Pildoritas 75 (año VIII)

Lo de Polar: ¿El principio del fin de los hambreadores del pueblo?

El pueblo venezolano, que mantuvo victorioso a Chávez durante toda su vida política, que a pesar de las desgracias y penurias a las que fue sometido durante el golpe de estado y paro petrolero que tanto daño y secuelas  le dejó al país, por parte de una derecha inconsciente que no da muestras de rectificación, a pesar de las derrotas, y ante  las mismas recurre a métodos fascistas con apoyo extranjero de paramilitares y personajes que aun se creen lideres en sus países pero que no son otra cosa que fracasados y rechazados por sus pueblos, que asesinan impunemente de manera selectiva a  líderes de la Revolución y a funcionarios muy cercanos a estos, que critica las 24 horas del día todo lo que el Gobierno hace para lograr mejorarle la vida al mayor número de venezolanos, que sabotea de manera flagrante, como ahora mismo lo hace a través de la guerra económica, que ejecutan pues no se les puede atribuir su planificación porque son unos perfectos incompetentes, por lo que solo sirven de mandaderos de quienes los financian y les dictan ordenes, como estrategias para a través de un posible éxito, ponerle la mano a nuestros recursos, como ya lo han hecho en otros países a los que igual al nuestro les aplicaron la receta.

Solo que se olvidan que este pueblo  no es igual a aquellos que vieron a sus líderes morir en manos de asesinos que les condenaron, y no lucharon sino que se resignaron, y ahora están pagando muy caro su apatía, su inacción, se olvidan que este pueblo, lleva en su sangre los genes de sus antepasados  libertadores, que demostraron ser capaces de derrotar ejércitos muy superiores en número y equipos, que en los últimos tiempos del siglo anterior y lo que va del presente ha sido capaz de superar los arteros ataques, soportarlos estoicamente y demostrar de lo que está hecho para sacrificar sus derechos en aras de la paz, pero que también ha demostrado que sabe hasta dónde puede esperar para hacerse respetar, como ya lo hizo un 13 de abril y que bien puede repetirse y esta vez sin concesiones ni consideraciones porque sus verdugos, los mismos de ayer han demostrado que no pueden rectificar y siguen en sus insistencia por objetivos, que llenarían al territorio de sangre, antes de que la ansiada espera de una invasión de sus amos  se materializara.

Lo del domingo fue una pequeña campanada de advertencia de cómo el pueblo chavista es capaz de acudir al llamado de líderes que se han ganado su respeto por su fidelidad al Proceso y porque, a diferencia de los pseudolideres de la derecha, pueden demostrar que cuando llaman al pueblo es porque tienen autoridad moral y una obra realizada que pueden exponer para recibir la credibilidad de que gozan.

Por otro lado y a manera de la otra cara de la moneda, la derecha solo puede mostrar como obra la violencia, la supeditación a intereses foráneos, la traición a los principios de nacionalidad y patriotismo, y su apego a lo material.

Son la mejor prueba de que se hace necesario, que un modelo como el socialismo venezolano y bolivariano, se imponga definitivamente porque es la garantía para completar la independencia real y verdadera que soñaron y no pudieron lograr nuestros libertadores de un imperio invasor y depredador que lamentablemente también contó con lacayos que obligaron accione como la plasmada en el decreto de Guerra a Muerte, que guardando las distancias bien puede repetirse aquí por decisión popular, aun sin que se materialice como aquel en documento inexorable.

El 13 de abril sería un abreboca comparado con lo que vendría si esta derecha obtusa, sigue con su empeño de someter al pueblo a sacrificios para obtener sus alimentos y suplir sus otras necesidades, no se requeriría  ni siquiera que alguien con poder de convocatoria diera la orden, sería el pueblo quien espontáneamente daría el paso para definitivamente poner las cosas en su lugar y hacer valer sus derechos que ahora pareciera que sus enemigos manejan a su antojo, sin ni siquiera imaginarse que la reacción popular ya está llegando al límite de no esperar más, que la paciencia se acaba y para ello solo hay que mirar al pasado para saber cómo el pueblo pare mecanismos de defensa contra quien osa, como ahora, conculcarle sus derechos, lo cual por lo general ha sido obra de  los gobiernos de derecha, pero que ahora cuando apenas comienzan a materializarse sus aspiraciones de verdadera libertad e independencia, surgen de parte de quienes en buena hora fueron desplazados del poder,  todo un paquete de acciones de agresión no solo a la institucionalidad, sino para violarle los derechos fundamentales sobre todo a los más humildes que los conquistaron cuando acudieron al llamado de un líder que les señaló un camino, del que no se van a desviar y cuya convicción de llegar a la meta, van a defender a costa de lo que sea.

Por ello, no hay que desesperar, Revolución hay para rato, el domingo 28 surgieron con una legitimación sin precedentes a lo largo y ancho del país un conjunto de líderes que van a ocupar la primera líneas de la trinchera para en el momento en que exista la necesidad de dar cualquier paso para garantizar la defensa de las conquistas logradas, acompañen al pueblo a levantar las banderas de la justicia y sentar un precedente definitivo para que de una vez por todas la derecha se dé por enterada que este proceso es irreversible.

Lo que estamos viendo con las acciones de los trabajadores de la oligopólica empresa Polar es una muestra de que las cosas están cambiando, que quien se cree el escogido por los dioses para dominar la economía venezolana y ser uno de quienes le han declarado la guerra económica, más que al gobierno al pueblo y en especial a la clase media y a los más pobres, se encontró con que ya en la mente de quienes desde las vísceras del monstruo, aprecian de primera mano, todo lo que allí se gesta para intentar doblegar la voluntad de los ciudadanos, surge un decisión de no permitir más la continuidad de hechos que alimentan la guerra y que afectan a la mayoría de las familias venezolanas incluyendo las de ellos-

Lo de los valientes trabajadores de esa empresa que a través de una de sus ramas como es la del licor, ha cobrado innumerables vidas, directa o indirectamente, es muy factible que se pueda extender como un tsunami que definitivamente barra con tanta la escoria resultante de tantos años de usufructo para intereses personales y foráneos de nuestras riquezas y es una muestra de que la paciencia del pueblo está comenzando a tocar fondo por lo que no sería nada extraño vivir experiencias que definitivamente acabe con tanta saña y ponga en su lugar a los hambreadores del pueblo, cuando menos se lo esperen.



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Saúl Molina


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