Nuevamente la valiente camarada y Constituyente María Alejandra Díaz levantó la voz de los que no tenemos voz. Esto lo hizo anoche en el programa La Hojilla que transmite VTV. Afortunadamente VTV no la censuró como sí lo hizo con el Comandante guerrillero y Constituyente Julio Escalona durante su discurso en la ANC. Qué pena.
María Alejandra denunció anoche que dentro de nuestras filas hay sus Yeltsin y sus Gorvachov como arroz picao, y que están jugando para sus grupos de interés. Comparte de esta manera, claro está, la tesis de que estos personajes de la antigua URSS fueron infiltrados por el enemigo para demoler la revolución por dentro. Y considerando esta posibilidad, nos hace un llamado para que no tengamos miedo e indentifiquemos a los infiltrados. Porque si los identificamos, los podemos neutralizar.
Acto seguido, María Alejandra apunta y dispara su dardo. Esto dijo:
"O sea, cuando una gente te habla de burguesía revolucionaria, de qué te está hablando. Vamos a empezar por ahí, pues. O sea, cuando una gente dirige el crédito público y privado para beneficiar a los grandes y no a los pequeños, ¿de qué estamos hablando?".
Si no me equivoco, quién defiende la tesis de construir una burguesía revolucionaria es el actual Ministro para la Agricultura Productiva y Tierras Wilmar Castro Soteldo. No sé si María Alejandra se refiere a él. Tampoco puedo asegurar que Castro Soteldo sea un infiltrado. Pero lo que sí puedo asegurar es que el soldado Wilmar está favoreciendo, consciente o inconscientemente, los intereses del enemigo histórico de la clase trabajadora.
Además, María Alejandra Díaz mostró su preocupación por la inconsistencia entre el discurso y lo que se hace. Porque ella considera que eso desorienta a la gente, le creas disonancia, y despolitizas a la masa. Y convencida de que tenemos que volver a Chávez, hace esta reflexión:
"Si algo tuvo Chávez, fue que avanzó en su plan contrahegemónico, con un pueblo, con un sentido libertario, acompañándolo. Ese es el sentimiento que nosotros tenemos que recuperar. Si no, ¿cómo vamos a avanzar nosotros en medio de esta guerra si tenemos una tropa desmoralizada, si tenemos una tropa con hambre, si tenemos una tropa que no está conciente, cuál pelea vamos a dar, con quién?".
Estoy de acuerdo camarada, tenemos que volver a Chávez. No hay otra. Chávez era respetado por nuestros enemigos. "Chávez es un político que dice lo que hace y hace lo que dice", decían con preocupación sus enemigos. Y con razón, porque sabían que su conducta correspondía con su discurso. Y eso representaba un peligro para ellos. Un peligro porque moralizaba a la clase trabajadora, al pueblo en general, para contraatacar al enemigo. Chávez no mentía, tenía credibilidad. Con solo mencionar a la burguesía en sus discursos, el pueblo lo aclamaba con sus consignas y los puños levantados. Eran tiempos heroicos.
Camarada María Alejandra Díaz, aún hay personas en nuestras filas que piensan que al Presidente lo están engañando, o que no está consciente de la política económica que lleva a cabo su equipo de trabajo más cercano. Pero en lo particular, no creo que esté engañado. El presidente en más de una ocasión le ha dado un espaldarazo en público a su equipo económico. Incluso, recientemente ha defendido de manera vehemente las decisiones que se están tomando en materia agrícola.
El 9 de noviembre, reunido con su equipo económico en el Palacio de Miraflores, Nicolás nos despejó la duda a quienes hacemos críticas a las políticas agrícolas. Resulta que el Presidente sí está en conocimiento de todo lo que decide el Ministro Wilmar Castro Soteldo, y le dio un efusivo y amistoso espaldarazo frente a las cámaras como para que viéramos que Castro Soteldo no está solo en su proyecto. Esto nos aclaró:
"Si le lanzan piedras compañero Wilmar Castro Soteldo es porque avanzamos, (…) nuestro objetivo es seguir avanzando en la Venezuela productiva. Hacer las alianzas que tengamos que hacer con el sector privado nacional e internacional (…) No coma coba compadre (…) tiene todo mi apoyo (…) No le coma coba a nadie, siga pa’lante. Los golpes que le lancen a usted que me los lancen a mi también, porque yo soy responsable de todas las decisiones que se están tomando en el campo agrícola, de todas (…) Y confío en la fuerza revolucionaria que en lo espiritual tiene el comandante compañero Wilmar Castro Soteldo".
Por supuesto que el Presidente es el que tiene la mayor responsabilidad de todas las decisiones del Ejecutivo. Pero la forma tan confiada y segura en que se dirigió al país para defender la política agrícola del Ministro, es una señal muy poderosa que nos puede llevar a la conclusión de que el proyecto de Castro Soteldo es el mismo proyecto de Nicolás Maduro. De hecho, hasta ahora Nicolás no ha objetado la propuesta de construir una burguesía revolucionaria desde el Estado. Saludos.