¿Será que la fulana industrialización nos ha tendido una trampa perversa?Es vox pópuli no comprender por qué si los bienes de la cesta básica son 100% nacionales, de hechura criolla y casi silvestre, bienes como: azúcar, papelón, café, el chocolate, maíces en concha, pilado y granulado, el arroz natural sin sabores artificiales, las carnes no exquisitas: la roja de tercera o “buena”, el pollo, los pescados comunes y corrientes, el jabón azul o lacre, los detergentes convencionales, las leche líquidas y el polvo, los quesos llaneros sin mayor añejamiento y sin tratamientos químicos, los huevos, el papel tualé inoloro, aceites de freír y comer, hortalizas criollas, verduras criollas, lápices, borradores, cuadernos con forros sencillos o no coloreados, las golosinas o caramelo de coco, el de papelón, las galletas y las conservas naturales, el limón, la naranja y otras frutas como el mango, el cambur, la lechosa, etc.
Si ahora resultaría que son los costes de la modernidad industrial, las máquinas, las modernas herramientas y derivados como repuestos, y mantenimiento con personal sofisticado y sus correspondientes derechos extranjeros por concepto de tecnología alquilada, entonces con mayor razón debemos seguir el legado de Chávez en un mayor porcentaje de aplicación y viabilidad: deberíamos, entonces, reforzar el conuco natural sin contaminantes industriales.
Pero, es que, si a ver vamos, ningún proceso técnico de producción ayudado por modernas innovaciones de maquinarias propias de la industrialización tiene porque traducirse en carestía de la vida, porque, en principio, la producción industrial suele ser masiva, y superior en volumen a la producción natural, con lo cual sus costes deben ser inferiores y no mayores como los actuales comerciantes y fabricantes están facturando de lo lindo. Esperamos un pronunciamiento objetivo de los honorables Ministros involucrados para la respuesta de esta solicitud popular.
No queremos pensar ni admitir-aunque no nos extrañaría- que sea la inadecuada influencia del tecnicismo industrial e ingenieril el responsable esta carestía económica, al margen de los intereses políticos propios de quienes por razone obvias adversan este proceso revolucionario. Mucho menos nos sumaríamos a quienes sin soportes valederos dan como respuesta una supuesta "bolicorrupción. Creemos, sí, que la respuesta se halla en la Contabilidad aburguesada y corrupta del empresariado especulador.