El horrible suplicio infringido a Alberto Lovera

En el puntofijismo la aplicación de una política rutinaria de crueldad sigue siendo demostrada por los adecos luego de la transición entre el gobierno presidido por Rómulo Betancourt y el encabezado por Raúl Leoni. En este último gobierno se recrudece la violencia de los cuerpos represivos y el gobierno institucionaliza la figura tenebrosa de los desaparecidos, ciudadanos venezolanos que fueron detenidos por la Dirección General de Policía (DIGEPOL) y por el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA) y de quienes muchos aun no se conoce dónde están a pesar de las diligencias adelantadas por familiares, compañeros de militancia, amigos y algunos diputados. Una de la más palpable y horrible  prueba del modo arbitrario, cruel y sanguinario del puntofijismo se produce un 18 de octubre de 1.965 a eso de las 6 de la tarde cuando es detenido cerca de la Plaza Las Tres Gracias, Caracas, el profesor  Alberto Lovera, dirigente del Partido Comunista de Venezuela,  quien circulaba pausadamente en su automóvil y es interceptado por una comisión de la DIGEPOL. En esos momentos era Ministro de Relaciones Interiores el doctor Gonzalo Barrios. Alberto Lovera fue de inmediato trasladado a la sede de la DIGEPOL en el Edificio Las Brisas, donde comienza a ser torturado. El auto del profesor Lovera fue visto aparcado en el estacionamiento (sótano) de la sede del cuerpo represivo por otros detenidos. Y continúa el calvario para el preso sometido a crueles tormentos físicos y psicológicos por el grupo de hombres conocidos popularmente como los muchachos de Carlos Andrés. El 23 de octubre a tempranas horas de la noche Alberto Lovera es llevado al Retén Planchart en Puente Mohedano y allí continúan golpeándolo  sin compasión, hasta que finalmente sus captores deciden trasladarlo al Campo Antiguerrillero de Cachipo en el Estado Monagas. Allí el comandante del puesto militar no lo reciben debido al grave estado físico, preagónico, en que se hallaba el profesor Alberto Lovera por los maltratos recibidos. Fue tal la inmoralidad de los adecos y copeyanos que llegaron a esparcir la especie de que Lovera se había ablandado en su línea política y por ello había sido ejecutado por sus propios compañeros de línea dura,  infundio convertido en información oficial por parte del Jefe de la DIGEPOL, quien para ello se vale de una confesión forzada de un preso exmilitante del PCV. 

Por esos días en una reunión con oficiales militares Carlos Andrés Pérez, alto dirigente de Acción Democrática, dice que cuando el gobierno necesita hacer verdad una mentira recurre a los Estados Unidos y sus agentes de la CIA se encargan de distribuirla por todo el mundo. Por ejemplo: La Estación de la CIA en Caracas se pone en contacto con la Estación de Madrid y le pasa una falsa información, allá es manejada por sus enlaces con la prensa y convertida en noticia o editorial de cualquier diario del mundo y éste difunde tal mentira, siendo  luego reproducido en los medios de de comunicación venezolanos, entonces y ahora fiel aliado del Departamento de Estado, en aquella decía: “al camarada profesor Alberto Lovera lo asesinaron sus propios compañeros de militancia por disensiones internas respecto a la lucha armada” Mientras en el Diario El Nacional de Venezuela el dirigente adeco Carlos Caniche Mata, quien por la responsabilidad que tenía en el partido y en el gobierno era difícil que ignorara lo que había ocurrido con Lovera, escribe negando la responsabilidad del gobierno venezolano, su partido y la policía política, y afirmando que Lovera había huido e incorporado a la guerrilla, donde fue muerto a manos de los mismos compañeros. Todo hubiera quedado así si el mar en una playa de Lechería, Estado Anzoátegui, no devuelve el cadáver atado con cadenas a un pico de los usados en trabajos de construcción. La autopsia indicó que las yemas de sus dedos habían sido rebanadas, tenía vértebras cervicales y otras viseras desprendidas y solo fue el mar el que se encargó de levantar su ola acusadora contra el gobierno antidemocrático del puntofijismo. Es seguro que a los asesinos de Lovera la genética haya dejado su marca y que los identifican como asesinos, gene que será transmitido a sus descendientes. La democracia que entendió los líderes de Acción Democrática y Copei es la misma que comprende sus hermanos, hijos y primos, por consiguiente, todo venezolano que vote por algún candidato salido de la MUD, se estará burlando de la memoria de muchos mártires y tratando de que regrese ese pasado salvaje y desvergonzado que tuvo Venezuela. Venezolano conciente, no permita se implante otra vez en esta patria los negadores de los derechos humanos, aquí no queda otra cosa más beneficiosa para el pueblo venezolano que reelegir a Hugo Chávez, el hombre que fue capaz de acabar con esas horribles prácticas de miedo y dolor  que infundieron en el país los Adecos y los copeyanos y que ahora buscan imponer nuevamente sus herederos y parientes.

Mayo de 2.011

joseameliach@hotmail.com



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José M. Ameliach


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