¿Por qué van de derrota en derrota?

El encuentro de los restos de Noel Rodríguez en el Cementerio General del Sur de Caracas, desaparecido desde el año 1973, constituye otra contundente demostración del carácter represivo y criminal de los gobiernos de la cuarta república. Lo mismo que hicieron contra el Profesor y dirigente del PCV, Alberto Lovera, lo hicieron con Noel y centenares de luchadores. Los torturaron hasta la muerte y después desaparecían sus cadáveres. Los enterraban en cualquier lugar o los lanzaban desde un avión, como hicieron con Víctor Soto Rojas y otros tantos.

No solamente aplicaron sus políticas hambreadoras contra el pueblo venezolano, al cual llevaron a los límites de la pobreza más vergonzosa. A los revolucionarios del momento les aplicaron toda su saña. Con seguridad el mismo odio que hoy en día corre por las venas de quienes es imposible ocultar que efectivamente su enemigo es el pueblo. Hoy se comportan igual que ayer. Con la salvedad que ahora, ante sus ansias criminales, este mismo pueblo convertido en Revolución Bolivarianas los mantiene a raya.

Si ellos no quieren hacerse la pregunta, nosotros la hacemos: ¿Por qué van de derrota en derrota? ¿Por qué no pegan una? ¿Por qué las pierden todas? Ante tantos fracasos, ¿dónde está la capacidad para, si no es mucho pedir, pensar y reflexionar sobre lo que han venido haciendo? ¿A qué poder están maniatados o atados que les impide poner los pies sobre la tierra y en algún momento atreverse asumir que son seres humanos y que los millones que habitan esta tierra son sus compatriotas? ¿Qué se les hizo la patria? ¿Qué se les hizo Venezuela?

Se empeñan en seguir anclados al pasado de torturas, persecuciones y muertes. Amarrados a la Venezuela del 80 por ciento de pobreza y excluida de todo derecho humano. Por ello no aceptan las derrotas electorales. Y seguramente, no es tanto una derrota sino lo seguido. No aceptan las decisiones del Tribunal Supreso de Justicia que es palabra constitucional. Siguen encompinchados con la derecha internacional y desde cualquier escenario mediático agreden a nuestro país y a nuestro Presidente, tal como lo ha hecho de manera descarada el diario El País de España y otros medios.

Este 23 de enero, al igual que el 10, la Venezuela Bolivariana le demostró a esta oposición y derecha recalcitrante y antipueblo que las calles tienen nombre y apellido. Para decirlo mejor: Donde ronca tigre no hay burro con reumatismo.

revolcones76@yahoo.com.ve


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Juan Azócar


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