Con todo respeto y en nombre de todas y todos quienes queremos a este país y apostamos a su futuro socialista, voy a aprovechar este espacio para pedir a nuestras autoridades dos regalos de navidad:
Que indulten a las privadas de libertad, que se han prostituido o han cometido un único acto tipificado como delito, por hambre, por inexperiencia o por defenderse de “su macho”.
Que rechacen las solicitudes, elevadas por diputados y lobistas de la oposición para que se apruebe una amnistía, o se indulten a delincuentes comunes que se hacen pasar por perseguidos políticos.
Conceder los indultos a las mujeres y garantizar su reinserción en la sociedad para que puedan cumplir sus roles personal y colectivo en la construcción de la nueva Venezuela es una medida multiplicadora que va en beneficio de las féminas, de sus familias y de sus hijos, especialmente de los hijos e hijas que comparten con ellas la privación de libertad. Es una medida que responde al humanismo social propio de un proceso revolucionario y se adecúa a los lineamientos de la nueva política penitenciaria.
Desoír la cínica solicitud de amnistía hecha por líderes políticos y empresariales de oposición es una responsabilidad hacia la mayoría de los venezolanos que apoyamos el proyecto socialista y acabamos de relegir al Comandante Presidente Chávez, a pesar de las constantes agresiones internas y externas contra su persona, contra Venezuela, contra los venezolanos.
Nadie en su sano juicio puede aspirar a que eliminen de nuestro código los crímenes cometidos por los instigadores y realizadores del golpe del febrero de 2002, del asalto a la embajada de cuba, del paro patronal – petrolero, del asesinato de Danilo Anderson o de los asesinatos contra manifestantes desarmados. Tampoco puede negociar indultos para quienes no reconocen sus delitos, evaden la justicia, siguen conspirando y viven tan campantes de dineros de dudosa procedencia.
La gran mayoría de las y los venezolanos queremos vivir en una Venezuela que tipifique y castigue la traición a la patria y la venta de la soberanía del país y de los venezolanos. Queremos vivir y dejar a nuestros hijos y nietos una Venezuela donde no exista la impunidad y se pene todo el que venda o se apropie fraudulentamente de recursos que son de todos. La gran mayoría de las y los venezolanos estamos empeñados en construir una Venezuela donde no se desprecie y explote descaradamente nadie. Una Venezuela donde se castigue pero no se encarcele a las mujeres que le roban una miseria a su patrona o venden por necesidad un cuerpo que sí es suyo.
La gran mayoría de las y los venezolanos queremos vivir y vencer en una Venezuela independiente y socialista…
mariadelav@gmail.com