Cuando eres el poder o formas parte de él te haces prepotente.
Caso típico del hombre mediocre que no puede instruir, adoctrinar o dar ejemplos que permitan ganar la voluntad de los demás. Entonces, no le queda otro camino que no sea el de imponer su criterio a como de lugar.
Hoy he hecho un recorrido por los diferentes artículos que han sido publicados en Aporrea y me extraño un tanto, quizás la búsqueda no fue lo suficientemente efectiva, no encontrar ninguno que hiciese alguna referencia al lamentable comportamiento del gobernador de Carabobo: Acosta Carlés, en un acto de franco proselitismo político y demagógico donde el gobernador se burla de la inteligencia y dignidad del pueblo venezolano, cuando asignaba cheques a ciertos elegidos, que representaban unas determinadas fundaciones, para realizar supuestos servicios clínicos y hospitalarios a la gente de los sectores más necesitados del estado, ya que el Situado Constitucional no le era suficiente.
Tal comportamiento fue dado a conocer a la opinión pública por el señor Mario Silva en su programa “La Hojilla” del 04-08-08. El hecho es, que un (sólo uno) supuesto empresario “socialista” se permitió hacer las donaciones pertinentes, en forma pública por la bicoca de seis mil millones de bolívares – 6.000.000.000 de bolívares – ¿Cuanto sería el monto de contratación que ha tenido éste señor con la gobernación del Estado Carabobo?. Es algo que debería ser investigado.
Ahora bien, estas donaciones tan caritativas, según el gobernador Carlés, corresponden a la política socialista promovida por el ciudadano Presidente de la República. Tal afirmación en un acto de esa categoría, es indiscutiblemente cínica e irrespetuosa a la figura del Presidente y lo que él representa.
Es de señalar, que el tal empresario ni siquiera fue debidamente identificado y mucho menos lo fueron los cheques emitidos. Aquel show realmente fue de mal gusto y sobre todo el tono burlón con el cual fue presentado... hubo hasta lágrimas.
Ahora bien señores, si hemos podido llegar a este tipo de manipulación descarada y públicamente, es por algo. No vino de la nada, vino de la connotada indiferencia del Estado que ha sido débil y que nunca ha tenido la suficiente autoridad para atacar la causa que las promueve, que no es más que la corrupción en sus diversas manifestaciones. Por tal razón, el gobierno está obligado a atacar estas situaciones para evitar que se sucedan. De esta manera se gana el RESPETO de todos los venezolanos y sobre todo su credibilidad.
No quiero dejar pasar esta oportunidad para señalar que una gran parte del pueblo venezolano, hubiese querido ver, dentro del paquete de leyes habilitantes, alguna ley que permita atacar con eficiencia y eficacia el peligroso flagelo de la corrupción que es capaz de tumbar gobiernos.
Todos sabemos que una Contraloría Social que solo sirva para denunciar los actos de corrupción es un FRACASO. Una buena Contraloría Social requiere de un apoyo jurídico de acción inmediata, que le permita llevar a juicio al corrupto y penalizarlo rápidamente. No habría que esperar tanto las llamadas inhabilitaciones que sólo son administrativas y permiten la huida al delincuente con la cabuya en la pata y lleno de billetes.
Quiero agregar algo más: También nosotros, cristianos mortales que habitamos en éste país no podemos ser indiferentes y debemos colaborar en la guerra contra la corrupción. SI QUEREMOS SALVAR AL PAÍS
alexriver870@hotmail.com