GN y directores de cárceles, informante de los PRANES

La Fiscalía investiga una llamada telefónica que habría hecho el jefe de la 2ª Compañía del Destacamento 55 de la Guardia Nacional (GN), capitán Gamalier José Camargo Gómez, al privado de libertad alias "Monje" (encargado de las finanzas del PRAN Oriente), que se produjo el día cuando intervinieron la cárcel. De viva voz, el propio capitán le avisó a los PRANES, a través del Monje, que se quitaran del área de los tableros porque los guardias "entrarían disparando y podían salir muertos". En ese sentido, lo que manejan las autoridades es que tanto el capitán, jefe de seguridad de Rodeo II, como los directores de ambos rodeos, "datearon" a los PRANES detalles de la operación que estaba armando la Guardia Nacional junto con el Ejército y otros organismos de seguridad. Mensajito como este: "Nos avisaron que hoy a las 2 am se van a meter y van a masacrar a los presos".

Camaradas, esta vaina se cuenta y no se cree, claro que no son todos los guardias nacionales que están involucrados en delitos comunes, pero hay que estar consciente que es un alto porcentaje los delincuentes disfrazados de Guardias Nacionales Bolivarianos, vean como ejemplo esta vaina; quedaron detenidos tres secuestradores, identificados como Darwin José Valera Cordero de 32 años, quien se desempeñaba como Capitán de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el Destacamento 24 con sede en el Internado Judicial Carabobo (Penal de Tocuyito); Andry Rafael Montaño Briceño de 26 años de edad, quien ejercía funciones de Primer Teniente de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el Comando Regional N° 02 con sede en Mariara, estado Carabobo; esto explica la cantidad de Guardias Nacionales disfrazados, que tienen como Modus Operandi toda clase de delitos. Nos preguntamos ¿Dónde quedo el slogan “El honor es su divisa”? Que impotencia cuando un grupo de funcionarios públicos llámese policías, guardias nacionales entre otros maltratan y detienen injustamente a un ciudadano, para luego tirarlo, sin ninguna compasión, en uno de nuestros reductos carcelarios, donde será víctima de las agresiones más despiadadas y en donde peligrará su integridad física y su vida. Siempre comentaba con mis padres; esto en un gobierno socialista no pasaría; sin embargo en algunas oportunidades ha resultado más grave el remedio que la enfermedad; nuestro comandante presidente, nuestro ministro Tareck El Aissami, se parten el lomo para dar respuesta a esta situación, poniendo en cargos estratégico a personeros del PSUV; que toman posesión del cargo, con una mano adelante y otra atrás, o mejor dicho buscando medio para completar un real, y de la noche a la mañana aparecen con grandes mansiones, yates, aviones, fincas y para completar sopotocientos policías o guardias nacionales de guarda espalda, que lo hacen intocables; a sabiendas que despojan, roban y extorsionan a ciudadanos de apie, sin que se pueda siquiera denunciarlos, porque resultan presos los denunciantes, esto no son excepciones sino situaciones cotidianas que afectan a la revolución.

Voy a tratar el tema de las fugas de las cárceles de Venezuela por la puerta grande; tenemos el caso de Carlos Ortega, la pituca de Lappi, entre otros, y a esto se le suma la fuga de delincuentes de alta peligrosidad. Me voy al caso de la historia de amor en Aragua, que involucra a Jannette Tibisay Herrera Bonilla, una bedel de una escuela ubicada al Sur de Barquisimeto que tuvo participación directa en el plan de fuga de los reos, uno de los cuales era el hombre que amaba y que conoció cuando éste tenía secuestrado a un corredor de seguros del estado Aragua; en este caso hubo la complicidad de al menos tres guardias nacionales para facilitar la evasión. ¿Qué les parece camaradas? Y para terminar jocosamente les cuento; que hubo una vez, la guardia nacional agarraron en Mérida exactamente en la Alcabala de Mucuruba, a un colombiano con 70 kilos de cocaína; los 70 kilos de cocaína pesados, y requetepesados pasaron a la extinta PTJ hoy CICPC, con el colombiano detenido; cuando la PTJ hoy CICPC, pesa la cocaína, el peso arrojo 50 kilos de cocaína; la PTJ hoy CICPC pasa la cocaína y al detenido a la Fiscalía del Ministerio Publico, se pesa la droga en la fiscalía, y da un peso de 20 kilos de cocaína; la Fiscalía del Ministerio Publico, presenta al imputado con la cocaína; y el Juez en la audiencia le dice: “Carajo muchacho, tu si tienes bolas, venirte de Colombia con 2 gramos de cocaína” vete pa´ la calle chico, que esa es la doci permitida aquí en Venezuela.

Solo el pueblo salva al pueblo

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José Antonio Velásquez Montaño


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