En realidad no tengo muy claro el asunto ese de la Fiesta del Asfalto, pero si algo puede ayudar a despejar dudas es que ese operativo plantea varios asuntos por resolver, como son los casos que tienen que ver con el material que se utiliza para taponar los huecos de las calles. Lo primero que se le viene a la mente a un observador de la calle es querer saber si la empresa taponeadora de huecos garantiza que dicho material a utilizar sea de primera calidad El otro asunto a resolver es, ¿cómo voy a tapar un hueco si el mismo está vinculado a una filtración de agua?
¿Eso realmente se investiga y lo decimos porque ocurre en nuestras narices?. La filtración de agua, en ocasiones, tiene años y a veces obedece a rotura de algún tubo de agua que recoge las fuentes que se deslizan del gigantesco Waraira Repano abajo y en ocasiones viene de alguna tubería que pasa por debajo de alguna casa, como en ocasiones se aprecia.
¡Esto de las filtraciones no sabemos si es investigado, pero en días pasados el agua estuvo deslizándose como por quince días, en el sector denominado El Rosario, en Lídice! Y un buen día desapareció el bote de agua, aunque un vecino de la Línea de Conductores de esa urbanización popular, dijo que se había cansado de llamar y nunca le prestaron atención.
El hecho de este tipo de realidades, es que los vecinos siempre quieren ver su lar, ese sitio en el que han vivido toda su vida, en perfectas condiciones y por eso no les parece bien que una alcantarilla recién arreglada, seis meses después esté en no muy buenas condiciones.
Por estos días, una alcantarilla se encontraba dañada en las cercanías de la Unidad Educativa Nacional “Perú de la Croix”, en la entrada de Lídice. No conté los días en que se mantuvo dañada. Poco después aparecía aparentemente reparada, pero en medio de un gran charco de aguas negras. Lo primero que viene a la mentes es “¡Si fue reparada la alcantarilla!” ¿Pero el agua no generará una situación por allí que determine un nuevo daño?
¡Son preguntas que uno se hace!
Tengo la impresión que, si a cada uno de los altos funcionarios de la revolución les correspondiera hacer un recorrido mañanero antes de llegar su oficina y luego reportara diariamente lo que vio esa mañana al Jefe del Gobierno de la Región Capital, muchos problemas serían resueltos, porque cada Jefe, se convertiría a la vez en una especie de Inspector de la Ciudad y estaría reportando al Jefe del Gobierno caraqueño la mas mínima irregularidad que observara en su recorrido. Y además, la denuncia hecha por un alto funcionario del gobierno revolucionario no dejaría duda alguna acerca de su veracidad y, por si fuera poco, estaría ofreciendo un elemento importante al nuevo modelo de gestión para la ciudad.
-¡Pasé por la esquina tal y las aceras no se ven en buenas condiciones!, reporta fulano de tal, Director de tal oficina...
-¡Cruce por la entrada de la urbanización equis y hay un bote de agua que me dicen los vecinos tiene cuatro días!, reporta fulanito, Diputado de la AN.
-¡ No se ven policías en la calle 7, de Montecristo y al parecer hay una trifulca entre vecinos!, reporta zutanito, Ministro de...
- ¡No hay policías de tránsito en la avenida principal de Maripérez y esto está complicado!, reporta Pérez González, Director del Liceo...
Y cuando menos lo pensemos, tendríamos una vanguardia de denunciantes de primera línea, que no le van a meter mentiras a otro funcionario de la revolución. Como se aprecia, hay que aprender haciendo , como decía Simón Rodríguez, y esta es una nueva forma de ayudar a la gerencia de la ciudad, lo cual contribuiría a optimizar su imagen, especialmente frente a sus habitantes, a los que nacieron, habitan y trabajan en ella.
