Recuerdo que terminamos celebrando como un fin de año o mucho, mucho más. Un grupo de revolucionarios que cumplimos una tarea, dimensionados en situación de combate revolucionario, como muchos otros también lo estuvieron, lágrimas en los ojos, nos dirigimos a la casa del compadre Montero, unidos por la felicidad común, precedida de la disposición y el sacrificio conjunto, saliendo de una prueba terminante y trascendente, y brindamos, brindamos por nuestro líder, por nuestro pueblo, por la vida. Paulatinamente, fueron acercándose al sitio nuestros seres queridos, algunos venidos de sitios distintos al del asiento familiar, en práctica aún “novata” del deber ser del revolucionario consciente de la naturaleza rapaz del enemigo al que nos enfrentamos en este momento histórico.
Recordamos que durante el día once, estuvimos “montados”, conjuntamente con el colectivo del MVR, en la organización de una Marcha hacia Caracas, como respuesta nacional de nuestro Movimiento y Pueblo a la anunciada Marcha de la Oposición Apátrida. Vivimos así la falta de información, la incertidumbre, la larga espera por los buses para salir y, luego,… la inexplicable noticia que no saldríamos y más tarde la enmudecedora información de que “… tumbaron a Chávez”. Unos canales televisivos que, nada decían, una rabia infinita acumulada en todos nosotros y la “congelante” instrucción de dirigirnos a la Gobernación, donde el incómodo aliado que gobernaba con nuestros votos, completó con su hermetismo nuestro desespero.
Así vinieron las reuniones esporádicas para la respuesta de la alianza, las respuestas de masas aisladas y contundencia limitada, aún el proceso no había arreciado su audaz política de organización del Poder Popular en Consejos Comunales; aunque ya existía entre una de las 10 líneas estratégicas, la Participación Protagónica y Democrática.
Llegamos a formar parte de una Comisión Redactora de un Documento que a manera de Proclama lanzaríamos a la opinión pública; pero, al final solo salió una cosa que, representando los temores y la falta de compromiso del Gabinete Gubernamental y de Ramón Martínez, no jodía a nadie. Luego del madrugonazo que nos dimos en la Plaza Bolívar, entre algunos radicales; nos avocamos a tomar como trinchera a la histórica Radio Sucre, fundamentalmente a través del Programa en Línea, conducido por José Ramos. Acompañamos a José; Alberto, Ildemar, Frank, Juan Díaz, El Chino…otros y mi persona, en un Programa que se hizo casi permanente durante los días 11, 12, 13 y 14; siempre bajo la responsabilidad y riesgo de su valiente Director, Nelson Subero.
Cumplimos con valor nuestro papel, dijimos nuestras verdades, manifestamos nuestra convicción revolucionaria, las bondades y la vigencia del Proyecto Revolucionario que encarna Chávez, entrevistamos telefónicamente a dirigentes petroleros, como al temerario Gustavo Ramos, y pusimos nuestro pellejo en el escenario de aquella batalla que terminó ganando el pueblo. Algún día supimos que los hijos de aquel, y sus más íntimos, tuvieron una contraseña. Nuestras medidas de seguridad, siempre perfectibles, vinieron dadas por la vital experiencia que atesoramos como revolucionarios, forjados en la escuela de la Liga Socialista, bajo la guía del maestro Jorge.
¡ ORDENE Y PA´LANTE COMANDANTE!
¡ PATRIA SOCIALISTA. VIVIREMOS Y VENCEREMOS! ¡ ONCE QUE SE ATRAVIESE, TENDRÁ SU TRECE!
gilfreddy@rocketmail.com