Si mi memoria algo desgastada todavía funciona, fue Karl Marx, quien inmortalizó en el Manifiesto Comunista una frase alentadora dirigida a los obreros para enfrentar al capitalismo mundial: ¡Proletarios de todos los países, uníos! Una necesidad de asociarse para luchar contra los poderosos que manejaban y manejan la economía planetaria. Me da la impresión que aquella proposición sirvió para consolidar los sindicatos y de esta manera enfrentar a sus patronos. Ciertamente, con una economía globalizada es necesaria la universalización sindical para logar las mismas reivindicaciones para los obreros que laboran en una misma empresa a escala planetaria. El ascenso de las luchas de liberación, los levantamientos de masas, las huelgas, así como una lucha internacional, así como una revuelta internacional de masas por la paz mundial, se convertirían en señales inexorables del embrión de los cambios sociales.
Lamentablemente la globalización pretende unificar no solo la economía y la cultura. Es un número muy reducido de oligarcas financieros, industriales y sus políticos monopolistas quienes deciden sobre vida cultural de todo el mundo. Ligado a lo anterior, la globalización también ha permitido que los malos se unifiquen en la pretensión de robarse todo lo que se puede comercializar, es decir todos aquellos bienes escondidos en las entrañas y fuera de la tierra, lo que está dentro de los océanos y los ríos, hasta el propio líquido tan necesario para la subsistencia de la vida en el globo. No solo usurpan las riquezas naturales de otros países, en la actualidad la finanzas son un fuente de riquezas de los capitalistas y desvalijan a los pendejos con las ventas acciones y el mercado especulativo de papeles financieros que solo sirven para robar a los ingenuos e ignorantes tenedores. Veo con asombro como los malos lograron la fusión del capital agrario, comercial, bancario a escala internacional para unificar sus atropellos. Pareció que todos aquellos delincuentes que se esconden debajo de elegantes trajes de diseño tomaron para sí las palabras de Marx y ahora arengan al unísono: ¡Delincuentes de todos los países, uníos!
No estoy exagerando en eso de la unificación de la delincuencia. Las noticias de la prensa escrita, televisiva, radial y toda la información que nos llega por las redes sociales me permite vislumbrar que los malhechores encontraron un antro donde refugiarse y protegerse después de cometer sus iniquidades y ese antro es la política. Para nadie es sorpresa todo lo que está ocurriendo en el mundo, donde vemos a presidentes, primeros ministros, miembros de vetustas monarquías, ediles, concejales, ministros de organismo internacionales (ONU, OEA, Org…), ejecutivos de centros financieros internacionales (FMI, BM…) acusados por cometer todo tipo de contravenciones, con la salvedad que aquellos tahúres se las ingenian para que la leyes inventadas por el sistema capitalistas los protejan.
Cada día la prensa divulga nuevas y alarmantes noticias. Por fortuna el órgano que resguarda la capacidad de asombrarse se me dañó y permanecemos estoicos ante las nuevas revelaciones de los delincuentes que visten trajes oscuros de diseño. Con frecuencia llegan informaciones sobre bancos quebrados pero auxiliados por el Banco Central de su país (los casos de EEUU, Alemania. Italia y del reino de España), con la salvedad que los dueños de la entidades financieras no van a la prisión. Sobre los políticos, presidentes, ministros, ediles y empresarios comprometidos en el paraíso fiscal de Panamá, en los llamado "papeles", delitos donde están involucrados Macri, Toledo. Temer ya es un chisme de botiquín. Son estos hipócritas los que se la pasan arengando su amor por la patria, pero deciden esconder sus fortunas en los paraísos fiscales del mundo y en cuentas numeradas, simplemente para no pagar los impuestos de sus fortunas, por lo general, mal habidas.
