Apenas el Presidente Maduro anunció la medida de cierre de la frontera e implementación de acciones constitucionales a través de la declaratoria del Estado de Excepción, se iniciaron reacciones por parte de voceros de la ultraderecha colombiana, que vienen a confirmar lo que era el resultado de las investigaciones de inteligencia, que conllevaron a la toma de la trascendental decisión y que permitían concluir con la certeza de la existencia de mafias, al más alto nivel, que desde el país vecino operan contra nuestra institucionalidad, golpeando nuestra economía de manera brutal, así como poniendo en peligro nuestra soberanía con un incremento, siempre ascendente, de delitos contra la vida, con asesinatos selectivos, narcotráfico, trata de personas, prostitución infantil y todo un abanico de perversidades, que lamentablemente han contado con el respaldo tácito y/o expreso por parte de voceros representantes de la derecha en nuestro Estado y en el país.-
La primera reacción la pudimos comprobar porque un parlamentario de la Bancada del partido fascista del paraco mayor: Uribe Vélez, se dio el tupé de afirmar que la emboscada contra un piquete de uniformados venezolanos en San Antonio del Táchira, no fue tal, sino que fue el resultado de un enfrentamiento entre “carteles de la droga, el de los soles y el de la guajira, cuyos jefes según el congresista son Diosdado Cabello y el general Reberol, mayor descaro imposible, pero después pudimos oír y ver a otro Uribista como es el actual alcalde de Cúcuta acusar a Maduro de violador de los derechos humanos, de destructor de la unión familiar, al según él, separar a los padres de sus hijos por las deportaciones que tildó de ilegales, lo cual como se ha comprobado es una enorme mentira, razón por la cual no han podido mostrar ni una sola prueba, pues todo se ha hecho dentro de la legalidad.
Y posteriormente, no podía faltar el show montado por el jefe de todas la mafias, ex presidente y actual senador Uribe quien megáfono en mano y rodeado de bachaqueros, pimpineros y demás plagas que tanto daño nos han causado, no solo a quienes poblamos este territorio sino a casi todo el país, echó pestes y culebras contra nuestro gobierno al que comparó con el gobierno nazi presentando al Presidente maduro como un verdadero monstruo.
Mientras tanto con cada día que pasa, con cada hecho o situación que sucede o se va descubriendo, lo que queda bien claro es que estamos siendo víctimas de un despojo no solo de los productos básicos necesarios para la subsistencia de nuestra población, de la distorsión del valor de nuestra moneda y del aumento galopante de una inflación irreal por inducida, sino algo tan peligroso como es el deterioro de una actitud de los hombres y mujeres de esta patria chica, que hemos tenido fama de ser un pueblo cordial, trabajador, solidario, apegado a principios cristianos y generoso, cualidades estas que se han venido desdibujando de manera acelerada, sobre todo ante la alternativa tentadora de la aparición de una forma fácil de hacer dinero muy rápido, sin ponerse a meditar sobre el terrible daño que se le hace a la Patria y de cómo consciente o inconscientemente se está trabajando para los bastardos intereses de las mafias del crimen organizado que operan en Cúcuta y que han penetrado buena parte de nuestro territorio.
Lo que callan y nunca van a decir es que los 9 mil millones de dólares mensuales que se llevaban cada mes en contrabando, sin contar la utilización del derecho a remesas que prostituyeron de tal manera, que igual que hoy con el bachaqueo ha dado origen a nuevos ricos y por cuya vía hay quienes lograron hacerse a enormes cantidades de dinero, le servían a gobierno de Colombia para no preocuparse por invertir en el Departamento Norte, pues lo que hacían, era celebrar que dicho territorio prácticamente se hubiese convertido indirectamente, casi que en un apéndice o extensión de nuestro presupuesto, encima de ello con suministro de productos en su mayoría subsidiados.-
Hechos tan complejos que han venido causando estragos a nuestra población, mientras han operado en garantizarle a la población colombiana de Cúcuta y más allá, el suministro de lo que aquí necesitamos para la vida y escasea, porque se lo han llevado todo, no se podía permitir que siguiesen sucediendo más cuando el gobierno colombiano, no cumplió ninguno de los acuerdos a que se llegó con el gobierno venezolano en Cartagena cuando se reunieron los dos presidentes en agosto del 2014, y que consistía en implementar acciones para frenar el contrabando de aquí hacia allá, sino que por el contrario dio origen a leyes o activó la vigencia de otras que vinieron a legalizar todos los ilícitos y así establecer que por ejemplo el contrabando de gasolina, para ese país no era tal, sino una forma licita de comercialización de un producto que no importaba como hubiese ingresado, pero que encima de solucionarles un problema, les servía a las mafias con una jugosa y permanente ganancia, de tal magnitud que había desplazado la preeminencia del narcotráfico como forma de producir enormes dividendos.
Con acciones como el censo ordenado para establecimientos comerciales y fábricas, con toda seguridad va a quedar en evidencia, que la mayoría de quienes trabajan en ellas lo hacen de forma ilegal, sin documentación alguna y violando todas las leyes laborales, encima de que viven al otro lado y no generan ningún tributo a nuestro país, sino que por el contrario desplazan no solo mano de obra venezolana a nivel de operarios, sino incluso la especializada.
Es pues esta una oportunidad para colocar sobre la mesa, pero en conocimiento de la opinión pública
Nacional e internacional, absolutamente toda la realidad del problema, con toda la crudeza y así demostrar, de una vez por todas que no nos quedaba otra salida que la tomada, extrema, quizá, pero necesaria, pero además se hace absolutamente necesario dejar en evidencia, terminar de quitarle las caretas a los apátridas de aquí, que han salido de manera irracional y en una demostración de su verdadera calaña a defender intereses, no solo ajenos a nuestro país, sino que han causado profundo daño, a nuestra economía y contaminado de manera tremenda nuestra sociedad.
