Dados los altos índices delictivos, se hace urgente tomar medidas drásticas, duras e incluso impopulares. Una de ellas es la de contarnos. No como lo pidiera otrora la coordinadora democrática, ni la mafiosa organización llamada súmate. Hay que hacer un verdadero conteo, pero de ciudadanos.
Cifras más cifras menos, nos dicen que somos unos veintinueve millones de habitantes. Pero también nos dicen que hay unos cinco millones novecientos mil ciudadanos colombianos en nuestro territorio. De ser cierto eso nos deja a los venezolanos en menos de veinti cinco millones. Es decir somos pocos, muy pocos. Se hace necesario saber en que condiciones legales se encuentran esos casi seis millones.
De todos es conocido que los ciudadanos colombianos han recibido y siguen recibiendo ayudas del estado, subsidios, vivienda, educación, salud, medicinas, vacunas, pensiones, etc. ¿cuantos de esos beneficiados están en situación de legalidad ¿ de esos ¿ cuantos tienen un trabajo legal ¿
A estas alturas del artículo amigo lector ya habrá quien me estará acusando de xenofobia. Yo llamo a la reflexión, miremos las noticias, en estados unidos, (si amigo corrector en minúsculas) a los llamados ilegales, espaldas mojadas, frijoles, etc., esos son deportados previa reseña. Es decir que los consideran potenciales delincuentes.
Nosotros como nación soberana, estamos en nuestro derecho de exigirle a quien haga vida en nuestro territorio los documentos correspondientes. Llámese visa de turismo, de transeúnte o de residente o la gaceta oficial donde aparece la nacionalización. Tramites que todo extranjero debe cumplir, no solo en nuestro país, es norma legal en todo el mundo.
Pero debemos contarnos todos, no solo los ciudadanos colombianos, todos los extranjeros que hacen vida en nuestra patria. Hay que pedir documentos, cédulas, visas etc. No es posible que se le permita a indocumentados producirle gastos, erogaciones, dispendios al erario público por el simple hecho de estar en nuestro territorio.
Así mismo hay que impedir que los estudiantes, estos si colombianos, que están inscritos en universidades privadas, se beneficien de los bajos precios de las medicinas, ropa, comida, etc. Que hay aquí. Es un secreto a voces que estos estudiantes pagan todos los gastos de sus postgrados con lo que compran aquí, y revenden en Colombia.
Para dar un ejemplo simple, miremos el precio de la aspirina pediátrica de 100 mgs, de veinte ocho grageas, cuesta en las farmacias 3.75 BsF, en Colombia tiene un precio aproximado de 45 BsF. Sin duda alguna es un buen negocio comprarla aquí y revenderla allá. Eso mismo pasa con todas las medicinas, y otros rubros.
No es justo para nuestro pueblo que debamos subsidiar al pueblo colombiano, su educación, y su salud a costas de las necesidades del nuestro. Es un crimen someter a sufrir la escasez a los venezolanos en aras de satisfacer las necesidades del pueblo de la hermana república.
Nuestros vecinos no solo se llevan medicinas, comida, ropa, electrodomésticos, equipos electrónicos, repuestos, carros, y pare usted de contar. Nos dejan basura, paracos, narcotraficantes, sicarios, drogas, se llevan dólares subsidiados vía remesas y nos traen lava vidrios en las esquinas, buhoneros, ladrones, estafadores y todo lo que sobra en la pobre y sufrida Colombia.
La culta Francia expulsó hace dos años a un montón de gitanos, todos acusados de robos, estafas, latrocinios etc. La antigua e ilustrada Italia expulsa a diario a inmigrantes ilegales que llegan vía Albania, o la isla de Lampedusa. La madre patria la salerosa España a diario regresa a los moros que llegan al sur vía Marruecos. Es simple los países soberanos defienden su territorio. Nosotros estamos en nuestro derecho de hacer lo mismo.
Me acusaran de violar los derechos humanos de los inmigrantes, de los desplazados, de los pobres. En respuesta digo que alguien tiene que defender los derechos humanos de los venezolanos. Es imposible que la supervivencia de nuestros connacionales esté por de bajo de la de los extranjeros en condición ilegal.
PATRI Y SOCIALISMO ESTAMOS VENCIENDO
CON MADURA DE FRENTE AL FUTURO.
CHAVEZ VIVE LA LUCHA SIGUE.