Tome notas señor Presidente, pero tómelas con todo el cuidado y la atención que se merecen.
En la actualidad muchos desconocemos cual puede ser el poder real y efectivo del que esta revolución dispone para su propia defensa.
Los últimos acontecimientos sucedidos y, que aún siguen sucediendo, son muy significativos. Se observa en la población un malestar general creado fundamentalmente como una consecuencia del acaparamiento de alimentos, del abuso desmedido en el alza del precio de los automóviles y repuestos y sobre todo la insolente subida de precios en el campo inmobiliario. Los apartamentos se hacen incomprables hasta para la clase media alta. Las mafias del sector inmobiliario, hacen lo que les da la gana y... ¿Cómo vamos a parara esto señor Presidente?. Será esperando la buena comprensión de los que manejan el negocio o será aplicando leyes duras para los que quieran hambrear al pueblo. Tiene usted la palabra señor Presidente.
Pero es que hay también otros muchos abusos que se están cometiendo y algunos de ellos son el producto de la actividad gerencial y administrativa de ciertos ministros de su tren ejecutivo. ¿Sabía usted algo de eso señor Presidente?. Imagínese que hasta yo me entero de los problemas que tienen los obreros con el Ministro del Trabajo, de los problemas de PDVSA o de las deficiencias en la toma de decisiones dentro del ministerio del ambiente, o de la postura de COMATEL ante el ataque descarado de Globo Terror, en fin... ¿y sabe usted como ve la opinión pública todos estos problemas?
Por otra parte es notorio señor Presidente el problema de la basura en todo el país. Usted sabe que este flagelo ha hecho de la bella Ciudad de Caracas, una de las ciudades más sucias de éste continente. Da como vergüenza ¿Verdad? Con respecto al transporte colectivo, hay problemas con el funcionamiento del metro en Maracaibo y en el de Caracas, por el volumen de pasajeros, casi no se da abasto. ¿Qué va a pasar cuando se venga la gente de Guarenas – Guatire? A lo mejor habrán más y mejores vagones por línea o quizá se proyecte algo nuevo.
¿Cómo le parece señor presidente el problema de los huecos en calles y avenidas en nuestras ciudades? Y eso que tenemos las reservas más grandes de petróleo en el Mundo, será negligencia o corrupción en los entes que se deben ocupar de este problema o será que de verdad, no tenemos suficiente petróleo. ¿Qué será?. En todo caso son los sufridos chóferes quienes lo padecen. Si se les daña el automóvil no hay nadie que responda por eso. Tengo entendido que en otros países las alcaldías se hacen responsables de su propia negligencia o incapacidad y pagan el daño, sería muy bueno que aquí se aplicase esa medida
Hay muchas otras cosas que pudiese abordar, pero no las voy a mencionar para no fastidiar a los lectores que ya las conocen de sobra, sin embargo, no puedo dejar de señalar que para defender la corrupción de una manera u otra, no se puede apelar a la habida en la IV República que tiene sus propias responsabilidades, y las de la V República también tiene las suyas. Jamás se pueden justificar los errores del presente comparándolos con el pasado. Eso sería un grave error.
Si a todo lo antes expuesto añadimos la amenaza permanente del imperio y sus lacayos, el panorama señor Presidente no es nada halagador, es muy serio.
Ahora bien si se actúa con autoridad, inteligencia y se toman las decisiones que sean necesarias, aunque haya la imperante necesidad de crear nuevas leyes, hágalo señor Presidente, sólo así se salvará la República.
Para concluir creo que es muy bueno saber donde se pisa, el pueblo venezolano no tiene aún una conciencia plenamente desarrollada para la revolución y el socialismo, y por eso puede ser confundido fácilmente por esa propaganda ladina y apatrida que maneja la oposición en conjunto con el imperio y el amigo Uribe.
Esa propaganda sutil y bien dirigida por los medios opositores es una de las causas que considero valedera para entender con claridad la perdida del 2 de Diciembre, sin dejar de tomar en consideración el comportamiento de los funcionarios del estado que se prestaron para ello. La CORRUPCION y el abuso del poder señor Presidente.
En definitiva señor Presidente, pienso que la permisibilidad y la ingenuidad son malos consejeros e inevitablemente conducen al fracaso. Ojalá pueda usted enterarse del contenido del presente y espero pueda serle de alguna utilidad. Dijo usted una vez “No hay peor sordo que el que no quiera oír”
alexriver870@hotmail.com