Lo que leeremos a continuación son ideas expresadas por el comandante Hugo Chávez Frías en ocasión de desarrollarse en Caracas, los días 12 y 13 de noviembre de 2004, el Taller de Alto Nivel, con la participación de ministros, gobernadores, alcaldes y otros voceros del poder público venezolano.
En dicha actividad, el ciudadano presidente realizó una descripción de las formas como se presenta la corrupción en la administración pública venezolana. Allí resaltó el presidente las siguientes expresiones de ese mal endémico nacional que ahora queremos recordar en este escrito, pues las consideramos muy a propósito de los rumores y comentarios que circulan aquí en Ciudad Guayana respecto a la gestión del burgomaestre de este municipio. Y son muy a propósito porque entre lo que dice Chávez y lo que hace este alcalde media una inmensa distancia. Además de una pésima gestión al frente de la alcaldía, sus manejos de los dineros públicos son sospechosos. Este parece ser uno de los enchufados en el gobierno bolivariano que ha utilizado el cargo para el cual fue electo en beneficio personal. Algunas evidencias de esto se observan por ahí.
Veamos lo que afirmaba el presidente:
se sabe que hay muchas maneras de ser corrupto, que si el depósito que llegó para el presupuesto de un mes lo colocan en un banco y entonces el banco da una comisión. Eso es corrupción, compañeros, eso es corrupción.
También existe el uso de los recursos del Estado para beneficio personal, de cualquier manera, malversación de fondos, la dilapidación de recursos y el porcentaje que le cobran al contratista para realizar algún trabajo.
Miren, empezando el gobierno, antes de hacer un viaje, me llevan para que firme una hoja para hacer un depósito a mi cuenta. Yo pregunto: Epa! ¿Qué es esto? ¿Por qué esa plata es mía? Son los viáticos suyos ¡Viáticos! ¿Yo? Que viáticos voy a estar cobrando yo si el Estado me financia todo. ¡Viáticos yo!, ¡Eso es corrupción! ¡Claro que es corrupción!
Un alcalde que venga para acá y traiga chofer, vehículo y gasolina paga, y hotel pago, o se quede en casa de un amigo, una amiga, una familia y pase aquí 5 días en reuniones y después llegue allá a que le depositen los 5 días de viáticos. ¡Ese es un corrupto! ¡Es un inmoral! ¡Esa platica es para los muchachitos pobres, compadre!, aquellos que no tienen chofer ni carro. ¡Eso no es para ti! Eso es corrupción. Pero eso hay que hablarlo ¿saben? Por qué mucha gente cree que eso no es corrupción. Y resulta que si lo es.
Yo varias veces he llamado a alguna gente: Mira vale, ¿Cómo es eso de que te compraste esto? Yo tengo como norma que mientras esté en la Presidencia de la República, no tengo casa, ni voy a tener casa, lo digo por adelantado; no tengo carro ni voy a tenerlo. Un funcionario público no puede estar haciendo negocios.
Si usted quería comprar una casa, porque la familia está ilusionada con una nueva casa, porque la actual es muy pequeña, y resulta que usted salió electo alcalde, esa compra tiene que quedar congelada. Oye, que yo tenía planes de comprar un fundito por allá, ¡ah! pero ahora es gobernador: no puede hacerlo compadre, aunque ya tenga reunido la plata, porque tienen que dar el ejemplo.
¿Qué va a decir la gente de un gobernante que llegó y a los pocos meses tiene tremenda casa o compra una hacienda? ¡Ah! para eso fue que llegaste a gobernador o a alcalde, para que ahora tengas tremenda camioneta también, y te la vivas viajando? No chico, todo lo contrario, cada funcionario tiene que dar el mejor ejemplo. En la administración pública hasta el último centavo es del pueblo, sobre todo del pueblo pobre
desde que usted entró a ocupar su cargo lo hemos venido observando, hemos notado que su modo de vida ha cambiado mucho, tanto que sumando todo sus bienes y entradas económicas que usted y sus allegados puedan compartir, no es suficiente para llevar tal modo de vida. Vengo para que usted me explique de donde ha sacado esa plata.
¿Cómo hizo para tener tal camioneta, su esposa otra y su hijo mayor otra? ¿Cómo hizo para haber comprado la lujosa quinta que habita en la urbanización tal, cómo hizo para comprar la finca que posee en el estado tal, cómo hace para que usted y su familia hayan viajado varias veces al exterior, cómo hace para comer casi siempre en los más lujosos restaurantes y cómo hace para tener en los bancos tantos millones de bolívares?
Luego, el 25 de julio de 2009, pronunció Chávez un discurso en ocasión del X Aniversario de la convocatoria para la elección de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente. Esta vez insistió en su denuncia y dijo lo siguiente:
Dentro de un mes o una semana o mañana mismo aparezco yo en Apure con un hato, yo que no tengo una hectárea, ni nunca tuve. ¡Ah, Chávez ahora tiene un hato, mira las camionetas que carga, mira y ahora anda en un avión! Chávez, oye, el tipo compró allá en las islas del Caribe, por allá en cualquiera de ellas, ahora tiene una mansión. Bueno, resulta que sin duda Chávez robó, se robó la plata del pueblo. ¿Quién puede dudarlo? Mira, pero no hay pruebas. Las pruebas son sus bienes, la prueba es su estilo de vida. ¿No es así, señor contralor, verdad?.
Si él no demuestra de dónde sacó dinero y de dónde saca dinero para sostener un nivel de vida de ese tipo, pues Chávez tiene que ir a prisión, hay que decomisarle o quitarle todos los bienes que adquirió.¡Bueno, hagámoslo, hagámoslo!
Para finalizar este escrito citamos al compatriota Carlos Lanz Rodríguez, quien sobre este asunto de la corrupción de los funcionarios públicos expresa lo siguiente en un artículo de reciente circulación: El corrupto puede ser identificado por el afán de vivir y ser reconocido por los patrones de consumo antes reseñados, impuesto por capas sociales que poseen un alto poder adquisitivo, siguiendo modas y estereotipos inducidos por promociones comerciales enajenadas, las cuales se encuentran más allá de lo que permite el ingreso legal del funcionario público. Preguntamos nosotros: ¿Se inscribe en esta definición el susodicho? ¿Y si esto es verdad qué espera para proceder la dirección del PSUV regional?
(Nota. Las notas escritas por el comandante Chávez, aquí citadas, fueron tomadas de un artículo elaborado por Carlos Lanz Rodríguez, publicado hace pocos días en Aporrea).