Solemos ver y leer con frecuencia, números o datos que ofrecen voceros y voceras del proceso y con ellos dejan “colar” la idea, que esos datos son una clara evidencia de lo bueno que puede estar la situación que esos datos aparentemente describen. Los expertos de la oposición son maestros en esto, pero dentro del proceso, hay voceros y voceras que vienen copiando este “arte”.
He leído cientos de veces, información donde se destacan -por ejemplo- los millones que se han ofrecido a los consejos comunales y ese dato, deja ver, que la función o responsabilidad de un ente u órgano –ministerio, dirección- es únicamente dar el recurso y otros tienen la responsabilidad de recibirlos. Los recursos que se ofrecen para un programa o proyecto son un medio y en consecuencia, lo relevante no es la cantidad de recursos que se ofrecen, sino los que esos recursos son capaces de generar o modificar situaciones. Esto generalmente se obvia.
El Ministro de Planificación, Ricardo Menéndez, que es el menos indicado para echarle mano a esta práctica o “arte”, recientemente nos pintó una realidad con unos datos, que no es posible con ellos, concluir que la cosa o situación que describe es buena para el país. Pensar que toda inversión extranjera per se, es muy buena, es una ingenuidad, que no debería caber en la mente del responsable de darle concreción a eso que ya suena lejano, como es el Programa Patria y la Ley Plan de la Patria.
Menéndez nos dijo que China invertirá en 8 de los 14 motores. ¿Esto es bueno o malo? La respuesta a esta pregunta puede salir o depender de cómo vemos hoy el Programa Patria y el Plan de la Patria.
Una simple regla de 3, que uno aprendió a manejar en tercer grado, puede conducirnos a concluir que esta relación de 8/14, coloca al plan de la patria y al objetivo histórico N° 1 en apuros. 8/14, es el 57,4% de esos motores con las manos de Chinas metidas adentro.
Fue Menéndez el que “empujó” con fuerza las “Zonas Económicas Especiales”, que muy en el fondo, también es una política contraria al objetivo N° 1.
Dijo Menéndez, “que algunas empresas chinas instaladas en Venezuela incrementarán su participación accionaria en diferentes proyectos conjuntos”. Incrementar participación es una señal con un sentido. Explicó Menéndez, que “en algunas empresas Venezuela posee 51% de participación accionaria, mientras que China tiene el 49%, sin embargo, existen otras en las que China cuenta con sólo el 10% y el Estado venezolano tiene el 90%”.
No dijo Menéndez, cuáles empresas son estas y por qué en unas China tiene un 49% de las acciones y en otras el 10%. ¿Será que la que hay 49% son más rentables y menos riesgosas que la otras? ¿Sera que en la que tenemos el 90% hacemos el trabajo de morrocoy trabajando para la lapa? Esa situación no está clara con el simple dato.
Dijo también Menéndez, que todo “eso quiere decir que las empresas de China que están instaladas en el país van a dedicar una parte [¿cuánto?] de su caudal productivo para exportar a América latina”. Como muy mal se dice, que no debe decirse; esto se ve como “más mejor” para China. Es posible que China nos vea como una plataforma para su proyecto, que no necesariamente se corresponde con lo que se plasmó en el Programa de la Patria.