Casi una generación después, el poder adquisitivo de los venezolanos y venezolanas, ha aumentado, gracias a las políticas del Gobierno Bolivariano. El abanico del consumo, se abrió a las clases que no habían tenido acceso a bienes y servicios vitales, así fue que crecimos pero aun con serias deficiencias en la planificación y en la distribución racional. En este sentido, el aumento cuantitativo y el uso del dinero como única forma de adquirir bienes y servicios, no es aun suficiente, si estamos dominados por patrones consumistas norteamericano, no planificado e individualista. Ya el problema no circula en el hecho de no tener los realitos para comprar la leche, sino que se centra en su existencia. Los factores de este hecho son múltiples y debe formar parte del debate revolucionario. Es así, como dejo plasmado en estas líneas, solo un humilde análisis, de las múltiples aristas de este estructural problema de nuestra economía dependiente y parasitaria.
Voy hacer mención a una de las posibles causas: “El Golpe Suave”. Este formato, con sus conocidas fluctuaciones, ha estado presente prácticamente desde el año 2001, cuando la oligarquía venezolana, haciendo uso del libreto imperial estadounidense, no pudo meter al Comandante Chávez en su paquetico de adulancia y prebendas coloniales. Así, de manera gradual las productoras de alimentos e importadoras, sumado al Golpe de Estado y Petrolero del difícil año 2002, se han montado paulatinamente en la desaparición de rubros alimenticios y antojitos publicitarios de gran demanda por la familia venezolana. Aceite, Leche, Harina PAN, Margarina, Mayonesa, hasta los refrescos, entre otros… ahhhhhh y que casualidad, casi todas del espectro de marcas de la muy “generosa” “Si se Puede” Empresas Polar.
Se sabe, que desde algún tiempo mercenarios económicos, compran producción de esta empresa y lo distribuyen por la red de buhoneros, que ni cortos ni perezosos y a la vista de todos, exhiben los “alimentos mercancías” en la gran vitrina de nuestras calles y pueblos, incrementándolos a un promedio entre 30 y 40% más caro que los regulados. Cuando van las autoridades a ver si están acaparando, salen los grandes Supermercados alegando que ya vendieron lo que les despacharon y se escudan de vez en cuando sacando unas laticas de leche para crear un ambiente de escasez perpetua. La derecha en Venezuela mantiene aun la hegemonía de los medios de “desinformación”, quienes crean matrices, aterrorizan y confunden; el reto seria como contrarrestamos esta situación.
Es triste y preocupante el espectáculo de ver como en estas grandes cadenas de Supermercados, sacan las latas de leche y las reparten de dos por persona. Por su puesto, se riega la voz y la familia completa se aparece para pelearse por sus dos latas, que sumando a cinco miembros de la familia, se llevan diez, para garantizar su cuota familiar, esto sin ver para los lados, sin importar al que quedo sin comprar su lechita…Que mala leche, diría yo!!!
Entonces, es necesario como militante revolucionario hacerse algunas preguntas ¿Hasta cuando vamos a seguir aguantando esta matraca que traca traca?, ¿hasta cuando el pueblo, será victima de estos oligopolios de los alimentos, que deciden sobre nuestro destino y manera de comportarnos? ¿Hasta cuando mantener la economía, al libre albedrio, de que si quiero comprar 10 cartones de huevo, los compro por que tengo los reales, o si me da la da la compro 5 pacas de harina de maíz?
Al Respecto, es necesario atacar de frente a Empresas como Polar y Transnacionales como la Nestlé, que aplican el Golpe Suave, manteniendo a la colectividad en zozobra constante; allí se cuelan comentarios como “antes había de todo y el pato y la guacharaca”. Lo peor, que aun por la escaza conciencia política y de clases, no somos capaces de identificar a nuestros enemigos, sino que sale el famoso “culpechavez”. La espada de Damocles de nuestra Revolución, es nuestra política comunicacional e ideológica, no informamos, decimos muy poco y hasta escondemos los trapitos sucios, desmintiendo todo.
La idea no es desmentir nada, la idea es combatir con argumentos, pero también, como Estado que somos todos, aplicar todo el peso de la Ley a este Golpe Suave, que se escuda en la escasez, en el comercio con los buhoneros y en el contrabando a Colombia, país que si vive una economía feroz de mercado. De esa economía Colombiana, se llenan las arcas estas empresas de los alimentos, que como mera mercancía, sacan de nuestro país, parte de nuestro bocado.
A su vez, debemos ir pensando, de la manera más creativa, como lograr por medio de una economía planificada, transitar el camino de la “economía de lo necesario”, de lo justo. No es llegar a una libreta de racionamiento (no estoy en contra de ella) pero si es fijar prioridades. Ejemplo, a mi entender la leche no debería ser un alimento de libre compra de capricho consumista, debe ser prioridad para niños y algunos ancianos (ojo muchos estudios hablan que la leche de vaca, no es tan necesaria, como nos impusieron). Es necesario hacer campañas que orienten el consumo racional y no la locura del “sálvese quien pueda” la cual se aprovechan los operarios del Golpe Suave…En este formato desestabilizador, esta la triada de la derecha: Medios de Comunicación, Empresas Privadas y Partidos Políticos, financiados por el Departamento de Estado Estadounidense.
Así, que mientras no politicemos la discusión, no se priorice, mientras no planifiquemos que los alimentos lleguen a todos y a todas; seguirán muchos compatriotas en lucha fratricida, agarrándose de las greñas pa llevarse a su casa sus 10 latas de leche, mientras otro venezolano se pregunta ¿Dónde esta mi Leche?... ¡!!Que mala Leche!!!! compay, comay…
Independencia, Patria Socialista…Viviremos y Venceremos.
Patria o Muerte…VENCEREMOS!!!
@OJArmas
#PONTEpilas Oriente
Nueva Esparta, Isla de Margarita.