Nació en Caracas, Venezuela, el 24 de julio de, 1783, en una familia de origen vasco - galaico por su padre e isleña - castellana por su madre, sus padres fueron, el coronel Juan Vicente de Bolívar y Ponte, y Doña Concepción Palacios y Blanco, hechos parte de la elite "mantuana" criolla. En la casa solariega de los Bolívar - Palacios, nacía Simón Bolívar; era un día soleado, el Rey Sol entraba por los corredores de la vivienda familiar, quería ser protagonista de esta fecha especial.

En las empedradas callejuelas que están entre Traposos a San Jacinto cerca de la Catedral de Caracas, reinaba un silencio y una tranquilidad absoluta. La Caracas de entonces, era como un pueblo, con muy pocas casas, pocos habitantes, si la comparan con los que después llegó a tener. Una ciudad colonial muy alegre y pintoresca. Los padres de Simón José Antonio de la Trinidad Bolívar y Palacios eran personas bastante adineradas, tenían por esa época esclavos que les servían en los quehaceres de la casa y haciendas. Entre ellos se encontraba la Negra Hipólita, la cual tuvo como misión amamantar, es decir, darle pecho a Simón Bolívar, ya que su madre estaba delicada de salud y no podía hacerlo, pero más allá de ello, recibió de una esclava negra lo que sintió siempre como un verdadero amor maternal y eso sin duda marcaría una influencia importante para los derroteros de su vida.

Simón Bolívar fue un niño como todos, desde pequeño le gustaba escuchar cuentos, correr, montar a caballo, con sus amigos, también lloraba y reía… Siendo muy pequeño, cuando apenas contaba con tres años de edad, muere su padre en el año 1786, un seis de julio, pero en 1792, fallece su madre, contando él nueve años, dejando huérfanos a María Antonia, Juana, Juan Vicente y al Libertador, Simón Bolívar. La Negra Hipólita, lo crio, con gran esmero y cariño, y Bolívar correspondía al mismo, ya que veía reflejado en ella el amor de la madre que no tenía. Siempre decía que la Negra Hipólita "fue para mí un padre y una madre"… "su leche alimentó mi vida y no conocí otra madre que ella". Entró de lleno en la juventud, tendría catorce años. Desde entonces, su primera y gran ambición era la de viajar a España, conocer la "Madre Patria".

Simón tuvo por maestro a Simón Rodríguez, quien le enseñó a estudiar y le dio las primeras ideas de libertad. Se referiría a él con admiración, como hombre sabio, un filósofo consumado, y un patriota sin igual: "Yo siempre lo recordaré porque él dirigió mis pasos y formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso"… "yo seguí el sendero que él me señaló". Andrés Bello fue otro de sus maestros, Bello se dedicó a instruir a Bolívar en Geografía y Literatura.

Desde los dieciséis años hasta los 23, Bolívar se dedicó a viajar. Conoce entre otros países a México, España, Francia, Italia y Estados Unidos. En Francia conoce al Emperador Napoleón y comienza su interés en la política; allí pudo tratar personajes muy importantes. En Madrid estudia francés y matemáticas bajo la dirección del Marqués de Ustáris. Es aquí donde conoce a María Teresa Rodríguez del Toro, con quien contrae matrimonio en el año de 1802, a los diecinueve años de edad; pero ésta muere a los pocos meses, habiendo retornado Bolívar con ella a la ciudad de Caracas.

A raíz de la muerte de su esposa, Bolívar decide regresar a Europa, y se dirige a París, allí se encuentra con su antiguo maestro Simón Rodríguez, fortaleciendo sus lazos de amistad. En 1805 viajan juntos a Italia y es allí, en el Monte Sacro, donde jura solemnemente luchar hasta la muerte por la libertad y la independencia de América.

