La libertad de Simonovis

Ojalá que los familiares de los muertos del 11 y 12 de Abril de 2002 tuvieran acceso a sus seres queridos como los parientes de Iván Simonovis ahora en la casa… que grandioso sería que pudieran abrazarlos, amarlos, quererlos, besarlos, acariciarlos, amuñuñarlos, malcriarlos, consentirlos, como debe estar ocurriendo en estos momentos con el ex secretario de seguridad de la Policía Metropolitana. Con que gusto les servirían el desayuno, el almuerzo, la cena y estarían pendientes de sus ropas lavadas y planchadas, de las horas de las pastillas, de las inyecciones, de las cucharadas de medicina, en fin... No importa que no pudieran salir de sus residencias, pero que estuvieran allí riendo o llorando, molestando o quietecitos descansando, disfrutando de las alegrías o padeciendo las tristezas, pero en cualquier caso, viviendo la vida junto a sus esposas, hijos, hijas, madres, padres, hermanos, primos, amigos.

Hago esta reflexión porque tan pronto se dio la gracia al ex comisario, comenzaron las quejas en contra de la justicia y el Gobierno. Los primeros en elevar su voz de protesta fueron los dirigentes del partido de Leopoldo López, a quien le siguen juicio por las guarimbas que se iniciaron desde el 12 de febrero originando unos 40 muertos, y la destrucción en buena medida de la infraestructura del país; dicen, entre muchas otras críticas, en una nota de prensas: “Voluntad Popular expresó su beneplácito por la medida humanitaria anunciada en horas de la madrugada que permite al comisario Iván Simonovis, tras 10 años de prisión y severos problemas de salud, recibir tratamiento médico en su hogar y en compañía de su familia, sin embargo la dirigencia nacional de la tolda naranja recordó que Simonovis continúa injustamente privado de su libertad como consecuencia de una justicia corrompida al servicio del Ejecutivo, por lo cual insta a todos los venezolanos a seguir luchando por su libertad plena”.

Arremeten contra la justicia por haberle dado la libertad al excomisario que la misma oposición exigía, cuando más bien deberían estar callados y meditando sobre las declaraciones del camarada Darío Vivas, que de la misma forma recojo de los medios digitales: "Creo que hoy (Simonovis) debería arrepentirse, pedir perdón al pueblo venezolano, a esos hombres y mujeres que él, con las órdenes que emitió, les sesgó la vida. Él puede ahorita estar en su casa, teniendo casa por cárcel y su familia lo va a compartir. En cambio, la orden que él dio para reprimir, para colocar francotiradores en las azoteas de los edificios el 11 de abril (de 2002), el día del golpe de Estado, esos compatriotas que fallecieron, esos no van a tener la posibilidad. Él (Simonovis) ordenó que la fuerza policial actuara contra el pueblo venezolano el 11 de abril”.

No se arrepentirá ni pedirá perdón. Además, con esta oposición enloquecida lamentablemente no se ve luz al final del túnel; cómo criticar la liberación de Iván Simonovis con 19 víctimas del Golpe de Abril bajo tierra siendo uno de los jefes de la policía en ese momento comandada por Alfredo Peña, eso no tiene asidero, o sí, sí tiene: acabar con la revolución sin escatimar en los muertos y el daño que le hacen a la población…y para muestra este otro botón: vean actualmente las consecuencias de la guerra económica y las guarimbas.




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Alberto Morán


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