Significamos, el esfuerzo que viene haciendo el Gobierno Bolivariano, en garantizar los alimentos a la población venezolana, junto a las medidas contra el desabastecimiento y el acaparamiento y el saboteo económico, que viene perpetrando la derecha nacional e internacional.
El mismo presidente Nicolás Maduro, lleva ante la oposición política venezolana, que él lleva 39 meses, batallando una guerra infernal por parte de ellos sus protagonistas-adversarios que nos afecta a nosotros como pueblo.
Mientras la bancada opositora lleva 6 meses en la asamblea nacional, haciendo solo su papel de desgobierno, pues en la campaña electoral prometió a las y los venezolanos que al llegar allí, iba a resolver la problemática del desabastecimiento, la inseguridad entre otras fallas, pero lo menos que hecho es eso.
El ejecutivo nacional, ante los ataques de la derecha nacional e internacional con el tema del desabastecimiento de todos los productos del mercado venezolano, junto al poder popular, debe investigar las causas reales de esta problemática, caiga quien caiga, tanto de la derecha como de la izquierda.
Lo otro, es que no podemos seguir, repitiendo alegremente y mediáticamente como el Loro sentado que ve televisión, usando internet, que todo lo que el proceso político bolivariano ha hecho, y ahora con el salsero Nicolás Maduro, es tajantemente malo, como en una película de buenos y malvados, donde el bueno es bueno y el malo es malo, porque sí, y no hay salirse del guión. Repetimos que estos dos gobiernos se deben a nosotros con nuestra participación.
Mira las fallas y también los logros es la cosa, presentarlos con indicadores ante los órganos nacionales e internacionales como lo prefiera la derecha en su afán de ver y mirar lo importado como los que saben más de Venezuela que los venezolanos, ¡por favor!
Ejemplo de lucha del Pueblo y el Gobierno
Producción agrícola. Para el año 2010, con la Vaguada (Inundación producto de la torrenciales lluvias que destruyó una gran parte de los campos agrícolas del país. Pueblo Organizado y Gobierno Bolivariano, le dieron la batalla e impulsaron el Proyecto AgroVenezuela, que tuvo, como objetivo, que las y los venezolanos, tenían como deber de sembrar y criar desde sus espacios alternativamente con el apoyo del Estado.
¿Qué pasó, con este proyecto, que su objetivo fue desviado y solo fue dirigido, solo a “productores del campo del agro y la cría” y no a toda la población, incluso urbana? ¡Y ahora miren lo que estamos pasando...? Proponemos retomar el mencionado proyecto, con evaluación y control.
Indudablemente, la problemática de esta insufiencia productiva, es heredera de la cultura rentista petrolera, y cambio de la Venezuela rural a la Venezuela urbana, (abandono del campo, para construir y consumir manufacturas e importaciones, que incluso dio nuevos modelos de mentalidades materialistas, para que luego el venezolano de a pie se creyera cómodo y rico.
La oligarquía del dinero
Para ello, las pocas familias de nuestro país, o Amos del Valle como lo denominó, el siquiatra venezolano, Francisco Herrera Luque, crearon las condiciones para desviar la naciente Venezuela productiva a un país dependiente de la renta petrolera y sus secuelas.
Esto es lo que conocemos como la Oligarquía del Dinero, como lo llamó el polémico economista venezolano, Domingo Alberto Rangel, en su ensayo, del mismo nombre.
Por cierto, este economista, provenía de una de las grandes familias del Estado Trujillo cultivadoras del Café, rubro que de paso hace dependiente y hoy junto al Azúcar ausente en las despensas de los venezolanos, que nos pasa lo que al protagonista principal de la novela, (El coronel no tienen quien le escriba), de Gabriel García Márquez.
Él en su momento, no Gabo, sino Rangel, fue también colaborador del Gobierno Bolivariano, liderizada por el cimarrón Chávez, que de paso adversó parte de su modelo económico.
Este autor en su ensayo, La Oligarquía del Dinero, en el capítulo: “Polar”: La Cebada y El Maíz. Habla de la Venezuela agraria y un tanto inocente que el petróleo sacudiría desde 1920, que había dos marcas de jabones, una de ellas, “La Torre”. La ropa se lavaba a orillas de los ríos”… El otro jabón era Las Llaves. Más tarde llegarían los gringos con el jabón en polvo, y con ello se eliminó con esta cultura propia nuestra del lavar la ropa. Mendoza desistió en fabricar estas panelas de jabón.
Sin embargo, esta naciente industria de la Cebada y el Maíz insistió en consolidarse como emporio económico y hoy político, y para eso fue necesario, crear las condiciones ante la artesanal forma de elaborar la tradicional masa para arepas, igualmente vender las neveras para las casas para enfriar la cervecita forrada de nieve vestida de garzas blancas, en su necesidad de consumo y posicionar su marca en el subconsciente y para mucho consciente.
Tres ejemplos de producción de alimentos. Número 1. La producción de Maíz en la región de Barlovento, estuvo vendiéndose hace hace 2 meses el saco de maíz en 10 mil Bs F y actualmente está entre 6 y 5 mil Bs F, y nos parece bien ¿qué tal? Esto indica que si hay mayor producción se abaratarían los costos.
Número 2. La señora Amada Anato en cooperación familiar compra parte de esta producción de maíz y elabora las mejores Cachapas de Barlovento, su producción viene contribuyendo con la comunidad ante el saboteo económico, el acaparamiento de “harina de maíz” precocida, asimismo vende la masa ya lista para elaborar las cachapas. Lo cierto es que esta empresa familiar viene generando empleo y bienestar en su comunidad.
Por cierto, atención a la compañera, Nilva Camacho de INAMUJER, la ciudadana y señora, Anato y otras 6 señoras que ayudan en esta mencionada cooperativa, desde que el presidente Hugo Chávez fue elegido, vienen solicitando su pensión y no se le han otorgado, ¿habrá un ente o llamado servidor público que pueda resolver esto?
Ejemplo número 3. Como lo mencionó, Jesús Chucho García, hace poco, en su artículo de opinión “¿Por qué en Barlovento no roban Mangos?” Porque hay bastante. Y yo le agrego, ¿Por qué en Barlovento, no se especula con los precios de los Mangos? aun cuando no hay productores de ellos como tales, y todos lo cosechamos, pues fue Dios quien los sembró, sin ayuda de gobiernos, ahí están, cayendo y resolviendo…
Pensamos que para resolver estos problemas, no hace falta, ser un sesudo economista, ni especialista agrícola, sino de querer a Venezuela, y este caso a Barlovento, y tener las ganas de compartir con los suyos y vivir en armonía para ser felices