Para la humanidad referente a sus Derechos Humanos en sus archivos históricos, jamás se olvidará de aquel año 2002 donde la infamia se apoderó del raciocinio íntegro al respecto de los Derechos Universales para el Ser Humano; tal periodo se reflejó por el absurdo e impúdico consenso del Congreso de los Estado Unidos en otorgarle atribuciones especiales a George W. Bush, para que empleara la fuerza contra naciones, organizaciones e individuos que según su discreción, estuviesen conexos en cualquier modo con actos futuros de terrorismo; lo cual esto, produciría la aperturar de un Campo de Concentración de Alta Seguridad en la Base Naval ubicada en la Bahía de Guantánamo, para lograr detener aquellas personas que son acusadas o sospechosas de estar involucradas en hechos de acciones terroristas. Hay que recordar que éste Campos de Detención es sólo una parte del Sistema de Campos de Concentración que mantienen los EEUU en el planeta, lo que incluyen otros campos en Irak y Afganistán sin enumerar los centros de detenciones secretos de la CIA.
Para el recluso de Guantánamo no es sólo una desagracia inmensa y perpetua, ya que debe sobrevivir con las normas brutales e inhumanas que ahí se aplican; por decir algunas: Un recluso puede estar bajo custodia indefinida y sin cargos legales que se les atribuya; son expuestos a métodos de interrogatorios comparables a torturas; sólo les otorgan media hora de ejercicios tres veces por semanas; tienen prohibido recibir visitas de sus familiares ni amigos; no pueden realizar llamadas por teléfonos; las luces de los pasillos y de las celdas se mantienen encendidas durantes las 24 horas y no poseen ventanas con vistas al exterior; la correspondencia es inspeccionada en su contenido por oficiales estadounidenses; los mantienen en situación de confinamiento durante más de 18 horas al dia; no tienen derecho a ser representados por Abogado alguno quienes sean miembros de Al Qaeda; pueden albergar a adolescentes; quienes mueran es pleno confinamiento no se les practica ninguna autopsia; son obligados a alimentaciones forzosas cuando ocurren a la huelga de hambre; el confinamiento puede realizarse bajo prolongadas condiciones extremas de temperatura, luz y ruido; diariamente son sometidos a tácticas de coerción psicológicas y físicas. Queridos lectores analíticos, en nuestros días es intolerable e inaceptable que la comunidad internacional y las innumerables organizaciones mundiales permitan que existan estos tipos de establecimientos carcelarios que atentan gravemente contra los Derechos Humanos.
En Venezuela, se está reproduciendo gradualmente tales prácticas que sólo son realizadas por gobiernos hipócritas y crueles que promueven los DDHH y en su espalda lo pisotean; esto va referido ya que en la cárcel modelo llamada Comunidad Penitenciaria de Coro, se vienen suscitando conductas similares a las presentadas en el Campo de Detención de Guantánamo; al parecer que los lemas “Honrando el derecho a la vida” y “Humanización del Sistema Penitenciario” se convirtieron en un simple cliché para adornar la papelería. Ya que una persona al tener que recorrer por la mala experiencia de ser procesado por un delito y tenga como sitio de reclusión la CPC, deberá transitar junto a sus familiares por varias situaciones inhumanas para sobrevivir en tal recinto carcelario; porque existen algunas normas que se ejecutan dentro del establecimiento que violan el debido proceso y el cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en la Constitución y en los convenios suscritos y ratificado por la República Bolivariana de Venezuela; transgresiones que van desde: prohibición que un interno en ser visitado por algún amigo o amiga, primo o prima, tío o tía, sobrino o sobrina, cuñado o cuñada; los innecesarios requisitos para tramitar una visita conyugal; los familiares deben aguantar las prolongadas condiciones extremas de temperatura, rayos solares y polvaredas durante horas para acceder hasta la primera sala de revisión, donde por lo menos existe un techo para ocultarse de tales condiciones atmosféricas; soportar los múltiples aislamientos por motivos desconocidos y, una vez aislados se les prohíbe las visitas, la comida es disminuida, no pueden recibir paquetería y no se les permite realizar llamadas telefónicas; los nuevos internos son llevados y aislados hasta un módulo de observación, donde no se les permiten ser visitados por sus familiares ni sus respectivos abogados defensores durante 15 o más días; de solicitar un Abogado, el interno deberá esperar “tres” días para ser llamado por un funcionario y firmar el nombramiento, lo cual la experiencia nos indicas que éste procedimiento en la mayoría de los casos dura más de una semana, violándole así, el debido proceso; la improperios efectuados por algunos custodios; hay internos que han manifestado ser golpeados y torturados.
Estos más de 62 millones de $ provenientes del Fondo Nacional para Edificaciones Penitenciarias (FONEP) se han transformados de una Cárcel Modelo a una Fabrica de Oposición; puesto que, cada familiar e interno que peregrina por tal odisea de agonía ante tal recinto penitenciario, de poseer alguna simpatía o duda hacia la Revolución, esto sería un pequeño empujón para decepcionarse de nuestro Proyecto Bolivariano y quedar bajo la vulnerabilidad de ser captado por la derecha conspiradora, debido a la ineficiencia en la gestión carcomida por la profunda burocratización, la insensibilidad del funcionario, la inexistencia del sentido de pertenecía, el alejamiento con el Poder Popular, la ausencia en el adiestramiento del funcionario con las relaciones públicas, los innumerables proyectos y programas desasistidos o abandonados y la falta de la celeridad procesal; del resto, sólo no quedará una fabrica para hacer opositores en serie.
