La poesía como acercamiento a ciertas dimensiones salientes de la experiencia vital, reveladora de verdades estremecedoras de la realidad en los planos que suelen llamarse ontológico, antropológico, epistemológico y axiológico como parte de un constructo intersubjetivo de primera importancia sobre lo humano, geográfico e histórico-cultural en el devenir societal, nacional, latinoamericano y universal fue motivo de reflexión de la tertulia de la Plaza La Moneda, General Pedro León Torres o de Los Libros Usados de la ciudad de Barquisimeto.
En efecto, este sábado 22 de diciembre de 2018 en la última sesión del año Francisco Suárez, Arnaldo Guédez, Francisco Materán, tres o cuatro más contertulios celebramos una sesión extraordinaria convocados por la poesía. Quiso la causalidad, por cierto, que habiendo empezado con la poesía de Octavio Paz termináramos leyendo El Cantar de los cantares, al menos su primer y segundo capítulo. Porque alguien llegó allí a compartir con una edición de La Biblia Latinoamericana, (Edición Pastoral. 500 Años de la Evangelización en las Américas, 1492-1992) que había mandado a encuadernar.
A tal pasaje se le hubo de aplicar una hermenéutica estrictamente literaria pero bastante heterodoxa, concluyendo que la poesía viene a ser un discurso fundante de la convivencialidad humana fundamentada en el amor en su vertiente humana y mística, que han sabido cultivar místicos como San Juan de la Cruz, Thomas Melton, Cardenal, discípulo del primero, Roque Dalton, Rubén Darío, entre otros.
La poesía es vehículo de verdades hondas, denuncia la injustica y anuncia nuevas posibilidades de realización humana en el marco inmanente del acontecer histórico, como por ejemplo Oración por Maryland Monroe, Los heraldos negros, Azul, Canto a mí mismo, entre otros poemas de gran repercusión; de tal suerte que el ciudadano y el político en particular puede hacerse de una adecuada perspectiva del ser de la cultura o el hombre, de una mejor comprensión de su entorno sociohistórico y de los valores locales, regionales, nacionales o universales si leyera poesía; un arte que contiene en sí conocimientos hondos y a la par de los aportes de las ciencias.
Esta sesión del 22 de diciembre de la tertulia sabatina de los libros usados cierra así probablemente un ciclo de grandes aprendizajes, tanto para los asiduos como en la construcción de una referencia acerca de cómo un espacio público puede servir para el encuentro intelectual, más allá o más acá inclusive de la indiferencia de los entes oficiales formalmente encargados de la cultura en Barquisimeto y el estado Lara, que por cierto suelen pagar a cantantes y demás músicos para canten en otras plazas sin más público que el muchacho del equipo de sonido, como pasó días atrás, según vimos sorprendidos en otra placita llamada del "Encuentro".