El caso de la empresa constructora Odebrecht es de antología, parece que por las oficinas de gobierno por donde pasan sus ejecutivos se oscurece la honestidad. No hay político, funcionario, edil, concejales, hasta porteros que no estén involucrados en los casos de sobornos. Como los españoles definen a España como nuestra "madre patria", da la impresión que el legado de los conquistadores y colonizadores fue muy fructífero en eso del cohecho y la corrupción. No hay miembro del PP y del PSOE, la hija y yerno de Sus Majestades, de burgomaestre y ediles de las alcaldías y alguno que otros ministros que no haya estirado la mano para recibir una buena recompensa. Nuestros ancestros aprendieron de los hispanos y los ejecutivos de la empresa brasileña no fueron mezquinos en eso de sobornar a todo el que se le atravesara en sus aspiraciones, es decir licitaciones. Ciertos políticos de Brasil, Argentina, Rep. Dominicana, Guatemala, Angola, México, Ecuador, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela entre tantos que atendieron el grito de ¡Delincuentes de todos los países, uníos! con la certeza que no pagarán prisión, tal como ocurre con la hermana y el cuñado del rey de España. 788 millones de dólares USA en comisiones repartió la empresa constructora brasileña entre los políticos de doce países; una buena tajada.
Como se puede leer, los delincuentes de trajes de diseño reformularon el bramido de Marx, solo que le cambiaron un término, permutaron proletarios por delincuentes. Por esta razón la directora del FMI, la francesa Christin Lagarde recibió lo suyo y expresidente del FMI Rodrigo Rato, exministro de economía de España también fue acusado por cometer fraude. Imposible dejar de lado a La Pantoja, la tonadillera, quien junto con a su pareja Julián Muñoz, alcalde de Marbella, fueron culpados por hechos de corrupción. ¡Delincuentes de todos los países, uníos!
En Venezuela los criminales y los políticos se asociaron para derrocar al gobierno del presidente MM, cumpliendo con el grito ¡delincuentes de todos los países, uníos! Ya no sorprende mirar al reo Leopoldo López, a su esposa Lilian Tintori y otros ediles miembros de VP y PJ, abrazados con diversos criminales acusados de todo tipo de delitos, entre estos decuartización de seres humanos, asesinato, sicariato, tráfico de drogas, especulación, cohecho, entre otros. Es harto conocido que el gobierno de EEUU y otros malhechores radicados en el norte y en otras latitudes, financian a diversos partidos de la oposición para montar guarimbas en diversas ciudades del país, atentar contra los derechos humanos, destruir propiedades públicas y del gobierno, transmitir mentiras a través de los medios de comunicación de masa. Todo esto como una muestra de que los delincuentes en Venezuela se mantienen unificados para mortificarles la vida a ciudadanos que anhelan vivir en paz.
Otro más: el 5 de marzo se cumple un año más de la desaparición física de nuestro querido comandante Chávez. Nunca en Venezuela se conoció a un presidente que haya hecho tanto por los pobres. No es poco el legado dejado por el bien recordado prohombre, si nos atenernos al aforismo "por sus obras lo recoceréis" tendremos conciencia del presidente que cambió el modo de hacer política. Basta traer a la caja de los recuerdos las diversas misiones creadas por Hugo desde el 2003 con la finalidad de que estas tuvieran impacto sobre la población, entre las que debo nombrar: Misión Robinson para la alfabetización, Misión Barrio Adentro, para la atención médica primaria, Misión Alimentación, creado una red de distribución y venta de alimentos, Misión Ribas para ofrecer educación Media, Misión Milagro para atender afecciones de la vista, La Gran Misión Vivienda Venezuela para resolver el grave problema habitacional de los excluidos…entre tantas que por cuestión de espacio no me pudo alargar. De seguro que millones de venezolanos han sido beneficiario de alguna de estas Misiones, una forma de resarcir el daño que por muchos siglos perjudicó a una gran mayoría de la población que permaneció en la cruenta invisibilidad. Una mala praxis de los políticos de la cuarta república. Lee que algo queda.