La corrupción en factores de la oposición venezolana es de espanto y brinco. Y no sólo de tipo económica, sino y sobre todo de tipo moral. El gobierno también los ha tenido, a esos personajes de asquerosa conducta, Pero al menos los ha puesto a resguardo. De hecho, han desaparecido de la palestra pública, aunque la gente siga preguntando si ya han pasado a juicio o tienen condena firme, si han seguido con sus uniformes amarillos y hacen trabajos comunitarios o es que reciben el beneficio de casa por cárcel.
También existe la pregunta si, de verdad, los corruptos opositores y supuestos líderes políticos van a ser capturados, juzgados y condenados, si es posible de modo sumario aquí en Venezuela, una vez que Trump los haya llevado a Guantánamo, o también se ha oído, leído en portales digitales y visto por tv que ya se han refugiado en el reino de España, Leopoldo López, Julio Borges y otros "líderes" más. De tal manera que las cosas no se queden sólo en meras palabras.
La corrupción, ha escrito Moisés Naim en su libro "Repensando el mundo". (111 sorpresas del siglo. 21. Prólogo de Fernando Enrique Cardoso. Hoja del norte. Caracas. 2916), que la corrupción, siento un problema tan antiguo, en las últimas décadas a pesar de ciertas iniciativas legales contra este mal, los resultados son decepcionantes. "Se ha hecho mucho, pero se ha logrado poco" (p. 115).
Las dinámicas de la historia reciente en el futuro inmediato irán diciendo el comportamiento de este fenómeno de la corrupción política en Venezuela, o se repetirá el juicio de Moisés Naim citado supra?
Las investigaciones del parlamento nacional (AN), la actuación de los fiscales nombrados para estos asuntos, la cooperación bilateral tendrán un rol que cumplir a este respecto. Involucrados en ese enredo dizque están metidos líderes conspicuos y otros de menor relieve, así como ciertos activistas promotores de los llamados comanditos o "malandritos" que son parte de los lavaperros violentos del 28 de julio de 2024.
Lo que se pide es acción, actos concretos y efectos, más allá de palabras huecas. Por cierto, el libro de Naim concluye en uno de los subtítulos del libro citado, acota que una forma de lucha contra la corrupción se relaciona de una manera alta con la educación y la cultura impulsada de forma constante, que el sistema educativo formal e informal funcione es parte de los mecanismos para que los países se zafen de la corrupción, así como el funcionamiento del sistema de justicia.