A 189 años de la muerte del Libertador
el 17 de diciembre de 1830.
Qué podemos decir de la muerte:
La muerte liberadora,
la muerte igualatoria,
la muerte que se lleva las ilusiones,
la muerte como fin de un camino,
la muerte inexorable.
Muerte que todo lo callas,
estás en todo lugar,
en las nubes, en el mar,
en los campos de batalla.
Entre fúnebres sombras
la muerte se avecina.
Él, ya sin energía repasa
su breve y frondosa vida,
esa que ha cumplido sus metas
entre penas y alegrías.
Su patria en la lejanía,
pero él la siente tan cerquita
que hasta el olor de la tierra
lo puede percibir.
No logra escribir ni una letra
sin oír el viento silbando
que va a su encuentro a llevarle
mensajes de su tierra, Venezuela.
En sus recuerdos se funden
todas sus vivencias
desde niño
a la adolescencia y como
el ¡Libertador! Simón Bolívar.
Se están tejiendo los hilos
de la muerte,
ya no hay vuelta atrás,
ella ya está ahí,
susurrando al oído,
que ése es el fin
de la permanencia
en la tierra.
Pudiste contra tiempos
difíciles y el dolor,
pudiste levantarte
y seguir adelante con seguridad,
por eso fuiste el ¡Libertador!