En Venezuela llamamos marrón al billete de 100. En el dialecto del castellano de España marrón significa ‘situación u obligación molesta, desagradable o embarazosa’ (DRAE).
Como el que se echaron encima las mafias que acapararon billetes de esa color. De la viveza a la pendejera hay una distancia más breve que la que se suele pensar. Henry Ramos Allup es un prototipo. En Venezuela es urgente revisar el concepto de ‘viveza’, pues la oposición está liderada por la viveza más pendeja de este lado de la galaxia.
Una mapletada que les llevó a mandar contenedores de billetes hasta Ucrania. ¿Como para qué se llevan tantos billetes a Australia? Donde no sirven, de paso. Porque hace falta el concurso de empresas navieras, aduanas, fletes y almacenamiento costosos, bancos… Una dispendiosa operación que pueden repetir con los nuevos billetes. Porque me pregunto, aparte de la sorpresa, ¿qué hace una aduana cuando ve llegar repetidamente contenedores repletos de billetes de un país tan lejano? Algo reportarán a sus autoridades, que algo deberán hacer, al menos algunas preguntas algo difíciles. O están en la travesura.
¿Será que es mentira del rrrÉgimen? Hasta ahora nadie ha desmentido esa información, salvo el mapleto de Capriles, que no hace sino meter la pata y dice que nadie se llevó billetes, a pesar de las abundantes evidencias audiovisuales. Me cae simpática la palabrita mapleto; gracias, Henry, quien también me cae simpático —no así a Julio Borges. Bueno, en esa dirigencia nadie simpatiza con nadie y tienen razón. ¿A ti te cae en gracia Ismael García?
Un síntoma que revela la maestría de la jugada de Nicolás es que la parlanchina diligencia opositora se quedó sin palabras como por dos días. Y luego dijo más disparates que su propio estándar. O no hablan o hablan demasiado. Se quedaron desorientados como púgiles tan golpeados que ni saben cuál es su esquina. En Washington están igual, porque no han bajado letra a sus estafetas locales, salvo tal vez el vengativo atropello que le propinaron a Delcy. O el tolondro juicio político a Nicolás en la Asamblea Nacional, que en medio de ese y otros compromisos cruciales no hizo cuórum por 36° vez. ¿Tú entiendes? Porque yo ni papa ni tomate.
O son muy inteligentes o yo soy muy bruto.
