Oda a la impunidad suena desde la fiscalía

Desentonó la Fiscala General, Luisa Ortega Díaz, en entrevista con Vanessa Davies; ante las preguntas directas ¿pagarán los responsables de estos crímenes?, puras evasivas, “tamos investigando”, “hemos creado unidades de investigación”, que si patatin que si patatan, nada al grano de lo concreto. Contrasta la Fiscala con las decididas intervenciones del Presidente Electo Nicolás Maduro: “No te reconozco como Gobernador, para que sepas. Yo, Jefe de Estado, no te reconozco a ti, y voy a tomar las medidas legales porque tú has desconocido la Constitución, y eres responsable de asesinatos del pueblo. Así lo digo, no vengas a victimizarte ahora”, dijo en medio de la inauguración de un CDI en el estado Aragua. Mientras, la presidenta del TSJ hacia lo mismo por su parte: "Nosotros como Poder Judicial debemos garantizar, a través de todo nuestro Poder Judicial, nuestros jueces, que deben permanecer en sus sitios de trabajo con firmeza, con dedicación y objetividad, porque las vidas de los venezolanos fallecidos tienen que tener una respuesta de la justicia venezolana y pueden estar seguro que la van a tener, porque no habrá impunidad" (AVN, 17-04-2013). Y, por supuesto el Poder Legislativo, en vocería de Diosdado Cabello se mostraría igual de enérgico: “Diputado opositor que no reconozca a Nicolás Maduro como Presidente no lo reconozco en la Asamblea Nacional, lo que es igual no es trampa”, escribió el diputado Cabello en Twitter.

De los hechos ocurridos, bien podríamos definirlos en la categoría de Delitos de Lesa Humanidad, la propia Fiscala así los describe: "El denominador común de estos hechos, que comenzaron en la madrugada del lunes 15 de abril e involucra a más de 90 personas que fueron presentadas hoy (miércoles) ante los tribunales, es que los heridos y lesionados son afectos al chavismo", informó la fiscal. Los delitos por los que se investiga a estas personas son instigación al odio, lesiones personales y homicidios. También se está recabando la información necesaria en relación a asedios contra Centros Médicos de Diagnóstico Integral (CDI) y algunas denuncias sobre supuestos planes para desestabilizar el gobierno legítimamente constituido, encabezado por Nicolás Maduro. Ortega precisó que los hechos violentos no son casuales. "Hubo un llamado que activó a nivel nacional una conducta igual y esto nosotros lo hemos evaluado a través del análisis de contenido, de discurso y de conductas. Se desplegó el mismo patrón en el país y eso posiblemente tenga un solo origen, al que vamos a llegar". (AVN, 17-04-2013). Los crímenes ocurridos esta semana, fueron actos inhumanos de una crueldad tal, que no pueden ser perdonados ni minimizadas las penas a los responsables directos y, mucho menos, quienes auparon con su llamado a “drenar la arrechera” desde los medios de comunicación.

La definición de crímenes de Lesa Humanidad como: “los actos inhumanos, tales como el asesinato, el exterminio, la esclavitud, la deportación o las persecuciones contra cualquier población civil por motivos sociales, políticos, raciales, religiosos o culturales, perpetrados por las autoridades de un Estado o por particulares que actúen por instigación de dichas autoridades o con su tolerancia”, si bien en general se les adjudican a un Estado, en nuestro caso, tal cual ocurriera en Abril de 2002, nuevamente, no se trata del Estado como tal, sino de un sector político de nuestra sociedad infectado por la ideología del fascismo la que actúa contra todo aquello que le es adverso. Durante 1994, en Rwanda, se produjo una guerra civil que condujo al genocidio de la población Tutsi. En la Venezuela de estos años, a raíz del llamado a “drenar la arrechera” se intentó asesinar todo aquello que llevara el sello distintivo del chavismo. La Asamblea General de las Naciones Unidas definió al Genocidio en los siguientes términos: "El genocidio es la negación al derecho de existencia de los grupos humanos, del mismo modo que el homicidio es la negación del derecho a la vida de los seres humanos individuales, de tal negación del derecho o de existencia se siguen grandes pérdidas para la humanidad por la privación de las contribuciones culturales y de otro orden representadas por esos grupos humanos y es contraria a la ley moral y al espíritu y fines de las Naciones Unidas”. El 9 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención sobre Prevención y Castigo del Delito de Genocidio, la cual entró en vigor en 1951. Esta Convención define al genocidio como la comisión de ciertos actos con la intención de destruir un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Establece también que el genocidio, ya sea cometido en tiempos de paz o en guerra, es un delito de Derecho Internacional, el cual los Estados miembros están comprometidos a prevenir y sancionar.

