1. Hace años que escribo en tercera persona del plural. Hoy resulta necesario escribir en primera persona de singular, justo y necesario. Soy un trabajador con más de treinta (30) años de servicios en la administración pública, distribuidos de la siguiente manera: quince (15) años en la Comisión Permanente de Cultura del Concejo Municipal de Caracas; cuatro (4) años en la Alcaldía Metropolitana de Caracas; Tres (3) años como Director de Cultura del estado Sucre; un (1) año como Director de Cultura de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora (UNELLEZ); un año (1) como Miembro Principal y Secretario Accidental de la Junta Parroquial de Caricuao; asesor por dos (2) años del Instituto de la Cultura y Diócesis de San Carlos de Austria, estado Cojedes y siete (7) años con diez (10) meses en ANTV. Ello hace la suma total de treinta y cuatro (34) años con diez (10) meses de servicio. Por esta razón y sabiendo, a ciencia cierta, de que usted, Diputado Darío Vivas, ha sido a lo largo de esas tres décadas, también un trabajador y servidor público, y conoce el significado del mismo, me atrevo a proponerle que reconsidere la decisión que me afecta. Sólo solicito se me dé la posibilidad de jubilarme, ya que tengo 58 años y quedar en la calle sería verdaderamente injusto.
2. En todos esos años de servicio, y particularmente, en el tiempo de trabajo en ANTV, Canal a la Asamblea, jamás he cobrado el pago de una hora extra, nunca he metido un reposo y he cumplido, como dijo el poeta Víctor Valera Mora, con mis deberes en medio de la tormenta. Cuando el canal ha necesitado de mis servicios como conductor o moderador de algún programa lo he realizado; cuando se ha necesitado que sea entrevistado, también he participado con alegranza y compromiso; cuando he tenido que asesorar a algún productor en el conocimiento de algún tema, de igual manera, he estado allí, siempre dispuesto; cuando he tenido que desempeñarme como musicalizador, por mi experiencia en las radios comunitarias y en el Canal Clásico de Radio Nacional, he dado mi aporte. Me he desempeñado como productor de varios programas y micros del mismo canal y he sido un promotor, a carta cabal, de ANTV en las comunidades, barrios y colectivos. Todas esas labores la he realizado convencido y comprometido con el proyecto político revolucionario y jamás he solicitado ningún tipo de remuneración.
3. Soy un cuadro político desde la comunicación y la cultura. Y no tengo razones para no asistir a mi trabajo. Lo anterior, en modo alguno, quiere decir que soy un trabajador perfecto. Soy una composición dialéctica de virtudes y defectos pero soy un hombre honesto, un trabajador de diáfano compromiso político y que sabe de la dimensión de lo que significa un medio como ANTV para la lucha antimperialista y por el socialismo. Pertenezco a la clase media baja que se ha proletarizado compulsivamente y dejarme sin trabajo tendría consecuencias no menos que dramáticas en mi vida social y familiar. Soy morocho y cuido desde hace dieciocho (18) años a un hermano con una enfermedad crónica mental. Soy el único sostén de mi casa. Usted conoce bien la situación de José Gregorio Valenzuela. Es esta otra de las razones por las que solicito ante usted reconsidere la medida de despido en mi contra.
4. Esa medida se orquestó en la gestión de unas personas que al parecer mostraron un verdadero despropósito para con la institución, ANTV. Ese período estuvo signado por el acoso laboral y la subestimación a los trabajadores y trabajadoras en su máxima expresión. Podría significar un error político y gerencial seguir instrumentando tal accionar. Si hay algo que deseo reconocer es la flexibilidad que ofrece la institución para emprender labores y proyectos con la comunidad. Por ejemplo con TV Caricuao, Radios Enciéndete y Perola, colectivos, grupos culturales y ecológicos, entre otrosmuchos, en las cuales he participado en su fundación y en el dictar talleres y cursos para capacitar el talento humano popular en la comunicación radial y cultural, así como en la legislación comunicacional. Soy especialista en Legislación Cultural reconocido por la comunidad científica cultural nacional de larga data.
5. Se arguye para mi despido tres supuestas inasistencias sin considerar todas las veces, la muchas veces, que en Semana Santa, Días Feriados, suspensión de vacaciones y tanto sábados como domingos he venido gustoso a ayudar, a laborar. No tengo ningún reparo a respecto, mi compromiso es político y trasciende la remuneración. Creo haber cumplido con suficiente desinterés y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario. No me animan asuntos personales. He asumido el yo colectivo que exige el momento histórico.
6. Finalmente, hago, de manera sencilla, la solicitud, pública y notoria, de un Recurso de Reconsideración de la medida. Si requieren de mi cargo con gusto lo cederé pero solicito me permita la jubilación para pasar el resto de los años de vejez, que pudieran quedarme, haciendo mi labor intelectual como escritor, poeta, ensayista, comunicador popular e investigador cultural. No permita, usted diputado, Darío Vivas, que un creador más de este país culmine su existencia a la buena de Dios. Me despido con un fraternal abrazo, un decidido compromiso político y lleno de grandes cantidades de esperanza en que se me haga un gesto de justicia. Pero quiero que sepa a ciencia cierta, determinante, por la calle del medio, no abandonaré mi capa de insurgente.