29 de abril 2009. - El Grupo de Trabajo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó el miércoles al gobierno de Bolivia y de los países cuyos ciudadanos están presuntamente vinculados con un complot terrorista contra la vida del presidente boliviano, Evo Morales y otros funcionarios del Ejecutivo, a investigar el incidente con "todo rigor".
En un comunicado, los expertos del Grupo de Trabajo de la ONU expresaron "su profunda preocupación" por los hechos registrados el 16 de abril en la ciudad de Santa Cruz cuando un operativo de la policía desbarató una supuesta célula terrorista, abatiendo a tres presuntos sicarios y deteniendo a otros dos, de un grupo irregular conformado por extranjeros y bolivianos.
"El Grupo de Trabajo llamó al gobierno de Bolivia y los de los países con nacionales presuntamente vinculados al complot, a investigar con todo rigor el incidente y llevar a los culpables ante la justicia", señala el documento.
Igualmente recuerda las resoluciones de la ONU que afirman que el reclutamiento, financiamiento, entrenamiento y utilización de mercenarios para derrocar gobiernos de miembros de Naciones Unidas constituyen graves ofensas para todos los Estados.
El pasado 16 de abril en la ciudad oriental de Santa Cruz la policía boliviana desbarató un supuesto grupo terrorista y abatió a tres de sus integrantes que se hospedaban en un lujoso hotel de esa ciudad: Eduardo Rózsa Flores (boliviano-húngaro-croata), Árpad Magyarosi (rumano de origen húngaro) y Dwyer Michael Martin (irlandés).
En el lugar del enfrentamiento se detuvo a Mario Francisco Tadic Astorga (boliviano con pasaporte croata) y Elöd Tóasó (húngaro), quienes fueron enviados con detención preventiva a la cárcel de San Pedro en la Paz, acusados por el delito de terrorismo.
El Gobierno boliviano denunció que el grupo irregular desbaratado en Santa Cruz planificó atentados con explosivos como a la vivienda del Cardenal, Julio Terrazas y, luego, otros más feroces contra personalidades; tales como el presidente, Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García Linera y el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.