Precisamente allí, en el Centro de votación Manuel Palacios Fajardo del 23 de Enero donde vota Chávez, ganó, en contra de las maquinarias de candidatos favorecidos por las instituciones del Estado, Juan Contreras.
El mismo que militó políticamente en el marco de la campaña con la consigna que surgió desde la base: ¡Ni burócratas ni capitalistas a la Asamblea Nacional! Consigna que empalma con aquella que gritaron a las Puertas de Miraflores los indignados chavistas el 03 de diciembre de 2007: ¡Limpieza y más Revolución! Una consigna que debería sintetizar desde hace tiempo los resultados y las conclusiones de la aplicación rigurosa y seria de las Tres R: Revisión, Rectificación y Reimpulso.
Llama la atención, y amerita que se convierta en un hecho para reflexionar, que esta victoria de Juan Contreras en el Centro Electoral donde vota Chávez se concreta en contra de los favorecidos públicamente por el Presidente, quien militó sinceramente con las candidaturas del joven Robert Serra y del viejo Soto Rojas. Derecho que le respetamos al Presidente, independientemente de su desubicación para el momento en que lo manifestó.
Es necesario decir, que detrás de la postulación de Juan Contreras se expresa una franja de luchadores que desde hace tiempo y de manera reciente militan en el campo de la revolución y que han estado en primera fila cada vez que el proceso requiere de su defensa y su profundización.
Para mí la votación en el Manuel Palacios Fajardo, de una u otra manera, refleja la votación en la totalidad del Circuito N°2, fundamentalmente por la importancia de ese centro y por lo que implica en contra de Juan Contreras lo que dijo el Presidente ahí.
En honor a la verdad, tengo que agregar que existe una diferencia entre los votos ejercidos y depositados libremente vs. los votos ejercidos y depositados bajo la presión de las maquinarias del Poder. Tengo que aclarar que las Gobernaciones, Alcaldías, las Juntas Parroquiales, los Ministerios y las Carpas Tricolor son instituciones o extensiones del Estado que no deben estar al servicio de ninguna candidatura. De esta manera no se educa para la revolución, ni mucho menos se hace revolución. Así lo único que se hace es una distorsión nefasta de la política, que en nada se diferencia de los manipulados procesos electorales de la derecha y de los que se inscriben conscientes o no, en la lógica del capital, es decir, de aquellos que ven la política como un ejercicio de acumulación de poder para su confiscación y lucro. Todos los recursos de estas instituciones son recursos presupuestados del Estado, es decir, recursos y dinero del pueblo que no puede estar al servicio de ninguna postulación electoral.
A ti Juan Contreras, en nombre de los muchos que comparten el contenido de este articulo te hago extensivo un saludo revolucionario, antiburocrático y anticapitalista.
Para ti y a todos los que te acompañaron de manera honesta en estas primarias del PSUV hazle extensivo también este saludo. Lo hicieron muy bien. Tú lo sabes: la lucha continúa dentro o por fuera de ese parlamento donde todos sabemos, que en definitiva no es una instancia decisoria ni real por donde transcurre la revolución, las revoluciones esencialmente tienen un componente de carne y hueso y un ámbito territorial, la lucha de clases y la calles del mundo.