La oferta engañosa de la economía verde

Durante los últimos 10 años los problemas ambientales están directamente asociados con el modelo de sociedad industrial de la revolución tecnológica, aunque ha sido eficiente en lo referente a aumentar y optimizar los procesos de trabajo desde un punto de vista productivo. Sin embargo, ha significado una fuerte alteración en el orden de las relaciones ambientales, puesto, que la producción industrial está presionada por un sistema económico basado en la capitalización de la productividad.

El crecimiento tecnológico dentro de los países que poseen un buen ambiente natural, el capitalismo implementa sus fuerzas productivas y lo convierte en una nueva víctima de la ambición de la transnacionalidad echando por tierra todo el ecosistema natural. Puedo juzgar, que algunos seres humanos ambiciosos, se han convertido en voraces destructores de grandes fuentes naturales de su propia vida, con el objetivo de superarse individualmente.

En este sentido destruye su hábitat con verdadera saña, como si odiara la bellísima morada en que vive, y a las criaturas que le acompañan y viven con él. Acaba con las plantas que son su abrigo, su alimento y medicina, sin el menor agradecimiento, sin la más mínima consideración. Destruye y aniquila. Bombardea la tierra y todo ser vivo que se le atraviese con fuerza destructora.

Y así pudiéramos hacer una relación de cuanta cosa destruye y/o intenta destruir el hombre en su paso por la tierra y cada generación, como si fuese la última que fuera a existir. Tanto es el afán destructor del hombre, que intenta por igual destruir su pasado y el pasado histórico.

Como dijo Friedrich Holderlin "hay que tener respeto por la naturaleza esa es la clave de la supervivencia de la Humanidad y América Latina es todavía el reino de la naturaleza y es por eso una región de resistencia y de esperanza".

Como nos dice también Pablo Neruda en su Canto General "esos pueblos indígenas a los que fue tan difícil conquistar, hasta el punto de que muchos de ellos prefieren la muerte en combate, a la sumisión, no son simplemente habitantes de la tierra, huésped de la tierra, sino la tierra misma".

Están los inconscientes que sólo consideran vida, la única digna de conservarse, la humana, como si la vida no fuera toda la naturaleza, de la que apenas somos una entre billones de especies y formas de vida.

A los humanos nos tomó millones de años convertirnos en la especie dominante que hoy arriesga su propia supervivencia si no se detiene el acelerado proceso de destrucción de la biosfera. Los que habitan la Tierra enfrentan riesgos reales y crecientes, la flora, la fauna y la humanidad (el hombre es también autodestructivo). Se empeña en la destrucción social de las regiones, ataca a la especie misma, se muestra peligroso por temperamento,

Hacen guerras donde quedan millones de muertos, consume drogas y estupefacientes, intercambia virus genéticamente modificados, con lo cual se crea epidemias letales. Como ejemplo el SIDA y el EBOLA.

El abuso técnico y científico del hombre, calienta la Tierra, el agente calorífico es el bióxido de carbono (CO2). Es en consecuencia de la industria petroquímica, la combustión de carbón, gas, petróleo y explotación minera. Dados sus efectos, la temperatura ambiental del planeta aumenta, la nieve se derrite en las montañas, las áreas polares se deshielan, el nivel de las aguas marítimas sube, en las zonas templadas las personas muere de calor. El agua, como sustento de la vida, va desapareciendo, se ensucian los ríos, mares y quebradas merman o se secan. En contraste caen diluvios en amplias zonas de la Tierra. El cuadro de inundaciones, ahogados y desaparecidos es enorme. Los océanos reciben diariamente grandes cantidades de desechos líquidos y sólidos, basuras y excretas, procedente de grandes y pequeñas ciudades.

Las selvas, océanos selváticos, fuentes de oxígeno y energía, depuradores atmosféricos, están atacadas, intensamente quemadas, talados sus árboles naturales, intervenidas las cadenas biológicas, aisladas las especies, dañadas sus poblaciones indígenas, alteradas sus condiciones naturales. Los reemplazan con cultivos transgénicos que modifican genéticamente las plantas y alteran el ecosistema.

El impacto del hombre sobre la Tierra equivale a una colisión con un gran meteorito. Dadas estas condiciones, debemos declarar nuestra "Pachamama o GAIA", en estado de emergencia, proponer su sustentabilidad e incorporarla dentro de los planes, locales y globales, como área de protección integral.

Por último, hoy el hombre con su oferta engañosa de economía verde busca los recursos que le brinda la naturaleza para su beneficio, y no está mal que se intervenga en cierta medida en el ciclo natural, pero es necesario siempre respetar el equilibrio interno elemental de la vida con el medio ambiente.

Correo: venezuela6mundo@gmail.com

Twitter: @CONCIENCIA555

 

 

 



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Marvin Mijares


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