Modelo de negocios ultra-neoliberal de CANTV: cobrar por un servicio que no presta

Según tengo entendido la Compañía Anónima Teléfonos de Venezuela, mejor conocidas por las siglas CANTV es una empresa del Estado venezolano. Desde la promulgación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada en un referéndum popular, y después de la declaración del Presidente Chávez del carácter socialistas de la Revolución Bolivariana se le dio un impulso a los servicios públicos y se revirtió el proceso de privatización de las empresas del Estado. Una de esas empresas recuperadas por el Estados fue precisamente la CANTV. En esos tiempos se produjo expansión del servicio telefonía fija y móvil, del servicio de internet en los hogares y en lugares públicos, etc. Además, la CANTV distribuyó equipos (teléfonos móviles, routers, etc.) a muy bajo costo para expandir el acceso a las comunicaciones en sectores que habían sido previamente marginados. Este proceso de crecimiento se detuvo. No solo se detuvo el crecimiento, sino que se inició un proceso progresivo y constante de deterioro de los logrado. Las explicaciones de este último fenómeno son diversas. Entre ellas hay una que nos queda muy clara, el cambio del modelo de negocios de la CANTV promovido por los cambios en las políticas del gobierno de la Revolución Bolivariana en la fase liderada por el Presidente Maduro.

Las sanciones unilaterales e ilegales impuestas por los Estados Unidos en contra de diversos funcionarios y empresas del Estado venezolano, han tenido un efecto devastador sobre la mayoría de la población del país. La mayoría sufrimos las consecuencias del continuo y creciente deterioro del valor de la moneda nacional. Pero, por otro lado, las sanciones le han caído como anillo al dedo a un sector en el poder para promover y reinstaurar el modelo económico neoliberal. Incluso, entre los sectores más golpeados por las sanciones y las malas gestiones gubernamentales en los diversos niveles hay quienes creen que esa es la única salida de la crisis actual. Cuando el período más agudo de escases de alimentos básicos, se propago la consigna: que aparezcan los productos al precio que sea. Esa consigna fue internalizada por la mayoría y sirvió para aminorar las protestas ante la inflación. La consigna de la resignación: no importa que esté caro, pero hay.

Entre las empresas del Estado, principalmente entre las que prestan servicios públicos, la CANTV se ha destacado por su vuelta de timón al neoliberalismo. Cierre de oficinas de atención al usuario, cierre de tiendas de venta de equipos, deterioro creciente del servicio, aumento desproporcionado de las tarifas, etc. En esta empresa han llevado su modelo de negocios a un extremo que es la envidia de todas las empresas de telecomunicaciones del mundo. Este modelo, que denomino ultra-neoliberal, consiste en cobrar por un servicio que no se presta. Este es el paraíso del capitalista, cobra por una mercancía que nunca entrega, por un servicio que nunca proporciona. Yo tengo más de dos años sin servicio de telefonía fija y casi dos años sin servicio de internet, he pagado la factura, he hecho reclamos y no me han restituido ninguno de los dos servicios. En Cagua no hay oficina comercial, uno tiene que trasladarse a Maracay donde no hay ninguna garantía que la atiendan. En una oportunidad conversé con el jefe de la central telefónica de Cagua y me dijo muy amablemente que mi reclamo no procedía porque estaba moroso. Ahora bien, cómo puedo estar moroso cuando por más de dos años no he tenido servicio telefónico y sin internet, y he pagado mis facturas. Tal vez me había retrasado en un pago, ya ni me acordaba que existían la telefonía fija y el servicio de Aba. He pagado por la página web del Banco Mercantil y de la página Patria, y no he logrado que me repongan el servicio. Entre mis vecinos hay varios en la misma situación.

Hoy entré a la página Patria y para mi sorpresa la CANTV me está cobrando Bs. 47,66, es decir $10,32 según el cambio oficial de hoy, por un servicio que no recibo. El Bono Año de Victorias, al igual que otros bonos, es de Bs. 15,00, necesitaría por los menos tres de esos bonos para pagarle a la CANTV lo que me está cobrando sin prestarme ningún servicio. A menos que se trate de una estrategia del gobierno para hacer que se le regrese el dinero que reparte en bonos. Ese monto equivale más o menos a siete meses de la pensión. Además, nadie en mi casa puede trabajar ni estudiar en línea, porque la CANTV no presta el servicio que si cobra religiosamente.

En fin, la CANTV es la envidia de todas las empresas de telecomunicaciones del mundo capitalista. El modelo de negocios que ha perfeccionado la CANTV no tiene paralelo en el mundo: cobrar por un servicio que no presta. Somos en realidad un país potencia, un ejemplo de perfeccionamiento del ultra-neoliberalismo.

 

 

 



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Julio Mosquera


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