Es entendible, pues son de la misma calaña, pero no por ello deja de dar asco que la derecha venezolana haga todos los esfuerzos posibles por desvincular a Álvaro Uribe del cobarde asesinato de Robert Serra y su señora. En lo personal no tenemos ninguna duda de que el hombre que dijo que “le faltó tiempo para invadir a Venezuela” (y por supuesto desatar una guerra) es uno de los asesinos intelectuales de la joven pareja. De hecho, el propio Robert había denunciado que él podría ser víctima del odio, la saña y la inmoralidad de este oscuro personaje de la política colombiana.
Lamentablemente Serra se convirtió en la prueba que con descaro e inmoralidad piden los escuálidos, cada vez que los dirigentes de la revolución han denunciado que Uribe y la oposición venezolana planeaban ejecutar “asesinatos selectivos”. Hasta el propio Samper (sin mencionarlo) dejó en claro que las bandas paramilitares de Uribe asesinaron a esa pareja de jóvenes revolucionarios. Es por ello que indigna que pretendan usar la investidura de expresidente de ese malandro para mostrarlo como un demócrata incapaz de hacer lo que a todas luces hizo.
En Venezuela los medios de comunicación han tratado a Uribe con mano de seda e incluso intentaron presentarlo como el líder latinoamericano a seguir en sustitución del Comandante Chávez… claro, defienden los mismos intereses y la misma ideología. Esto ha influido para que la inmensa mayoría de los venezolanos no tenga en claro quien este sujeto y cuál ha sido su accionar político.
Aquí trataremos dar luz (por lo menos a nuestros lectores) sobre quién es este gusano, planificador del asesinato de Robert y su compañera.
Cuando en una nota anterior dijimos que este sanguinario había celebrado el asesinato de Serra con un buen par de tragos de aguardiente antioqueño, no exageramos. Uribe no es de los que odia y vive con su odio; disfruta saciándolo con sangre.
Es un inmoral que a pesar de tener miles de muertes encima, incluyendo jóvenes inocentes a los que mandaba a asesinar para mostrarlos como el éxito de su política de guerra contra las guerrillas, tiene las bolas de acusar al gobierno venezolano de violar los derechos humanos.
En Colombia hasta los niños que están por nacer saben que Uribe es un narcotraficante que estuvo en la lista de los 10 más buscados por el gobierno norteamericano y que luego se convirtió en un aliado de éste, para atacar desde la presidencia de ese país a los gobierno progresistas que, como monte, surgen por nuestra América. Pero no sólo es un narcotraficante este monstruo, es nada más y nada menos que el creador del paramilitarismo en Colombia y el hombre que impulso una ley que reduce la condena de esos asesinaos en función de la cantidad de asesinatos que hayan cometidos… más muertos, menos tiempo en la cárcel.
Pobre Colombia que tuvo este sujeto en la presidencia por dos periodos y lo tiene hoy como senador ¡Qué vergüenza! Es Uribe el ejemplo más claro ejemplo de como la oligarquía colombiana se asocia con mafias asesinas para mantener el poder y sus privilegios.
Creemos que la mejor forma de mostrar quien es y cómo actúa Álvaro Uribe es a través de los que él mismo seleccionó como sus allegados, veamos:
Procesados por la justicia
Mar Aranguren, ex director de la Unidad de Inteligencia y Análisis Financiero (UIAF) – Luis Carlos Ordosgoitía, ex director del Inco, procesado por parapolítica -- Los ex embajadores Salvador Arana (de Chile) y Juan José Chaux (de República Dominicana), condenado y en juicio, respectivamente, por nexos con paramilitares -- El ex director de la Dian, Néstor Díaz, investigado por corrupción -- El general retirado Mario Montoya, ex comandante del Ejército y ex embajador en República Dominicana, tiene 17 investigaciones preliminares en la Fiscalía -- Andrés Uriel Gallego, de Transporte, por irregularidades en contratación -- Edmundo del Castillo y José Obdulio Gaviria, por nexos con el narcoparamilitar Don Berna -- Manuel Cuello Baute, ex superintendente de Notariado y Registro, destituido e inhabilitado por 13 años. Está preso.
Investigados por otros delitos
José Obdulio Gaviria, ex asesor presidencial -- Edmundo del Castillo, ex secretario jurídico de Presidencia -- César Mauricio Velásquez, ex jefe de Prensa de Presidencia -- Jorge Mario Eastman, ex asesor presidencial -- Felipe Muñoz, ex director del DAS -- José Miguel Narváez, ex subdirector del DAS.
Condenados o destituidos
Jorge Noguera, exdirector del DAS. Destituido, inhabilitado por 20 años y condenado a 25 por su participación en homicidios de sindicalistas, amenazas e interceptaciones y seguimientos ilegales -- María del Pilar Hurtado, ex directora del DAS. Destituida, inhabilitada por 18 años en octubre de 2010, prófuga -- Andrés Peñate, exdirector del DAS. Destituido, inhabilitado por ocho meses en octubre de 2010 -- Bernardo Moreno, exsecretario General de la Presidencia, destituido e inhabilitado por 18 años. Está preso.
Este malandro, ídolo de la derecha venezolana y de un mollejero de escuálidos, acusado de otorgar licencias a pilotos narcotraficantes y de ser socio del banquero del cartel de Medellín (condenado por el asesinato del director del diario el espectador de Bogotá es sin lugar a dudas uno de los planificadores de la muerte de Serra y de otros.