En las últimas semanas se han percibido una serie de acontecimientos un poco desagradables en nuestro país, escases de alimentos, medicinas y demás… los locales comerciales se han dado a la tarea de llevar a la población al borde de la locura, haciendo colas interminables para obtener un producto que si lo logras conseguir el precio es exorbitante, lo que me parece inconcebible es que mientras el venezolano hace un esfuerzo sobre humano para obtener dos paquetes de harina, compotas, pañales o toallitas húmedas, los buhoneros cuentan con un gran inventario de los mismos y me pregunto ¿en realidad hay escases?, ¿Por qué los buhoneros si tienen los productos de la cesta básica?, ¿Quién le distribuye a estos los productos?.
Hace unos días fuimos a Makro la Yaguara con la intensión de hacer mercado, para nuestra sorpresa los anaqueles estaban vacíos a excepción de las chucherías, los licores y un pasillo lleno de pañales talla G, la gente estaba como loca y no había una restricción en la cantidad que podía llevar cada persona tanto así que algunos llevaban el carrito lleno, lo más seguro para luego revenderlos afuera y ganarle hasta cinco veces más de lo que les costó en el establecimiento, esto es injusto porque quien en verdad los necesita no lleva una cantidad tan extrema pensando que alguien más puede necesitar.
Lo mismo sucede en Locatel, ubicado en la esquina el conde, frente a Casa Amarilla, a parte que venden más caro que en cualquier otra farmacia apostan a los usuarios a sufrir haciendo colas para que te vendan un paquete de toallitas húmedas que tienen escondidas en el depósito y sacan solo una pequeña cantidad al público cuando a ellos les da la gana y a una hora especifica que la gente se queda haciendo las colas esperando que los señores se dignen a sacar más a la venta, de paso el personal no está capacitado para atender al público, te tratan mal y tienes que comprar lo que a ellos les da la gana.
Estas situaciones ponen a prueba la paciencia de cualquiera y molesta en sobremanera ya que una persona no hace esas colas por gusto sino por necesidad pero eso no lo entienden en estos establecimientos, al parecer les hace feliz ver a las personas sufriendo, calándose colas de hasta una hora para obtener un producto, a menos, claro que tengas un contacto directo dentro del establecimiento ósea amigos que sin importar la cantidad de gente que halla en las colas, los cajeros se hacen de la vista gorda y pasan por encima de los demás usuarios para atender a sus ¡amigos!, lo peor del caso es que la gente se la cala muchos por la necesidad de comprar lo que necesitan y otros por temor a que el personal de seguridad les prohíba la entrada, no es justo que tengamos que aguantar estas humillaciones de parte de alguien que esta para brindar un servicio al público.
Desde que se creó la Superintendencia de Precios Justos, se han hecho importantes verificaciones en diversos establecimientos del país, los cuales en su mayoría han acatado las normas impuestas por la superintendencia, sin embargo se debe establecer un patrón de supervisión para que los mismos se mantengan regidos según la ley de precios justos. De la misma manera se creó la línea 0800 SABOTAJE (0800-72268253) para incitar a la población a denunciar la Especulación el Acaparamiento y el Boicot, de esta manera el ciudadano tiene un medio para exponer sus quejas y denunciar los establecimientos que están violando las normas impuestas en la misma ley. Por lo antes expuesto se recomienda muy enfáticamente hacer una revisión exhaustiva en este tipo de establecimientos para así poner orden y que no sigan sucediendo estas cosas, somos seres humanos y por más que necesitemos un producto no podemos calarnos las humillaciones del personal que labora en los mismos.
Entre esos aspectos que afectan día con día la vida del venezolano se encuentra la falta de supervisión, no solamente en lo que respecta a la escases sino también en lo referente a las vías, el abuso de los mismos ciudadanos, un ejemplo claro es lo que pasa en la vía que comunica la Yaguara – Junquito. En el 2013 se hizo un trabajo por parte de la alcaldía del Municipio Bolivariano Libertador, el cual se trató de destruir las viviendas que están a la orilla de la vía para de esta manera evitar el colapso de la misma, esto se llevó a cabo desde el kilómetro 1 hasta el kilómetro 4, causando con esta acción la molestia de los habitantes de la zona, sin embargo, hoy en día estas viviendas ya se encuentran construidas nuevamente, y no les estoy hablando de ranchos de lata ni mucho menos, son casas de platabanda incluso, y me pregunto ¿Dónde queda lo que hizo la alcaldía?, ¿Por qué no supervisaron para evitar la construcción de estas viviendas?, ¿Qué piensan hacer al respecto?, son muchas las incógnitas que quedan al aire en este aspecto.
Esperamos que en algún momento se tomen las medidas necesarias para acabar con este flagelo que nos está ocasionando tantos inconvenientes, sin importar la posición política todos y cada uno debemos tomar medidas, denunciar es una de las mejores maneras para colaborar y evitar que personas inescrupulosas acaben con la economía de nuestro país.