- Presidente Nicolás Maduro, usted debe cuidarse mucho. En primer lugar cuidar la salud. Acuérdese lo que pasó con Hugo Chávez. Él se dedicó al trabajo, con una pasión desmedida. Fidel Castro le había advertido que disminuyera el ritmo de trabajo, pero el Comandante Supremo no oyó el consejo. Descuido su salud y el cuerpo le pasó factura. Aunque existen muchas dudas acerca del verdadero motivo de su enfermedad que lo llevó a su desaparición física (los científicos tendrán la palabra).
En segundo lugar, usted puede ser el blanco perfecto para un atentado contra su vida. La derecha amarilla, liderada por locos de remate, y la derecha internacional, con asiento en la gusanera mayamera, y , sobre todo con el narcotraficante Álvaro Uribe, asesor y padre de la derecha amarilla, desde Colombia. Esos tipos son peligrosos. Añádale usted las ganas que le tiene el Departamento de Estado, que dispone de tecnología de punta en eso de inducir enfermedades. Motivos sobran: su actitud radicalizadora del proceso. Su contraofensiva a la guerra económica y por último, lo más importante, la contundente victoria alcanzada en las elecciones municipales del 8 de diciembre.
Usted, señor Presidente, les ha resultado incómodo a más de uno. Creyeron que con la muerte del Comandante Supremo se acabaría el chavismo. Pero se dieron con una piedra en la cabeza. Usted ya se graduó de líder. Un liderazgo fuerte y sólido, y para muestra está las elecciones municipales del pasado domingo. Ahora hay más chavista que antes, o más bien, despertaron quienes habían permanecido dormidos, por diversas razones. Ahora se observa una unidad monolítica entre las fuerzas de la revolución. Usted con su carácter, con su don de ser, con su contacto a diario con el pueblo, con su carisma que crece cada día más, y ya no hay nada que hacer: el chavismo tiene un líder.
Por esas razones, y otras más, usted tiene que cuidar su salud y cuidarse de sus enemigos. Ahora son más y están desesperados. Los iracundos como el loquito Leopoldo López, como la iracunda María Corina Machado, y como el mosquita muerta de Henrique Capriles, que tira la piedra y esconde la mano, son capaces de seguir metiendo el pie en el lodazal. Los resultados de las elecciones del domingo los ha dejado más locos que nunca. Se han dado cuenta que aquí, en este país, el chavismo es mayoría y ganará elecciones tras elecciones. No hay vuelta atrás. Y lo que viene es más revolución, más revolución y más revolución. ¡Maduro, cuídate, que ahora vienen por ti! ¡Volveré!