Toda normativa comercial municipal y estatal ha sido rota.
Su vecina se encadena, la oficinista lo hace, son los bachaqueros detallistas, o sea, los bachaqueros de la vecindad y los b. del trabajo. Hay también el bachaquero quincallero y deambulante que se pasea con toda libertad por comercios y vecindades.* Pareciera que toda normativa comercial municipal y estatal ha sido rota.
Los proveedores de esos detallistas son simples intermediarios a quienes que podríamos llamar mayoristas menores; estos se proveen de otros b. con mayor capital, quienes a su vez se nutren del mayorista o bachaquero mayor.
Por supuesto, los mayoristas mayores se alimentan de las fábricas y de los distribuidores dedicados al acaparamiento así como de los grandes supermercados tanto públicos como privados; esta es una verdad palmaria puesto que la complicidad del burócrata de los centros públicos de alimentos y afines ha sido comprobada. Se trata de funcionarios que de entrada se hallan incapacitados para evitar corromperse por las razones que ya conocemos: es un personal que en su mayoría pasa de 30-40 años y está graduado con notas excelentes en todo lo que se refiere a esas materias de corrupción que fueron sembradas culturalmente durante la IV República. El personal joven lo dedican a labores menores como vender algunas verduras y a la caleta y estiba en los depósitos e inventarios; la custodia, administración y control de salida corre a cargo de un personal a las claras ya contaminado. Digamos que el personal de estos centros de mercancías subsidiadas carece todavía de una contraloría inteligente que le regule sus malas mañas.
De resultas, estamos ante una segunda fase del comercio informal, sin registro, sin tributarle nada al Estado-como los antiguos vendedores de terminales-sin respeto a normas de precios y costos, que perfectamente está casi listo para ver como competidor suyo al detallista, al bodeguero de la esquina a quien no tardaría en someterlo al pago de vacuna a fin de garantizarse una mínima competencia hasta que este bachaquero con mucho poder económico abandone el bachaquerismo y se quede como mafioso.
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* La estrategias del Golpe o Guerra económica asume varias tácticas, de tal manera que mientras el Estado ataca algunas, las demás siguen operando; estás últimas lo distraen mientras el Estado puede descuidar otras.