"José Alejandro Terán, gobernador del estado La Guaira, dio a conocer recientemente que los cuerpos policiales adscritos a esa entidad recibirán un porcentaje por el cobro de multas durante el asueto de Semana Santa.
"Que no se sorprendan que vamos a tener en cada esquina a funcionarios policiales con su alcoholímetro, y además generamos un sistema para que la multa implique que el funcionario se quede con un buen porcentaje de ese recurso", dijo el gobernador en declaraciones a los medios de comunicación en el inicio del operativo Semana Santa Segura La Guaira 202
En cualquier otro país, en cualquier otro gobierno, esta declaración de un gobernador habría levantado una tolvanera de rechazos, hasta del mismo gobierno, una fiscalía seria lo hubiese imputado. Se trata, con descaro, de legalizar la matraca, reconocer que no pueden dar un salario justo a la policía y lanzarla a la calle a que busquen su sustento y el rechazo, el odio de la población. Además, poner en primer plano el soborno; hacer de la vigilancia una mercancía y de la matraca una política económica.
La conducta del gobernador no cayó del cielo, él no es un cuerpo extraño dentro del madurismo, al contrario, es un representante genuino del lumpen sindical en funciones de gobierno. Arrasan con todo. Desde el primer día de gobierno madurista se le vio el talante oportunista, sin estrategia, sin más plan que el lucro fácil, inmediato, por encima de cualquier ética, sin ningún principio moral, sin otra lealtad que al beneficio egoísta. Guiados por la consigna emblemática del capitalismo: "si da lucro, es lícito".
Desde el primer día, se plegaron a la ideología capitalista en su versión malandra, descarnada: arrebatar la riqueza, tierra arrasada, el mañana no existe, incapaces de construir. El país en el corto tiempo de una década fue destruido, no hay actividad social que se salve de la catástrofe, desde Pdvsa hasta el Arco Minero, desde la educación hasta la salud, el salario, la alimentación, la economía, la cultura, todo fue devastado por el madurismo. Y lo que es peor, de las entrañas de este desastre surge una espiritualidad del todos contra todos, del sálvese el que pueda, todos son presas y todos son depredadores.
La conducta del gobernador, la conducta de los policías con licencia para matraquear, son los signos de los tiempos, señales del camino que transita el país. En estas manos la Patria se pierde.
El país debe saber que las calamidades de hoy surgen del capitalismo, el madurismo abandonó al Socialismo, traicionó a Chávez y cayó en las aguas podridas del capitalismo. Este desastre que hoy vivimos es un éxito tremendo del capitalismo: acabó con el Socialismo, esa era su principal meta, y el madurismo se la cumplió. Y ahora, hay condiciones inmejorables para la reinstalación del capitalismo. Ya se apropiaron del petróleo, ya la propiedad social está eliminada, todo el país está en subasta, los capitalistas engordan y se apoderan de la Patria. La economía del bodegón, es decir, bienestar para unos y miseria para la mayoría, se expande por todo el país.
¡VOLVER A CHÁVEZ!