El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro ha anunciado que se iniciarán las investigaciones acerca de la enfermedad y muerte de Hugo Chávez Frías. Es una de las noticias más importantes desde que nos dejó el Gigante, cuyos restos reposan en el Cuartel de la Montaña. Precisamente el anunció lo hizo Maduro cuando se cumplían los seis meses de habernos dejado, físicamente, quien lideró y condujo por el camino de la revolución bolivariana y socialista a la Patria de Simón Bolívar.
¿Por qué es la noticia más importante desde que murió Chávez? Sencillamente porque su enfermedad, un cáncer agresivo, que no pudo ser controlado por la ciencia médica, estuvo, desde los primeros días, cubierto por un manto de sospecha. Esa incertidumbre está en la mente de los chavistas. Y hasta que los científicos no digan su última palabra esa sospecha seguirá anidada en los corazones de quienes somos militantes del proceso revolucionario que iniciaría Chávez, una vez que ingresó a la Escuela Militar, y que culminó con la rebelión cívico militar del 4 de febrero de 1992, que abrió paso al líder hacia el Palacio de Miraflores el 2 de febrero de 1999.
En los primeros meses de su instalación en el Palacio, comenzó la burguesía sus halagos hacia el Presidente, con el fin de contaminarlo, manipularlo y poder penetrar las esferas del poder, tal como estaba acostumbrada a hacer en la IV República, con los títeres de la burguesía apátrida, sirvienta del imperialismo. Le ofrecieron regalos de todo tipo. Lo buscaban como hormigas para ser entrevistado, e igual hicieron con sus padres y demás familiares. Era la forma de ir “minando” la fuerza moral y la ética del revolucionario que Chávez llevaba por dentro. Así que los empresarios, encabezados por Gustavo Cisneros, lo buscaban, le hicieron guiños y le sonrían con complacencia, buscando, de manera solapada, penetrar la conciencia del hijo de Sabaneta, estado Barinas. Pero no pudieron. Aquel hombre y su conciencia estaban blindados, como un muro de granito, o la mismísima muralla china.
La burguesía se estrelló. No pudo hacer nada. Ese hombre, Hugo Chávez, era totalmente diferente a los otros presidentes que habían desfilado por Miraflores. Y entonces comenzó a ejecutarse el plan “B”. Es decir, la conspiración para sacar a ese “comunista” del poder. Buscaron, como siempre, el apoyo del imperio, que también se asustó con aquel hombre que hablaba y hablaba, sin parar, en completa sintonía con el verdadero pueblo que lo había llevado a su primera victoria electoral. Surgió el golpe del 11 de abril, la huelga petrolera, las guarimbas, y los actos terroristas. Pero el Gigante venció en cada una de estas circunstancias.
Victoria, tras victoria, con el correr de los años. Hasta que llegó la enfermedad, en el 2011. En el 2012 se lanzó a la reelección y realizó una campaña electoral que lo llevó a su última victoria electoral. Tres meses después perdía con la muerte. No pudo ejercer a plenitud sus primeros meses, como Presidente reelecto. Nada pudo hacer la ciencia médica cubana y venezolana. El agresivo cáncer destruyó el cuerpo del líder revolucionario, hasta acabar con su vida el 5 de marzo de 2013. El Gigante Hugo Chávez Frías, había dejado a su pueblo. Esa es parte de la historia. Falta la otra parte, la que iniciarán los científicos para determinar que produjo la muerte del líder. Ojalá, todo quede claro y se termine, de una vez, con la sospecha que esta vive en cada corazón chavista.
Teófilo Santaella: periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.
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