El 15 de agosto de 1805, un día inolvidable para él, subió con sus dos amigos, el maestro Rodríguez y con el amigo Fernando Rodríguez del Toro al Monte Sacro, una de las siete colinas de Roma. Caía la tarde y ya habrían descansado un poco, cuando en voz alta y firme, para que le oyeran sus acompañantes, pronunció aquellas palabras que perdurarían para la historia. A medida que hablaba sentía que se le humedecían los ojos, se le oprimía el corazón: era que iba a profesar un juramento que tenía que ser el motor de toda su vida:

"Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro por la patria, que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español". Tenía entonces 22 años. Y no sólo fue por el entusiasmo y compromiso que hizo ese juramento, sino porque lo sentía en lo más profundo de su ser.

Regresa aquel joven del juramento a su patria el 1 de enero de 1807, y prontamente se encuentra participando activamente en la preparación de la lucha contra España. El 19 de abril de 1810 se instauró en Caracas la Junta Revolucionaría, y Bolívar recibe el grado de Coronel.

Amaneciendo el día 19 de abril, que era Jueves Santo, los caraqueños del Concejo Municipal pidieron al alcalde en ese momento, don José de las Llamozas, que convocara a un Cabildo Abierto, en el que estuviese presente el pueblo, para informar de los acontecimientos que convulsionaban a España. Se invitó al Capitán General Emparan, frente a un pueblo en rebeldía que le rechaza, y éste, ante el giro a que estaba llegando la situación, se ve forzado a entregar el mando.

El 19 de abril de 1810 nació la Patria. La Independencia de Venezuela fue el proceso jurídico - político desarrollado ente 1810 y 1830 con el fin de romper los lazos que existían entre la Capitanía General de Venezuela y el Imperio español. Pero fue el El 5 de julio de 1811 que se firmó el Acta de la Independencia de Venezuela, y a partir de ahí, ese día se celebró como un Día Nacional.

En 1813 Bolívar encabeza la Campaña Admirable, que permitió derrotar el dominio español de Monteverde, y le fue concedido el título honorífico de Libertador por el Cabildo de Mérida, (Venezuela) ratificado en Caracas ese mismo año. Este título quedó asociado a su nombre, con el logro de lo que fue la Segunda República, aunque ésta habría de caer de nuevo ante las fuerzas imperiales de España. Pero la lucha siguió con alcances aún mayores.

En 1815, Bolívar proclamó a Cartagena de Indias "Ciudad Heroica" por su valentía en el sitio a que fue sometida por los españoles, fue en esta ciudad, corriendo el año 1812, desde donde escribió el primero de sus grandes discursos políticos: el Manifiesto de Cartagena. En sus proclamas Bolívar prefigura lo que posteriormente, tras las muy duras batallas de la guerra de independencia llevó, de su mano, a la fundación las repúblicas de Gran Colombia y Bolivia. El Libertador contribuyó directamente a concretar la independencia de seis de las actuales naciones iberoamericanas: Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.

El 24 de junio de 1821 se libró la Batalla de Carabobo, acción que definiría la Independencia de Venezuela. Comandado por el Libertador Simón Bolívar, el ejército patriota derrotó a las fuerzas realista del Mariscal de Campo Miguel de La Torre, quien controlaba el territorio de Carabobo, Aragua y Caracas.

Las llanuras, como el cielo, tenían también tempestades terribles, desastrosas que hasta parecían brotar de la propia tierra. Una nube de polvo levantada en el horizonte presagia el huracán a los soldados españoles. Tras las espesas nubes que oscurecieran hasta entonces los horizontes de la Patria, aparecen los primeros destellos de un sol resplandeciente que todo lo ilumina, exhibe y magnifica, como el que irradió con sus brillantes resplandores el momento del nacimiento de El Libertador. Con esta última batalla es consumada la lucha por la independencia frente a España y sembrado el ejemplo que tomarían siglos más adelante otros venezolanos y nativos de las naciones ubicadas al sur del río Bravo (que divide a México de Estados Unidos) en el continente americano, para luchar por la II Independencia frente al nuevo poder imperialista que somete a Latinoamérica.

Simón Bolívar muere el 17 de diciembre de 1830, en Santa Marta, Colombia. Sus restos mortales descansan desde el 28 de octubre de 1876 en el Panteón Nacional. Aún sigue abierta la lucha por la independencia plena de nuevos poderes que asumen el control global del mundo al día de hoy.