Cuento o Razón

¿Por qué ladra tanto ese perro?

El periodista Juancho Marcano salió de su pueblo la Tacarigua de Margarita con rumbo al pueblo de Altagracia, poblado éste conocido por la cantidad y variedad de negocios que ahí hacen vida y por tal motivo es conocido en la isla como el pueblo de los comerciantes o negociantes. Antes de llegar al mencionado lugar el reportero pasó por Santa Ana, cuna de la Tercera República y conocida como la ciudad jardín de Margarita, porque su calle principal es larga y adornada ambas aceras con árboles de guayacán, que es el árbol emblemático del estado Nueva Esparta. Ahí se detuvo en un negocio de asiáticos y compró unas cosas y siguió al nombrado pueblo gracitano o Los Hatos y allí, después de andar preguntando en diferentes casas comerciales, encontró lo que andaba buscando, por eso se dijo: "Lo que no se consigue aquí en Altagracia, no se consigue en ninguna parte".

Una vez cumplida la misión, regresó a su pueblo y a su hogar, donde cerca del portón encontró a Yey, el perro del vecino, con unos ladridos incesantes a unos muchachos, y no era raro porque dicho can ladra hasta a los pájaros, por eso no le paró mucho a los ladridos y una vez abierto el portón, entró con el vehículo y lo recibió su perro Pipo, que le preguntó cómo le fue y le dijo que había tardado más de lo debido. Juancho le contestó que bien y le comentó, escuchando a Yey ladrar: "Pipo, ¿por qué hay unos perros que ladran tanto?

El perro vio a Juancho, detenidamente, y le manifestó: "Mira Juancho, así como hay gente que es bullera, también hay perros; claro hay que unos que ven peligro en todo y su manera de defenderse o mostrar las garras, es ladrar para que agarren miedo, los supuestos enemigos que se acercan y más aún si quieren entrar a la casa".

"Ahora que tú dices así, dijo Juancho, me recuerdo que un señor fue a visitar a un compadre y cuando llegó a la puerta del jardín, salió un perro ladrando furiosamente y en vista de esto, salió el compadre, y el señor le preguntó: ¿Compadre, por qué ladra tanto ese perro? "Ese perro ladra así, cuando ve gente fea", dijo el compadre. Entonces el señor, rápidamente le contestó: "Entonces ese pobre perro, compadre, no parará de ladrar viviendo con usted entre la casa".

El periodista soltó la risa por su anécdota, acarició su perro y siguió, con lo que había comprado, para dentro de la vivienda.



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Emigdio Malaver

Margariteño. Economista y Comunicación Social. Ha colaborado con diferentes publicaciones venezolanas.

 emalaverg@gmail.com      @Malavermillo

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