consejos Comunales y agrupaciones de estos en Comunas y de los Trabajadores Asalariados del Campo y la Ciudad Organizados en Consejos de Trabajadores.
En tal sentido, garantizando legalmente que el grueso de los recursos financieros y materiales que manejan estos órganos y entes integrantes del entramado político-administrativo y de servicios del Estado, así como los trabajadores de los mismos, se pongan al servicio del cumplimiento de la Tarea Estratégica Central de esta Etapa de la Revolución: La Construcción del Socialismo.
· Formular leyes revolucionarias que permitan sustantivar y hacer efectiva la Organización, Funcionamiento y Desarrollo de Actividades del nuevo Estado Popular Comunal y de Consejos de Trabajadores.
· Desarrollar una práctica política consecuente con el discurso en el seno de la militancia revolucionaria, las bases populares, las organizaciones de trabajadores asalariados y demás sectores sociales aliados al proceso, que conduzca a su fortalecimiento y cohesión, y su mayor calidad y efectividad político-organizativa.
· Asumir el combate abierto, transparente y decidido dirigido a la erradicación del flagelo de la corrupción administrativa y de los negociados en Administración Pública y de Justicia en todos sus niveles territoriales y sectores, y en tal sentido darle carácter orgánico, más no burocrático, al Sistema de la Contraloría Social como medio para garantizar el ejercicio efectivo del Control Social de la Políticas Públicas por parte del Soberano, permitiendo el manejo de información y por tanto poder en el control y seguimiento de los casos de incumplimientos y deviaciones en la ejecución presupuestaria de los entes del estado y en los contratos de obras y servicios públicos, así como potestad para efectuar una primera instancia de sustanciación de los mismos y su posterior remisión a la Fiscalía y/o a la Contraloría, como entes especializados en materia de determinación de responsabilidades civiles y administrativas, respectivamente.
· Promover activamente la organización de la Defensa Integral de las Conquistas Políticas, Sociales y Económicas logradas por la Revolución y la Defensa de la Soberanía frente a las amenazas desestabilizadoras promovidas interna y externamente por el Imperialismo y la Reacción Contrarrevolucionaria.
· Darle apoyo irrestricto y coordinar las medidas que en tal sentido y de manera complementaria se desarrollen desde el Ejecutivo Nacional y especialmente las solicitadas por el Presidente Hugo Chávez.
Finalmente, hago una llamado a que observemos y evaluemos el discurso del continuismo reformista-oportunista, sobre todo en lo atinente a la arista demagógica en el manejo de la idea socialista, y tengamos presente que una de las costuras rotas de estos sectores y el indicador fundamental para su desmontaje son las señales del ventajismo que ostenten en el caso de uso masivo -y dirigido a masificar- de medios propagandísticos, facilidades para el traslado de sus “equipos de propaganda”, acceso y disposición de gran cantidad de elementos de logística (transporte, alimentos y agua) y de medios de movilización, característicos de las maquinarias electoreras y clientelares cuarto republicanas, aspectos que son observables acá en Caracas donde aparecen forradas de afiches cualquier cantidad de paredes, aun cuando según el reglamente ese tipo de propaganda debe ser entrega de manera personal a la militancia. También puede apreciarse por todos, el grosero, antiético e inmoral despliegue de protagonismo ventajista, de que hacen gala descaradamente algunos Miembros de la Dirección Nacional del Partido en Eventos Televisados de Todo Género, tanto Oficiales, como en “Programas de Opinión”, etc., principalmente en VTV Canal 8, todo esto ante la mirada indiferente y complaciente de los integrantes de las supuestas comisiones de seguimiento a que hace referencia el Reglamento Electoral Interno.
Para los socialistas revolucionarios, a diferencia de la máxima que promovió Nicolás Maquiavelo según la cual “los medios justifican los fines”, la consigna es: ¡¡¡Los medios condicionan los fines!!!
¡¡¡Patria Socialista o Muerte!!!
¡¡¡Venceremos!!!
El Che, Bolívar, Martí, Sandino, Farabundo, Camilo Torres... Viven!!!
(*) Candidato a Diputado de la AN por el PSUV, auto postulado N° 44 en el Circuito Nº 2 del Distrito Federal: Parroquias 23 de Enero, San Juan, Catedral, Santa Teresa y Altagracia del Municipio Bolivariano Libertador.
aangel497@yahoo.com