La lucha contra el contrabando que es una de las armas aprovechada por a derecha, al máximo, para sumarla a sus estrategias de guerra económica, en sus ansias por lograr el poder, es una prueba, me atrevería a decir la más importante prueba y más difícil reto, que se le presenta al gobierno del Presidente Maduro.
La confesión de parte de la derecha al otorgar y por lo tanto apoyar directa e indirectamente al flagelo que tanto daño le ha hecho a la economía nacional, es tan evidente que es una de sus formas de lucha que en un país en el que acusan al gobierno de atentar contra la libertad de expresión, vemos a muchos de sus miembros para llamarlos de alguna manera, pues lo de líderes no les cuadra, declarar contra medidas puntuales como la implementación de la capta huellas, como una forma, entre otras de minimizar el bachaqueo y las colas que aprovechan para ejecutar su plan, de por esa vía crear malestar en la población achacándole al gobierno la culpa de ese fenómeno que afortunadamente está siendo vencido.
Lo que hemos visto hasta ahora nos lleva a tener la esperanza de que con la eficiencia demostrada, siempre y cuando se mantenga en el tiempo, sin desmayar y se incremente cada día con resultados tangibles como la destrucción de trochas, evitando se construyan nuevas, la detención de funcionarios con castigos ejemplarizantes, a quienes se les compruebe participación como parte de las organizaciones mafiosas, el comiso inflexible de productos en grande, mediana e incluso pequeña escala, podemos sin temor a equivocarnos que esta batalla con seguridad va a ser ganada.
La forma eficiente en que la Fuerza Armada está actuando en todos los frentes contra la criminalidad involucrada en el contrabando, lo cual ya ha cobrado una victima en la vida de un honorable funcionario militar de alto rango, nos da pie para ser muy optimistas y esa contrariedad que enluta a la institución armada y a todo el país revolucionario, no es sino otra equivocación de las mafias, que deben estar conscientes, que con ello lo que logran es comprometer en mayor grado a la Fuerza Armada para regalarle al país una contundente victoria contra el flagelo del contrabando.
Sin embargo no está demás advertir que el poder económico de las mafias es de tal dimensión, que no van a entregarse fácilmente, sin buscar cualquier vía para defender su negocio pues cuentan con el apoyo externo e interno ya que, y es algo que ya es publico y notorio, son fuente de financiamiento de políticos a ambos lados de la frontera, cuadrados contra la revolución venezolana a quien le tienen jurado su aniquilamiento.
Pero quizás han obviado que el país que ahora tenemos, con una Fuerza Armada depurada en alto grado, es garantía de victoria pues además de ser una institución, que en nada se parece a la que durante la cuarta república conocimos, en la cual militares de alto rango eran jefes de mafias de todo tipo, por primera vez es una institución formada con bases doctrinarias, que las dotan de herramientas para no permitir que el virus de la corrupción le corroa, claro que hay excepciones que por no ser la generalidad sino pocas, son detectables como ha quedado comprobado con la detención de militares según reseñan algunos medios.
En fin, aquí no puede ni siquiera pensarse en perder esta batalla en la que por cierto el pueblo está participando, incluyendo a esa parte de él, que engañada ha estado al lado de la derecha y al ver que queda comprobado, con resultados, que la afirmación del gobierno de que lo que hemos vivido no es otra cosa que una guerra económica emprendida por la derecha política, mediática, interna y foránea, era absolutamente cierta y que ellos también se van a beneficiar como cualquier ciudadano, por fuerza van a reflexionar, lo cual será una de las consecuencias negativas que los contrarrevolucionarios, van a lamentar, como han tenido que hacerlo por otras metidas de pata como las guarimbas y sus funestas consecuencias.
La victoria está garantizada entonces, pero no hay que dar cuartel, en ningún frente el de impedir el contrabando de manera absoluta y el de la lucha interna contra comerciantes inescrupulosos, aún siguen haciendo de las suyas con absoluta impunidad, colocando a los productos el precio que e precio que les da la gana, y de manera desesperada, pues intuyen que tarde o temprano la ley les va a llegar como les ha llegado a otros, aunque hay que aceptar que mientras ello sucede como aquí en el Táchira, en donde las ventas ilegales de productos continúan a la vista de las autoridades, los altos precios sobre todo en bodegas y pequeños abastos se incrementan cada día, los almacenes de ropa, zapaterías, ferreterías, farmacias, carnicerías etc., siguen violando la ley, vemos con envidia como en otras ciudades del país ley se impone y se establecen correctivos demostrativos de que hay autoridad,
No nos explicamos por ejemplo cómo en el único supermercado Bicentenarios de la capital tachirense las enormes colas continúan, con el pueblo que acude, al sol y al agua, sin que la autoridad regional proceda a corregir tal inconsecuencia y más por ser un expendio dependiente del Ministerio de Alimentación.
De todas maneras la fe sigue presente en el pueblo y la esperanza le acompaña.- Veremos……
