Sea la muerte del guerrero Robert Serra un asesinato político o un delito común, debemos como pueblo sensato mantener la calma, pues lo contrario es lo anhelado por las fuerzas fascistas en su propósito de enfrentar venezolanos contra venezolanos.
El pueblo está de luto con el asesinado de un verdadero combatiente que luchó heroicamente en contra de los poderosos. Luchó por y para el futuro de Venezuela, que será, gracias a personas valientes como Robert Serra lo que merece; una potencia en lo social, político, ambiental, moral y económico.
Entre tantas audacias que hizo Robert Serra, uno se acuerda con orgullo cómo con valentía iba a debatir en el propio terreno de los estudiantes de oposición por el año 2007, que al igual a los minoritarios estudiantes opositores de hoy, tenían la misión de desestabilizar al país. Para ese entonces vimos como Goicochea salía corriendo (se retiraba) ante la llegada sorpresiva de Robert Serra, pues Goicochea sabía que era sobrepasado intelectualmente de forma exponencial por el impetuoso y sagaz dirigente estudiantil revolucionario, y por tanto, él iba desenmascararlo con mucha facilidad ante los medios de comunicación privados que le servían de plataforma. También recordamos por esos mismos hechos, a Robert en la Asamblea Nacional entregándole con firmeza la Bandera de Venezuela a uno de los estudiantes de oposición, enseñándole el amor que debían tener por nuestro símbolo patrio, pues esos apátridas volteaban la bandera y la pintaban de negro.
El pueblo venezolano vio a un líder juvenil y como era lógico, Robert Serra bajo el pensamiento bolivariano, comenzó a llenar con estilo propio posiciones políticas para construir Patria. Sin duda alguna Robert Serra representó un gran obstáculo para los intereses de los grupos económicos poderosos, pues inspiraba y sumaba a la lucha a la poderosa juventud que ellos querían alienar. Robert Serra era indetenible y sólo pudo ser parado en lo físico por la muerte.
Es difícil no sentirse conmocionado cuando alguien tan valioso muere lleno de juventud y esperanza, no obstante es preciso recordar que este hecho para los desestabilizadores, representa un terreno ideal para hacer enfrentar al pueblo venezolano en busca de justicia.
Y aunque mi sentimiento obliga a expresarme sobre este gran líder revolucionario, desde mi humilde trinchera debo más bien, alertar y recordar a todos, lo oportunistas que son los miserables fascistas, que frotándose las manos esperarán el comienzo de los enfrentamientos y las muertes. Tratarán esos grupos de utilizar nuestros sentimientos para que caigamos en la trampa de buscar justicia a través de la venganza ya que para ellos la muerte es una herramienta importante. Se puede ver cómo con morbo cuentan los cadáveres, obviando cual fue la causa de sus decesos para decir que todo fue debido a la delincuencia y colocarlo a grandes titulares; o en la guarimbas como degollaron a venezolanos para provocar respuesta similar del parte del Chavismo. Además, si la persona que murió tiene importancia e influencia en la sociedad, harán todo un juego mediático y semiótico para sembrar zozobra en la población. Si alguien lo duda, sólo debe recordar la fiesta de odio que se hizo apenas comenzando el año con el asesinato de la talentosa actriz Mónica Spear, desestabilizando primero y luego usándola como bandera; o a mediados de año por el crimen contra Otaiza donde esperaban que los Tupamaros fuesen al Este a hacer violencia. Por tanto, ante este lamentable hecho, estos miserables no desaprovecharán la oportunidad para azuzar a la juventud y al pueblo de base para que salgan a buscar una especie de venganza.
En este sentido, como pueblo consciente debemos actuar con inteligencia y sensatez, teniendo la seguridad que se hará justicia y al mismo tiempo convertir nuestro sentimiento de tristeza en la energía y el impulso para construir Patria cómo lo hizo nuestro camarada Robert Serra a través de sus acciones, convirtiéndose ahora más que nunca en uno de los pilares morales para nuestra lucha revolucionaria.
Sin duda hay que decirle a Robert Serra en el lugar donde esté, que sí su vida fue dignidad y lucha, su muerte física será inspiración, para que el pueblo venezolano siga por la senda revolucionaria con la certeza de lograr la mayor suma de felicidad posible para nosotros y nuestros hijos.
Guerrero Robert Serra; “los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos.”