En la Limonera, donde ocurrieron tres asesinatos de adeptos a la causa del chavismo, y se asedió y quemó un CDI; sectores de la “sociedad civil” afectos a la oposición se ha dedicado a asediar a la población que allí habita, la cual intentan convertir en su ghetto. Actúa, ese sector de nuestra población, como actuaban las bandas hitlerianas contra los judíos. Y eso lo hacen, con la vista gorda de los entes gubernamentales, la alcaldía liderada por un militante de Primero Justicia. Así, pudimos constatar la inacción de su policía cuando actuaban las bandas fascistas contra la población de la Limonera, en Baruta. Este tipo de conducta debe ser erradicado de nuestra sociedad. El fascismo, debe ser combatido por todos los órganos de nuestro Estado y la sociedad toda. Así como en el Estado de Israel existen leyes que combaten el Antisemitismo, y en Alemania y Europa leyes que combaten el fascismo, nuestra Asamblea Nacional debe legislar sobre esta materia, decretando leyes que permitan sancionar –severamente- a las y los ciudadanos y, no solo éstos, sino medios de comunicación que propaguen ideas de odio y venganza entre venezolanos y venezolanas. En la misma línea, legislar sobre esas campañas orientadas a satanizar a las y los hermanos cubanos y latinoamericanos en general. Leyes severas en el castigo, para que estas conductas impropias de las y los venezolanos, pero inyectadas desde el norte imperial y proyectadas por sus agentes a nuestra población para segregarla y dividirla, no tengan cabida.

El fascismo es un movimiento político y social que representa la forma más sanguinaria y brutal de gestionar el capitalismo, con un proyecto basado en la implantación de un sistema autoritario que penetre todas las esferas de la sociedad con el objetivo de aplastar cualquier resistencia u organización autónoma. Implica la eliminación y prohibición de toda forma diferente de pensar o actuar, la negación de cualquier libertad, derecho o estructura mínimamente democrática que no sea corporativa mediante una represión brutal, sistemática e institucionalizada. Y eso fue lo que vimos en abril 2002 durante 48 horas, y ahora en 2013, durante 24 horas. Ayer liderado por Fedecámaras y sectores fascistas enquistados en nuestra Fuerza Armada y, hoy, liderado por Primero Justicia y la Embajada de EEUU. La unidad nacional es vital para repeler al fascismo. Trotsky escribió una fábula para ilustrar las terribles consecuencias de estas ideas. Cuenta que un comerciante de ganado condujo unas vacas al matadero. El carnicero se acercaba con un cuchillo afilado y una vaca sugirió que se unieran y embistieran con sus cuernos al asesino. Otras vacas le contestaron preguntándole en qué sentido era peor el carnicero que el ganadero que las había llevado hasta allí. La primera vaca replicó: “¡Pero también podemos ocuparnos del ganadero después!”. “No –respondieron las vacas, firmes en sus principios–. Estás intentando, desde la izquierda, defender a nuestros enemigos. Tú mismo eres un socialcarnicero”. Y rechazaron unirse. Esas venezolanas y venezolanos que se les unieron con sus votos a las fuerzas fascistas, han podido constatar que, con ello, amenazaron su propia existencia; el fascismo en el poder, arremeterá contra todo aquello que no les es compatible como burguesía. Se equivocan aquellas/aquellos compatriotas que pensaron, que el fascismo con rostro de Capriles va a unir la sociedad que ellos dividieron, va a mantener las misiones sociales, va desarrollar políticas para el bienestar de venezolanos y venezolanas. Su ataque a los CDI, mercales y pedevales, demuestran su verdadero rostro. Odian todo aquello que creó con gran amor el Comandante Infinito Hugo Chávez, en procura de garantizar a nuestro pueblo la mayor suma de felicidad.

El asedio a funcionarios públicos, como Tibisay Lucena la presidenta del Poder Electoral, con cacerolas arrechas, como las llamara el fascista mayor, desde los medios de comunicación, también a Willian Izarra y su familia, evidencia la carga de odio que les inocularon los medios de la burguesía durante estos últimos meses. Aún así, no aprendemos la lección, siguen sin ser sometidos a investigación y sujetos a sanción, los medios que actuaron en esa línea de propiciar el enfrentamiento entre hermanos y hermanas, en lo concreto Globovisión. Hasta cuando Globovisión? Tendremos que irnos a la guerra fratricida entre venezolanos y venezolanas para que Conatel actúe por fin, contra esa televisora enemiga de la paz en nuestro territorio patrio. Ya basta.

La propia Fiscala nos describe un caso: “Estos siete venezolanos que fallecieron, son personas de la clase trabajadora, humilde, personas sencillas que se benefician de los PDVAL, de los CDI, de MERCAL” (…) “de esos lesionados, hay una persona que la quemaron viva. Pretendían matarla quemándola. La incendiaron viva. ¡Fíjense los niveles de agresividad y violencia que tienen en este momento un grupo de personas! (Aporrea, 16-04-2013). Eso que ocurrió no se combate siendo permisivos con las y los violentos y los medios que se prestaron para darle cobertura y mayor alcance a sus llamados de muerte. Mano de hierro pide nuestro pueblo contra las y los fascistas, indistintamente sea su condición social o factura política.

Más allá de nuestro territorio, el imperio de EEUU, quien actuó extracontinente aupando y asesorando esta nueva arremetida contra nuestras Instituciones, nuestra Democracia. Si pensaban normalizar relaciones, estimamos que, en base a lo ocurrido, el congelador de la historia es a donde deben irse las relaciones diplomáticas con el imperio agresor. Así, como se busca castigar los responsables del caracazo, en febrero de 1989; de la masacre de Cantaura u otros crímenes de Lesa Humanidad ocurridos en la cuarta república; compañera Fiscala Luisa Ortega Díaz, las y los venezolanos de estos tiempos le exigimos sanciones ejemplarizantes a quienes planificaron y ejecutaron con saña esta nueva ola de asesinatos y muertes contra venezolanos y venezolanas, sus Instituciones y su joven Democracia…


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Henry Escalante


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