Cadena de violencias

Las circunstancias de la muerte de Eliécer Otaiza nuevamente disparan las alarmas sobre el peligro de la entronización de la violencia en el país. El cobarde solazamiento escudado en las redes sociales de determinados sectores de oposición, grita a su vez el odio profundo que, en una relación circular, alimenta y avala la propia violencia en complicidad con el silencio de otros grupos y actores sociales. Y de ello nos hemos ocupado en diversos trabajos desde este mismo espacio.

Al conocer la noticia nos surgen una serie de angustiosas interrogantes ¿Otra muerte producto del hampa común? ¿Obedece a una violencia anómica o a móviles más complejos? ¿Un caso de violencia organizada? la organización se convierte en el criterio diferenciador entre la violencia difusa y la organizada. Este último tipo alude a manifestaciones de acciones violentas que persiguen determinados fines estructurados y organizados colectivamente por un conjunto de individuos o por redes de acción colectiva. En este tipo aparecen una serie de componentes tales como la estructura organizativa, los medios económicos y técnico para el logro de sus fines… Desde esta óptica, algunas voces apresuradas alertan que “la forma como fue asesinado no es una cultura venezolana…Creemos que ha permeado la cultura paramiltar.”

Desde el campo de la cultura política, esa muerte ¿es fruto de un perverso juego político en el que la afirmación de unos supone la desaparición de otros? Ese odio que estalla ¿valida prácticas, sean éstas de tipo político, intelectual o moral, que procuran la eliminación “otro”? Otras voces advierten sobre móviles políticos tras la muerte de Otaiza y tímidamente emerge la hipótesis de asesinatos selectivos. La muerte por móviles políticos es aquella “en que la víctima haya tenido una representatividad o una capacidad de liderazgo.”

Ese miedo que nos interroga nos lleva al siguiente cuestionamiento ¿Es la violencia nuestro destino ineludible? Y en ese sentido, ¿habremos construido una cultura política que legitima la violencia?

Cerramos citando una de las recomendaciones que surgen del libro Colombia: Violencia y democracia: la violencia es la síntesis de diversas violencias con lógicas específicas que se interfieren y retroalimentan...


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Maryclen Stelling


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