En varias oportunidades y hace años, escribí acerca del potencial del estado Vargas, de las muchas actividades que pueden tener como escenario esa región, la cual tiene como compañero permanente al majestuoso Mar Caribe. Escribí que puede ser el lugar en el que podían ser realizadas jornadas deportivas de carácter internacional que nos permitirían establecer fuertes vínculos con las naciones que tienen costas caribeñas.
Hoy, afortunadamente, parte de ellas están resultando a consecuencia de una, hasta ahora, aparentemente real política en ese sentido. Si es cierto que hay una política real, pues aplaudamos lo que ocurre.
Hemos visto el éxito del Suramericano de Playa y está por allí la construcción de un par de estructuras que corresponderían a los estadios de beisbol y futbol, como había sido anunciado en una oportunidad. Recientemente y pese a todo lo dicho y publicado, se dejó escuchar el rumor de que la estructura para las actividades futbolísticas no sería realizada, lo que deja correr el velo de una delicada situación que podría afectar a miles de jóvenes.
¿Por qué?
Por la sencilla razón de que existen una Liga Menor Pre Infantil y Juvenil que la integran 90 equipos. Por otro lado, se cuenta igualmente con 60 equipos de 1ra Categoría, además de la Asociación de Futbol con 25 equipos y la conocida Liga de Veteranos y Supe Veteranos que tiene 42 equipos, cada oncena con 25 jugadores cada uno.
Como se aprecia, hay todo un colectivo deportivo con muchas familias detrás, con muchos hijos aprendiendo y os que están por nacer. El caso es que el futbol –del cual precisamente está a punto de iniciar un mundial en la geografía de nuestro vecino Brasil- de Vargas si merece su estadio, el cual podría también convertirse en otro semillero de mucho valor para el balompié venezolano además de constituir otro escenario también importante, de relieve para los encuentros nacionales y los tan necesitados campeonatos entre países caribeños.
Por si fuera poco, es importante que se diga que detrás de cada disciplina deportiva hay toda una industria que está obligada a surgir y precisamente en este momento revolucionario que se está dando en Venezuela, donde todos apostamos por alejarnos de las importaciones y producir nosotros mismos lo que necesita nuestra sociedad.
Las actividades deportivas movilizan miles, millones de personas, tanto en lo nacional como internacional. Esa movilización no solo implica participación activa de personas que disfrutan de los eventos, sino igualmente la participación activa de otras personas que suministran los servicios necesarios para que la instancia social que es el deporte crezca para bien de su entorno. En este caso, el estado Vargas y por ende Venezuela, por eso, hay que apostar a la real política deportiva, esa que tiene visión de futuro, que mira por encima de los 50 años por venir.
Lee el siguiente blog: wwwpertinentes.blogspot.com (Premio Aníbal Nazoa/2010) Mención Opinión)