Cada vez que leo los artículos de Ramírez, siento, percibo que algo le mortifica, algo le atormenta. De hecho, si se analizan los 29 artículos aparecidos en Aporrea, antes del de la renuncia en la ONU y el de “Lealtad”, así lo confirman. Muestra una gran preocupación por la lealtad a Chávez y repetirlo en cada escrito parece asumirlo como un recurso eventual para su protección en caso de estar envuelto en algún problema derivado de su paso por PDVSA. Se nota a la defensiva, para lo cual menciona una retahíla de razones que serían suficientes para que nadie pensara mal de él. Por ejemplo, nada podría sucederle si se tomara en cuenta que él, como lo menciona en su último artículo “Lealtad”, es honesto, cuestión que no le debería preocupar si realmente lo es. Si así fuera, no hubiera necesidad de explayarse en los mismos comentarios que se han hecho repetitivos en sus artículos, porque ninguna persona tiene que andar justificándose a través de los mismos para mostrarse al pueblo como una persona honesta, basta lo que cada quien piense de sí mismo y de la trayectoria que se ha tenido en la vida.
Hacerlo con la frecuencia con que lo ha hecho (Valga la redundancia), llama la atención y cualquiera pudiera pensar que sus artículos son un canto a la delación. Es recurrente en las mismas ideas, en su caracterización personal, en su protagonismo, como si con eso quisiera cubrir algún error cometido en el ejercicio de sus funciones de gobierno. Aflora sus características personales, las restriega como para justificar que él ha sido probo en sus actuaciones, en lo que hizo, en lo que es, en su lealtad...En esas justificaciones no ha dejado de aparecer la procedencia familiar y la casi mitificación del padre guerrillero como garantía de hacer saber que sus actuaciones han sido cónsonas con la realidad que vivió como hombre de confianza del comandante Chávez. Deja al descubierto que lo atacan por ser leal a Chávez, y es ahí donde está el detalle, como diría Cantinflas.
Asimismo, en sus escritos agrega otra razón a su autodefensa al hacer saber al lector su procedencia y actuación política, desde muy joven, como un elemento más de una hoja de vida que lo hace insospechable. Su protagonismo transcurre en todas las etapas que cuenta de su vida y sus conexiones familiares. Además, son muchos los detalles de que se vale para que nadie ponga en duda su trayectoria política: “Mi padre fue el primer Comisario del Ministerio de Energía y Minas en PDVSA, en tiempos de revolución con nuestro querido amigo de la familia, Alí Rodríguez”
“En septiembre de 2000, fui nombrado Presidente fundador del Ente Nacional del Gas, estrategia de la apertura para preservar bajo control del Estado Venezolano, nuestros inmensos recursos gasíferos” “Fui incluido por el Comandante Chávez en la Junta Directiva de PDVSA liderada por el Dr. Gastón Parra. El Comandante ya me conocía por mi desempeño en el sector gasífero” y por intermedio de mi respetado amigo Adán Chávez, a quien conozco desde nuestros años de militancia política en la Universidad de los Andes. “El 17 de julio de 2002, el Comandante me llama como Ministro de Energía y Minas, posición en la que permanecí a su lado hasta su partida”
Todo eso parece ser un aval para que no haya sospecha de nada. Igualmente, involucra al lector en un caso que no le atañe, cuando juega con la posibilidad de crear dudas respecto a que si contra él se produjera alguna investigación relacionada a sus funciones en Pdvsa, eso es porque le tienen envidia, simplemente por la deferencia que tuvo el comandante Chávez con él, al designarlo para cumplir todas las responsabilidades que le fueron encomendadas. Ramírez parece vivir del pasado; son otros tiempos, hay otros problemas. Debe percatarse de la realidad; si la revolución confronta problemas, a través de opiniones en la prensa no se solucionan, al contrario, eso lo aprovecha la derecha para sus propósitos políticos.
Debo decir que en el momento en que hago estas notas, el fiscal general de la República, Tarek William Saab anunció que investigará al ex ministro de Petróleo y expresidente de PDVSA, Rafael Ramírez, por su vinculación sobre la trama de corrupción de la Banca Privada de Andorra. A su vez, comentó que el primo de Rafael Ramírez, Diego Salazar lo "incrimina" de "compra-venta" de petróleo” "Eso aparece en un auto del juzgado de primera instancia de Andorra del año 2012. Conseguimos esto en uno de los allanamientos a las propiedades de Diego Salazar, dentro de una caja fuerte (...) Se ordenó un código de investigación para desarrollar una línea de acción judicial para conocer qué responsabilidad pudiese tener Rafael Ramírez con estos casos" dijo.
Cuando leo la información, constato que no me equivoqué en mis pálpitos y en mi percepción respecto a Ramírez, de que algo le atormentaba y le mortificaba, pues de sus artículos no podía sino sacarse esa conclusión.
