La mezcla de la cuarta con la quinta sigue apareciendo con pruebas, documentos y correos electrónicos espeluznantes. La polarización en Venezuela hace que muchos empresarios ahora más millonarios que antes, traten de pasar agachados. Ante la oligarquía lucen como comerciantes de vieja data y ante la cúpula de la quinta son escurridizos inventores de triquiñuelas dantescas con el dinero. Es nuestro objetivo identificar a estos personajes que han hecho tanto daño a nuestro pueblo y se hacen ver como enemigos del chavismo, cuando el periodo en el que más han llenado sus bolsillos ha sido del 2011 al 2014 durante la agonía de Hugo Chavez. Un claro ejemplo es el de Fenelon de la Chiquinquirá Gimenez Gonzales, quien a falta de una bolsa de valores activa en la primera década del 2000 metió sus valores en una bolsa y se dedicó a desarrollar relaciones con nuevos empresarios que surgían como conectores con funcionarios corruptos y mucho poder en la asignación de divisas para importaciones y financiamientos de proyectos. Fenelon Gimenez Gonzalez se encargó de resguardar y crear las estructuras legales financieras y de seguros para algunos de los principales gestores durante la erupción corrupta de divisas preferenciales. A través de un triángulo de compañías entre Colombia, Venezuela, Panamá y Ecuador recibían divisas para proyectos socioeconómicos bajo el paraguas de la marca Fondo Global que al final se llevaron a cabo con unos márgenes de ganancia difíciles de explicar. Fenelon era además conocido por convencer a algunos exploradores venezolanos petroleros de la cuarta que llegaron a Colombia para renacer y crecer vertiginosamente aprovechándose de la ignorancia de los reguladores locales. Ahora esos exploradores lucen desacreditados y reclaman clemencia ante un gobierno colombiano que apenas comienza a entender el engaño al que fueron expuestos algunos de ellos. En el entorno financiero del gobierno venezolano pocos entendían los entramados legales diseñados por Gimenez Gonzalez, sus socios y afines, miembros de una parte de la oligarquía venezolana que quiere pasar agachada ante el arrase, la reinante ineficiencia y decidía económica.